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Minho llegó a la fiesta en un taxi, por insistencia de su padre. Se sentía lindo y nada más bajar del coche llamó la atención de varios alfas, algunos apoyados en la pared bebiendo y hablando, otros fumando o consumiendo droga. Cosas normales de gente de su edad. Se acercó al guarda de la puerta y le sonrió, coqueto. Al parecer funcionó, porque le dejó pasar automáticamente.
Sacó su teléfono y se metió al chat de Hyunjin, le había mandado un mensaje.
Daddy💦🍆Hyun
donde estas?? 22:03pm ✓✓
acabo de entrar 22:05pm ✓✓
y tú?? 22:05pm ✓✓
ve a la barra 22:06pm ✓✓
te busco allí 22:06pm ✓✓
valee 22:07pm ✓✓
•°•°•
Minho guardó su teléfono en su bolsillo y empezó a caminar hacia la barra, moviendo su cabecita al ritmo de la fuerte música del antro. Llegó y se sentó en uno de los taburetes. Pronto, el barman -un alfa que parecía simpático- se acercó a él con una sonrisita curiosa.
— ¿Nuevo por aquí, bonito? —Le preguntó—
Minho soltó una suave risa.
— ¿Tanto se nota?
— Que va, pero conozco a cada una de las personas que acuden con frecuencia al local —Le aseguró, riendo también—
— Que memoria —Sonrió—
— Soy San
— Minho —Respondió—
— Lindo nombre... —Susurró— ¿Qué te pongo?
— Dame algo tranquilo, pero que me suelte un poco, anda —Pidió—
— Marchando bebida —Le guiñó el ojo y corrió de un lado a otro en la barra—
Minho analizó toda la zona, buscando a cierto alfa alto que le traía loco. No lo encontró por ningún lado, y la voz de San le interrumpió.
— Aquí tienes, whisky escocés —Le dijo—
— Muchas gracias...
Agarró la copa y se bajó de la barra, empezando a beber con ansias. Hasta que no estuviera un poco borracho no se relajaría, y no podría intentar ligar con quien sea, y mucho menos con Hyunjin. Empezó a dar vueltas por ahí, ya un poquito más borracho que antes, moviéndose al ritmo de la música entre el cúmulo de gente bailando. Quería seguir caminando hasta que una mano agarró la suya y le obligó a girarse. Era Hyunjin, el alfa estaba más guapo de lo que ya es normalmente. Llevaba un tank top sin mangas y unos vaqueros de mezclilla. En su cabeza, una cinta le decoraba el cabello. Ahora estaba más bueno que nunca.
