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— No, quacks... lo siento.

quackity asintió con la cabeza lentamente, tratando de pensar entonces quién había sido el maldito que le daba los recados de dream y por qué tenía acceso a su casa y a su oficina.

— En el fondo algo me decía que no eras tú, dream me estaba advirtiendo sobre ti en las notas.

y luzu, con ambas notas en las manos asintió también.

tenían tan sólo un par de minutos hablando de lo que había pasado hacia tan sólo un par de semanas. luego de terminar y volver (aunque aún no volvían oficialmente), quackity por fin se había dado cuenta que ser sincero podría haberles ahorrado muchísimas peleas.

aún así no iba a admitirlo, no hasta que luzu lo hiciera puesto que ahora también tenía en cuenta que este también debió haber sido honesto con él.

habían pasado todo un día juntos luego de aquel casual encuentro y para ese momento quackity se sentía la persona más afortunada del mundo teniendo a luzu nuevamente en su casa y hablando con el sobre cosas importantes para ambos.

en ese momento el teléfono de quackity comenzó a sonar, haciendo que este contestara de inmediato y alejándose para que luzu no lo escuchara.

— ¿qué ocurre?

— quackity, te envié una ubicación por mensaje, no puedo ir contigo pero está totalmente atado y a tu merced.

quackity frunció el ceño, sin saber muy bien a quién se refería.

— ¿de qué hablas?

wilbur río.

— ¿ya se te olvidó que me pediste ayuda con purpled?

quackity abrió los ojos con asombro debido a que no recordaba que su ex novio fuera tan hábil.

— ¿estás hablando enserio?

wilbur rio nuevamente.

— rápido, antes de que despierte.

quackity colgó la llamada de inmediato, dándose media vuelta y viendo a luzu justo detrás suyo.

— ¿todo bien? -inquirió el castaño acercándose a quackity. rodeó su cintura con su brazo y quackity no pudo evitar sonreír.

— ¿me acompañas a un lugar?


† † † † †

⟩∆

— Heeey, Foolish.

charlie había llegado bastante animado a la oficina aquel día, y es que quackity por fin había invitado a su casa a luzu y aunque no tenía ni la más mínima idea de que habían hecho o hablado, era una buena señal de que como mínimo se habían desecho de aunque fuera un poquito de orgullo.

y muy a parte de la felicidad de su amigo (que también le daba felicidad a él) el hecho de que estuviera en casa con luzu sólo quería decir una cosa: él y foolish estarían solos.

este último levantó la mirada de inmediato, dándose cuenta de la llegada de su amigo. le dedicó una sonrisa bastante amable y sobretodo genuina, poniéndose de pie para ir a abrazarlo.

— ¿y ese milagro que me visitas?

charlie rió ante tal comentario, ya que foolish sabía perfectamente que con quackity administrando el casino él tenía que hacerse cargo de la presidencia de Las nevadas, por lo que sí, estar tooodo el tiempo en el casino le era bastante complicado.

— Quackity se arregló con Luzu, al parecer. Hace tiempo que no me pedía cubrirlo aquí.

foolish sonrió, tampoco le agradaba la idea de que quackity estuviera con él pero si estaba feliz no podía tampoco hacerse el indignado. además, estar con charlie le encantaba. era su mejor _amigo_.

; those eyes.  † luckity †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora