04

543 49 13
                                    

— Qué huevos, neta.

charlie dejó escapar una carcajada nada más escuchar las palabras de su mejor amigo, quackity recién había llegado de su segunda reunión con el chico de la apuesta y había entrado en su casa como si fuera suya. a él no le molestaba, al contrario, quackity nunca era tan confianzudo con nadie que no fueran él y wilbur y eso a charlie le gustaba.

— ¿Pero cuál fue la apuesta?

llevaba casi 5 minutos alegando cosas sin contexto que a charlie más que preocuparle le daba risa, su amigo podía ser serio en ocasiones pero cuando algo le ponía nervioso sabía cómo se ponía, y esta era una de esas ocasiones sin lugar a duda. decía cosas como 'es un idiota vanidoso' 'no sabe con quién está hablando' 'putos españoles', charlie no hacía más que observarlo y reír.

— Me dijo que apostaba la alianza de su ciudad pedorra con Las Nevadas a que su amigo pendejo me enamoraba.

quackity estaba hirviendo de rabia, no sabía cómo es que se había controlado para no golpearlo.

— ¿Cómo es que no lo mataste ahí mismo?

quackity carraspeó, acomodándose en su silla.

— Lo controlé, dejémoslo así.

—Te puedo apostar, 5 millones de euros, y la alianza de Karmaland con Las Nevadas, a que te enamoras de mi amigo en 3 meses.

quackity quedó atónito al escuchar aquello, ¿qué tipo de apuesta era esa? además, ¿cuántos años tenían, 15?

— ¿Qué?

fue lo único que dijo, antes de que el castaño se recargara sobre su silla y acercaba su rostro al de quackity.

— o de mí.

abrió los ojos sorprendido y, más que enojarse juraría que se había asustado de tan sólo pensarlo. se puso de pie de inmediato como un arreglo hacia la cercanía de sus rostros y se alejó de él, tocando su barbilla con evidente confusión.

— ¿Qué?

— ¿Sólo lo controlaste?

— ¡Charlie, focus!

notaba cierto nivel de nervios en el hablar de su amigo, pero sabía que si ocultaba algo no iba a decirlo nada más porque sí. nuevamente se rió.

— Okay, okay, ¿y qué le dijiste? Lo mandaste a la mierda, ¿no?

— Por supuesto que no.

charlie llevó su mano a su boca, tratando de ocultar la risa que aquello le había provocado. quackity tenía unos aires de superioridad increíbles, se creía tan invencible desde que había superado la tragedia de jschlatt que nada le daba miedo, y hasta cierto punto lo admiraba, pero le sorprendía que estuviera dispuesto a jugar algo tan inmaduro. es decir, tenía 24 años, era presidente de una ciudad y dueño de uno de los casinos más relevantes en América, jamás perdía una apuesta y...

— Por supuesto que no ibas a negarte, tienes toda la razón.

— ¡Es una apuesta, Charlie! ¡Yo nunca pierdo!

— Alex, a veces eres muy infantil, ¿no crees? ¿sólo porque es una apuesta vas a perder tu tiempo en ese par de inútiles? Además, ¿su amigo no había llegado a Las Nevadas con su novio... cuál era el nombre... Vegetta?

— No pierdas la vista, Charlie. Así me ponga en frente al hombre más guapo del mundo estoy con Wilbur y es obvio que no voy a perder.

— Aunque no la hubieras aceptado no habrías perdido nada, ¿sabías?

quackity rodó los ojos.

— Big Q no le dice que no a una apuesta, Char, lo sabes.

el aludido suspiró, poniéndose de pie y se dirigió a la cocina.

— ¿Cómo vas a decirle esto a Wilbur sin que te mate?

claramente lo decía como broma, sabía que wilbur sería incapaz de ponerle a quackity una mano encima y si lo hacía, sabía de sobra que quackity se la iba a regresar 50 veces peor. lo sabía a la perfección desde la situación con jschlatt y dream, quackity definitivamente no era el mismo de antes, y eso lo hacía muy feliz.

— No seas bobo, Char. No voy a decirle.

y eso por primera vez en el día, hizo que charlie dejara caer al suelo la bolsa de palomitas instantáneas que había sacado de su alacena. ¿quackity ocultándole algo a wilbur?

— ¿Cómo? Quackity, no puedes jugar algo así de importante sin hablarlo con él, está bien que me caga pero sigue siendo tu novio.

y quackity sabía que tenía razón. a pesar de que wilbur no lo maltratara físicamente solía ser demasiado manipulador y charlie hasta sospechaba que le era infiel. obviamente quackity lo descartaba por completo.

— Siempre eres el primero en decirme que termine con él y te pones así, ¿sólo por querer ocultar algo irrelevante?

charlie metió las palomitas al microwave y regresó con quackity, sentándose frente a él.

— Vamos a ver, número 1. No es algo irrelevante. Y número 2, nada tiene que ver como te trate, si quieres hacer algo así terminalo primero.

— Ni 1 ni 2 ni vergas, no voy a enamorarme de nadie más así que está todo bien. Si no vas a apoyarme chinga tu madre y dame palomitas.

charlie suspiró hondo, yendo a por las palomitas y luego regresó con su amigo.

— Te apoyo en cada paso que das, Alex. Pero después no digas que no te lo dije.

— dispiis ni digiis qii ni ti li diji -lo arremedó con la boca llena de palomitas.- mis huevos.

ola otra vez uvu

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ola otra vez uvu

; those eyes.  † luckity †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora