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una botella de vidrio más se estampó contra la pared, dejando volar miles de pedazos de vidrio por toda la habitación, acompañados del vino restante en la botella.
quackity cerró los ojos y apretó la mandíbula con fuerza; estaba asustado, no era la primera vez que jschlatt reaccionaba de aquella manera a cualquier mínimo error del pelinegro. trató de respirar con calma a pesar de que la ansiedad le estaba ganando y con todo el miedo del mundo, se acercó a su novio.
— L_lo siento...
— ¡Cállate de una puta vez!
sintió la mano de jschlatt acompañada de uno de los pedazos de vidrio estamparse en su rostro, haciendo que quackity retrocediera rápidamente.
llevó sus manos a su ojo, del cual ahora comenzaba a salir sangre, no se veía a sí mismo pero sabía que había dejado una herida grande puesto que le dolía hasta una parte del labio.
quackity jamás había sido grosero con sus parejas, al contrario, podría decirse que incluso dejaba que lo manipularan y trataran cómo se les diera la gana, y es que tenía no sabía si paciencia o era demasiado miedo dentro suyo pero en ese momento algo había hecho click en su cabeza. ¿de verdad planeaba seguirlo permitiendo? veía la sangre salir de su rostro llenando sus manos, su ropa y el suelo debido a que había sido una herida profunda y en ese instante lo supo.
— ¡¿Qué chingados te pasa?!
corrió como pudo a una esquina de la habitación y comenzó a tomar papel de inmediato, cubriendo su herida con éste mientras iba tomando más y más.
— ¿Cómo te atreves a responderme?
jschlatt también estaba confundido, quackity solía ser su marioneta todo el tiempo. se acercó a él lentamente, como si quisiera asustarlo, cosa que logró pues quackity rápidamente se agachó y tomó un trozo de vidrio dispuesto a usarlo como defensa.
— ¡No te acerques, hijo de puta!
— Hijo... ¿de qué? -observó el vidrio en la mano de quackity, quién comenzaba a poner fuerza sobre este a tal punto que veía sangre saliendo de su mano.— Quackity, ¿de verdad vas a hacerme daño? ¡Soy tu novio, por Dios!
— ¡Cállate! No es la primera vez que me haces daño, Jschlatt. ¡Ya no voy a permitirlo!
quizá era cierto.
esta vez.
quackity solía decirle lo mismo luego de cada conflicto, pero jschlatt sabía cómo hacerlo volver.
la mano de quackity estaba sangrando, su rostro también y su corazón en ese momento no era la excepción. habían pasado 2 años desde que estaban en esa relación y a decir verdad ahora quackity tenía más recuerdos malos que buenos.
— Eres un idiota, Jschlatt...
se dejó caer en el suelo, soltando el vidrio y tomando más papel para seguir colocando en su rostro. jschlatt se acercó a él y lo abrazó, ayudándole a limpiar su herida.
— Estoy cansado de las peleas...
— Oh, Quackity.
jschlatt estiró el brazo, tomando el vidrio que quackity había dejado caer.
— No debes tratarme mal, ¿de acuerdo? -dijo el castaño limpiando la sangre ajena.— Me encargaré de que no vuelvas a hacerlo, cariño.
quackity sintió el vidrio encajarse en su estómago, su vista comenzó a nublarse y lo último que vio fue a jschlatt saliendo de la habitación.
† † † † †
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