JUAN PIERDE UNA APUESTA Y POR UNA SEMANA TIENE QUE DISFRAZARSE DE CHICA Y ACEPTAR QUE HOMBRES DESCONOCIDOS LA INVITEN A SALIR.
PERO EL DESTINO Y SUS AMIGOS SE ENCARGARAN DE QUE SIGA SIENDO UNA CHICA POR MAS TIEMPO DE LO QUE ESPERABA
Durante la fiesta de la boda, Oscar no puede evitar sentirse atraído hacia Joana. Cada vez que se encuentra a su lado, su corazón late más rápido y su mente se nubla. Intenta controlar sus pensamientos y emociones, pero no puede evitar sentirse abrumado por la atracción que siente hacia Joana.
Se da cuenta de que ya no puede (ni quiere) dejar de pensar en Joana de esa manera. Se siente perdido y confundido, pero también emocionado y esperanzado. No sabe cómo Joana se sentirá acerca de él, pero sabe que no puede seguir ocultando sus sentimientos.
Finalmente, Oscar toma una decisión y se acerca a Joana en la pista de baile. La toma por la cintura y la acerca a ella, sintiendo su cuerpo caliente y su aroma dulce. Joana lo mira a los ojos con una sonrisa en el rostro, y Oscar sabe que es el momento de decir lo que siente.
-Joana, sé que esto puede parecer loco, pero no puedo evitar sentirme atraído hacia ti. Eres increíblemente hermosa y divertida-, dice Oscar, sintiendo que su corazón late con fuerza.
Joana lo mira con sorpresa y luego con una sonrisa. -Oscar, eso es tan dulce de tu parte. Pero creo que solo estas ebrio y confundido, esto es solo una ilusión yo soy un hombre y no creo poder corresponder a tus sentimientos como tu lo deseas.-
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Oscar se queda en silencio por un momento, pero luego la mira a los ojos y con determinación le dice -¿Sabes qué? Eso no me importa en absoluto. Me gustas tal como eres, Joana- y la besa con pasión.
Joana se sorprende ante el repentino beso de Oscar, se resiste, mientras los labios de Oscar la acarician con cariño, seduciéndola con cada movimiento placentero, hasta que ella se siente mujer y se deja llevar por la pasión del momento (y por demasiado alcohol en su sangre). Los labios de Oscar son suaves y cálidos, y su beso es apasionado.
Después de un rato, se separan con aliento entrecortado. Joana mira a Oscar con una mezcla de incredulidad y emoción. -No sé qué decir-, murmura, pasándose la mano por el cabello.-
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Oscar sonríe con cariño y le acaricia el rostro. -No tienes que decir nada.
Joana todavía está un poco confundida, y con lo poco que le queda de cordura le pregunta.-¿Estás seguro de que quieres hacer esto?-
