¿Porqué no pones esos hermosos ojos por un segundo en mí?
No puedo creer que por fin estemos a solas, no puedo creer que casí me voy a casa.
¿Qué probabilidades hay? Todos están bailando y el no está contigo.
El universo debió haber planeado esto...
Desperté por la mañana encontrando tu bello rostro descansando en la almohada, quería verte así por horas. Me levanté con cuidado de no despertarte, no pude evitarlo, tome unas tijeras y una pequeña bolsita que estaba en tu cocina, volvi y seguí observando cada facción, cada rincon de tu rostro, deposite un beso en tu mejilla izquierda y la acaricie con las afiladas tijeras.
───Mía. - Susurre en tu oído y lo bese.
Mire las tijeras unos segundos, tome un mechón de tu cabello y comence a olfatearlo, huele a la marca de shampoo y crema para el cabello que tanto usas, siempre has sido alguien que se cuida mucho el cabello, acerqué las tijeras a tu cara y corte, corte el pequeño mechon que estaba sosteniendo "Apuesto a que no te daras cuenta" pensé. Guarde el mechon en la bolsita y la cerre, la guarde en el bolsillo de mi pantalón.
Revise la hora por segunda vez 1:13 pm, decidí hacerte algo para comer, no tardarías en despertar, ya tenía preparada la pastilla para la tremenda jaqueca que tendrías por haberte acabado una botella entera de whisky.
Caminaste adormilada y sosteniendo tu cabeza con dolor.
───Buenos días - dijiste rascando tu ojo y sentandote en la silla del comedor.
───Tardes dirás - Dije divertido, sirviendo lo que te había preparado.
───Gracias - Sonreíste dulce - Esto se ve delicioso, justo ahora tengo un dolor de cabeza increíble - Dijiste sobando tu cabeza.
Te di la pastilla para el dolor y una taza de café, me asegure de que comieras bien y de esto te metiste a darte una ducha.
Al rato saliste y decidí dejarte sola un rato sin olvidar lo que me dijiste antes de salir, fue tan satisfactorio de escuchar. No te preocupes, mañana él sabrá lo que es perder.
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𝙈𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙫𝙚𝙧𝙨𝙖.
☣︎
Tus secas pero corteses palabras, me azotan el corazón como un látigo con espinas, lo frío y oscuro de mi corazón no para de crecer, esta crueldad sombría y satisfactoria no tarda en acumularse en mi mente, necesito desesperadamente que estés solo para mí, no tiene nada de malo un poco de caos, es divertido cuando se complican las cosas.
Me encanta tanto tu bondad y claridad, pero también tu crueldad y oscuridad, dime ¿Qué tan bien manejas un cuchillo? Me pregunto... ¿Sentiras esa ternura cuando la sangre comience a gotear de tus manos y ropa? Quiero saber cuál es tu límite ¿Serías capaz de pórtate bien conmigo? Quiero que me digas si serías capaz de todo por mí, como yo lo soy por tí.
Siente el espléndido placer, al ver el terror en sus caras, el sudor hasta su garganta, el espectacular silencio en el cual solo se escucha el fuerte latir de su débil y asustado corazón, atrapado cual cordero apuntó de ser tragado vivo por el León, el arrepentimiento de la víctima al no decir y hacer las cosas que pudo haber echo en su momento de vida, el sentir el último respiro y latido de mi pobre presa, pobrecito, le esperaba una larga vida. Me encanta ver las caras de su sufrimiento, empapadas de sangre, pidiendo piedad para salvar sus miserables e insignificantes vidas, nadie va a extrañar a ninguna de esas personas en un futuro, así es ésto... Nacemos, morimos y al final seremos olvidados, no quedará alguien que nos recuerde.
