Mi muñeca

Capítulo 16: Mis hermanos

Pía

Dos meses después

Nunca pensé que estaría tan nerviosa ante mis hermanos, se supone soy la chica que no le teme a nada ni a nadie y que se la pasa jodiendo a todos con su buen sentido del humor, pero aqui estoy parada a lado de mi muñeco dando la cara frente a estos dos celosos.

Si, fue mi idea decírselo, después de dos meses de noviazgo creí conveniente dar a conocer nuestra relación, al menos a nuestros allegados.
Las cosas se han acomodado un poco, no como quisiéramos, pero hemos sabido como llevarlo.

Se que tal vez es muy pronto para decir que conozco a mi novio mejor de lo que él se puede conocer, pero así es. Se había escondido tan bien detrás de esa fachada de chico malo que no le importaba a nada ni nadie, pero solo ra una máscara. Al igual que mi cuñada Lía, ambos fingiendo ser quienes no eran porque siempre han sido juzgados por venir de una "cuna de oro", pero ninguno la ha tenido fácil.

Bueno volviendo a la actualidad, estoy frente a mis sobreprotectores hermanos que nos observan incrédulos, sin poder entender el motivo de nuestras manos entrelazadas. Sólo les había dicho que quería hablar con ellos, no había mencionado el motivo ni mucho menos que vendría acompañada de ni más ni menos que el mejor amigo de Donato.

Es verdad que vine preparada para cualquier cosa, para cualquier reacción que puedan llegar a tener mis hermanos, incluso he hablado con mis cuñadas y ellas dos están justo a lado de cada uno.

-¿Me pueden explicar que se traen entre ustedes?-Dante es el primero en romper el silencio.

-No, no, la pregunta correcta es ¿Qué mierdas hace con mi hermanita de la mano?-pregunta ahora Donato, parece apunto de explotar.

-Tranquilos los dos, no es tan difícil de deducirlo, ya ustedes saben que es esto.-le digo en un momento de valentía y es que a pesar de mi nerviosismo no iba a permitir que nadie se meta entre nosotros, ni siquiera mis hermanos.-Somos novios, y más les vale que se comporten porque no pienso permitir ningún arranque de su parte. -les digo provocando que todos me observen sorprendidos. Ya saben como soy no se que les sorprende.

-¿Novios? ¿Pero ... cómo? Ustedes no se soportaban... -dice Dante mirándonos como si fuéramos un mal chiste.

-Hay veces en que sigo sin soportarlo, pero polos opuestos se atraen ¿No?-pregunto divertida sintiéndome poderosa al estar manejando la situación.

-Irene.-advierte Donato. La vena que resalta en su cuello me confirma que se está conteniendo para no saltar encima de su amigo y golpearlo por meterse con su hermanita.

-Romano.-contrataco.

-Se que no están nada contentos con la idea de que estemos juntos, pero la quiero, y no pienso lastimarla.-habla mi muñeco sin soltar mi mano.

-Es mi hermanita, Santino, te dije que no te le acercaras, a ella no.-dice Donato casi histérico tanto que Lia lo abraza por detrás y veo como su cuerpo se relaja notoriamente.-¿Lo quieres?-pregunta en voz baja.

-Lo quiero, es mío.-les digo con toda la seguridad del mundo.

-Dios que posesiva.-bromea Lía.

-Tú... ¿Ustedes dos lo sabían no?-pregunta Dante al ver la sonrisa cómplice que Andrea le regala a Lía.

-Obvio, ¿Quiénes crees que los ayudaron?-pregunta Andrea sin una pizca de arrepentimiento.

-Traicioneras.-gruñe Donato soltandose del abrazo de Lía.

-Pía merece vivir la maravillosa experiencia del amor, así que no veo el problema.-les dice Lía.-Además, ella sabe lo que merece, y no va a permitir que mi primo ni nadie pase por encina de ella. -dice encongiendose de hombros.