ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ᴇɴɪᴅ

Ｔ２ ＣＡＰÍＴＵＬＯ 7

Alia & Wednesday

Había agarrado a Wednesday ni bien escuché el primer intento de ataque y la saqué antes de que las cosas se pusieran peores.

La solté cuando pude estar lo suficientemente lejos de la academia y ya podía oír sus miles de reclamos calentando mi cabeza y haciéndome perder la paciencia.

-No puedes cargarme como si tuvieras posesión de mí. No soy nada tuyo y quiero recordarte que puedo cuidarme sola- seguía diciendo mientras yo descansaba en un árbol -No voy a volver a repetirlo, Salvatore- dijo y luego empezó a caminar en dirección contraria a mí

Me levanté a los segundos y en un solo parpadeo ya estaba al frente de ella.

-¿A donde crees que vas?- pregunté mientras veía como pasaba por mi costado como si nada

-No es de tu incumbencia- respondió seca

-No me digas que al mismo lugar de donde acabo de salvar tu vida- caminaba detrás de ella

No respondió.

-Ok, sé que sueles tener un comportamiento inadecuado con todo el mundo, pero creo que debería tener un trato especial. Legalmente acabo de salvar tu vida- dije siguiéndola

-Yo no te lo pedí- soltó sin voltear a verme

-Típico. Decir "yo no te lo pedí" cuando no puedes decir un "gracias"-

-A ver, Salvatore- se volteó, deteniéndose -No sé lo que crees que pasa aquí, pero yo no tengo ningún tipo de relación contigo. Mi hermana y tú son amigas, eso no te hace mi guardiana-

-Por lo menos deberías agradecer las veces que salvo tu vida- susurré cambiando de dirección mi mirada

-¿Las veces que has salvado mi vida?- preguntó atónita

-2 veces, pero nadie las cuenta- respondí

Ella se volteó. Siguió caminando con dirección a la academia y ya no escuchaba mis palabras o simplemente las ignoraba.

-Se que en tu cerebro piensas que no te pasará nada, pero no es asi- volví a ponerme en frente de ella, pero esta vez ella no se movió y solo esperó a que yo terminara de hablar -Sino te llegó a pasar nada esas veces que decidiste creerte inmortal es por qué yo estuve ahí para salvar tu vida-

-Entonces déjame sola esta vez y hazte a un lado- dijo mirándome a los ojos

-No puedo- le respondí

-¿Por qué?-

-No me perdonaría si algo te pasara- le dije mirándola a los ojos

Empezó a caminar y pasó por mi costado una vez más. No dijo nada, solo soltó un suspiro fuerte y yo no hice nada esta vez para detenerla.

-Bien, pero cuando vea el primer movimiento raro te sacaré. ¡Oíste!- grité caminando detrás de ella

A los minutos estábamos dentro de la academia. Ya no había nadie, todo estaba silencioso y eso lo hacía más terrorífico.