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— ¡Juro que no sabía nada!

de su cuello ya habían comenzado a brotar pequeñas gotas de sangre mientras cerraba los ojos preparándose para lo peor.

purpled rodó los ojos, alejando el cuchillo y mirando fijamente al rubio.

— ¿me estás diciendo que eres tres veces más idiota por dejarte engañar por tu novio y su mejor amigo?

el más alto asintió con la cabeza, ya que de otra manera no podría. estaba atado en una silla en aquella habitación de película que purpled había conseguido especialmente para él.

— Bueno, me importa una mierda si sabías o no. Tienen menos de un mes para irse de aquí y te juro que si no se llevan a Luzu tu noviecito deja de existir, ¿entendiste?

rubius nunca se había sentido tan arrepentido de ninguna de sus decisiones en la vida pero esta definitivamente lo ameritaba. había traicionado a un hombre que le había perdonado la vida con tal de matar a otro. ¿pero qué pretendía?

— que sí, tío.

y de matar a purpled ni hablar, ¿verdad?


† † † † † †


habían pasado aproximadamente 4 o 5 días desde aquel terrible inconveniente en la relación de quackity y luzu, y este último se rehusaba a contarle a quackity lo que había pasado realmente. quackity realmente estaba siendo demasiado paciente a pesar de lo que ya sabía, pero tampoco quería pelear con él por lo que hacía como que no quería saber.

luego de que había llegado ebrio gracias a charlie podría decirse que se habían reconciliado, pero en esos momentos quackity no podía sentirse más desesperado por saber quién era la persona con la que Luzu había estado aquella noche. no podía dejar de pensar que habían hecho que le había tomado hasta el amanecer y no podía creer que tampoco pudiera confesarle que se había acostado con su ex novio.

y a todo eso que ya era perfectamente un caos, podía todavía sumarle que no tenía idea que hacer con la maldita nota que había llegado a su oficina 2 semanas atrás. no podía contarle a luzu y lo único que le quedaba por hacer era recurrir a la última persona que había estado para él en una situación así.

cerró su laptop y tomó su teléfono, comenzando a teclear el número que ya se sabía de memoria.

— what's up, big q?

quackity tuvo que morderse el labio para no reclamarle que no le llamara así, pero claro, ya no podía decirle mi amor, ¿verdad?

— Wilbur, ¿puedes venir al casino?

— Dame 20 minutos y estoy ahí.

quackity no respondió, simplemente colgó la llamada y comenzó a buscar entre sus cosas la nota que le había llegado.

ya no habían llegado más luego de ese día, y eso lo ponía todavía más nervioso puesto que quería decir que estaba preparándose para algo más.

no quería admitir lo que sentía, quizá era más que obvio de quién venía y él no podía sentirse tan nervioso luego de todo lo que había pasado hacia años. la letra no podía reconocerla pero sabía que si sus sospechas eran correctas estaba definitivamente acabado.

sabía que estaba en un lugar cerrado pero al sentir tantos nervios lo único en lo que pudo pensar fue caminar a la ventana para abrirla y enseguida tomó un cenicero para prenderse un cigarro y comenzar a fumar para tratar de calmar sus nervios.

— ¿otra vez fumando?

la voz de wilbur lo sacó de sus pensamientos, de inmediato tomó la nota que había encontrado hacia unos minutos y se la entregó al de mechón blanco, sin hacer nada más que seguir fumando.

; those eyes.  † luckity †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora