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por favor no le digas la verdad

un suspiro más salió de los labios de charlie al recordar aquellas palabras, no estaba atravesando ni de cerca la mejor etapa de su vida y aquello estaba acabando con él tan lentamente que la ansiedad se lo comía vivo.

negó con la cabeza, tratando de despejar todo pensamiento cuando escuchó a la chica que lo atendía decir que su pedido estaba listo. tomó aquel café y sacó un par de billetes del bolso de su saco para tenderselos a la chica y darse media vuelta, saliendo de la cafetería del hospital.

desde que el doctor les había dicho que era probable que quackity despertara en poco tiempo luego de aquella operación de emergencia no había habido un solo día que no estuviera en el hospital con su amigo y, cuando tenía que dormir o ver asuntos del casino le pedía a vegetta que estuviera ahí, y este iba sin falta cada vez que podía hacerlo.

recién volvía del casino en esta ocasión, llevando su cuarto café del día pues según él, tenía que mantenerse despierto por si alexis despertaba.

entró en el hospital como ya era costumbre, saludando a la misma enfermera que saludaba todos los días y se dirigió a la habitación de su amigo, entrando en esta para ver a vegetta sentado en uno de los sofás.

— Gracias por estar con Alexis.

dijo charlie, tomando asiento sobre una silla al lado de la cama de quackity y dando un sorbo a su café, para luego dejar este sobre la mesita a su lado.

— es lo menos que puedo hacer.

expresó el más alto, poniéndose de pie para dirigirse a la puerta de la habitación, saliendo por esta sin decir nada más.

charlie suspiró, negando levemente con la cabeza.

había perdido la cuenta de las veces que le había dicho a vegetta que todo lo que había pasado no era culpa suya, pero él insistía que la muerte de Foolish, al menos, si lo había sido.

lo único que él podía hacer era recordar el mismo día, el día en que su vida se había derrumbado por completo. había pasado ya un mes de lo sucedido, quackity no había despertado en todo ese mes y ahora tenía 2 cirugías en ese tiempo, lo cual era bastante riesgoso para él. sólo podía intentar animar a vegetta, pues aunque la mayor perdida había sido para él mismo sabía que foolish y vegetta solían llevarse bastante bien.

sumado a ello estaba el otro tema, el que lo tenía más que preocupado pues no sabía que iba a hacer cuando quackity despertara. se recargó en la cama, sosteniendo la mano de su amigo mientras cerraba los ojos y se permitía a si mismo sentir. de sus ojos ahora estaban saliendo varias lágrimas y él sólo podía seguir dando vueltas por todos lados. era irónico, porque se encontraba siempre en el mismo lugar.

padile que siga adelante sin mí. estoy seguro que en otra vida podrá ser.

¿por qué no lo había evitado?

los pensamientos seguían invadiendo la mente de charlie como si lo estuvieran bombardeando, los recuerdos eran demasiado y para ser específico, era más de lo que podía soportar.

no supo cuánto tiempo estuvo de la misma manera, llorando hasta quedarse dormido. después de todo aquella era su nueva rutina.

.

† † † † † †



— despierta...

charlie sonrió, dejando que un par de lágrimas más resbalaran por sus mejillas antes de finalmente abrir los ojos.

nuevamente había soñado lo mismo, soñaba que quackity lo despertaba por la noche y le decía que estaba bien, cada noche era lo mismo y algo le decía a charlie que era quackity entrando en sus sueños para hacerle saber que sí iba a volver.

— te extraño mucho, Alexis...

susurró charlie, quebrándose en la última palabra pues llamar su nombre era demasiado difícil para él. hacia tanto tiempo que no hablaba con él que le resultaba complicado hablarle como si estuviera despierto.

— sólo me extrañas porque me disparé a mi mismo.

una risa vaga salió de los labios de su, ahora, despierto amigo, haciendo que charlie levantara la mirada de inmediato, viendo al pelinegro con los ojos tan abiertos como podía tras estar un mes dormido.

— ¡Alexis!

de inmediato lo abrazó, esta vez totalmente despreocupado pues el doctor ya les había hecho saber que no estaría más en riesgo... mientras no intentara suicidarse otra vez.

quackity llevaba una sonrisa en su rostro, una demasiado débil, pero lo que le rompió el corazón a charlie fue la manera en que sus ojos buscaban a una sola persona en específico. se separó de su amigo, dejando escapar un suspiro cuando se dió cuenta de esto pues no sabía cómo iba a darle aquella noticia.

— ¿dónde está luzu?

preguntó el pelinegro, dirigiendole a su amigo una mirada de completa confusión.

charlie suspiró una vez más.

— Alex... -limpió de sus ojos las lágrimas que habían comenzado a salir antes de que su amigo despertara, poniéndose de pie de aquella silla para sólo tomar asiento en la camilla donde quackity estaba acostado.— Mira... Luzu fue a por Dream hace un par de semanas.

— ¿Semanas?

oh, por poco lo olvidaba. quackity no sabía que había estado en coma.

— Vamos a ver. -aclaró su garganta carraspeando.— Intentaste suicidarte y... caiste en coma 1 mes.

los ojos del pelinegro se abrieron de par en par, aquello sonaba a una broma de mal gusto, pero por alguna extraña razón estaba dispuesto a creerlo si le decía algo de su novio.

dejó de lado la confusión del coma, concentrándose únicamente en el castaño que añoraba tener con él para siempre.

— ¿dónde está luzu?

preguntó nuevamente.

charlie cerró los ojos, como si estuviera arrepentido de lo que iba a decir pero tampoco era como que pudiera decir o hacer algo más.

— dream murió, ¿de acuerdo? no tienes que preocuparte más por...

— Charlie, dónde está luzu.

esta vez, había sido un desesperado quackity el que había formulado aquella pregunta. charlie sólo suspiró.

— también... murió.

quackity sintió que su corazón se había detenido en ese momento.

y se sintió terriblemente mal, pues aunque sentía que se moría no dejaba de escuchar su corazón latir con regularidad en el monitor a su lado. había algo en él que le hacía preguntarse qué era lo que había hecho mal, por qué luzu había decidido ir a por dream si él ya había intentado morir para que dejara a todos en paz.

las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas en menos de un segundo, no cabía en su mente lo desgarradora que una noticia así pudiera ser. ahora incluso se preguntaba si Charlie había sentido lo mismo al perder a foolish, y a pesar de eso no podía concentrarse en nada que no fuera el dolor que estaba sintiendo en el corazón por lo que acababa de escuchar.¿había hecho sentir igual a luzu cuando intentó suicidarse?

— Este dolor... -habló quackity, tratando de limpiar las lágrimas en su rostro.— ¿es el mismo que sentías cuando se fue foolish...?

y ni siquiera le dejo responder, cuando ya se encontraba inundado en lágrimas nuevamente.

— fue mi culpa que pasarás por eso, lo siento, te juro que lo siento...

ambos se abrazaron el uno al otro con cariño, esta vez tenían la oportunidad de hacer las cosas diferentes.

quackity, al menos, iba a intentarlo.

; those eyes.  † luckity †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora