ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ᴇɴɪᴅ

Ｔ２ ＣＡＰÍＴＵＬＯ 11 (parte 1)

Había pasado un par de semanas desde toda la locura. Habíamos vuelto a la academia... Aún seguía abandonada, pero era nuestra después de todo.

Nos habíamos encargado de los vampiros del pueblo y de los cazadores tontos.

Solo faltaba el chico Galpin y luego podría volver a mi vida normal y pedirle una cita real a Enid.

Aunque bueno... desde ese beso en el pueblo ella solo me ha evitado y yo "la menos orgullosa" hice exactamente lo mismo.

Han pasado semanas rutinarias, juntos todos nos hemos vuelto una especie de grupo.

Bueno.... unos más que otros. Después de todo somos adolescentes creyendo tener una vida normal.

¿Me pregunto cuántos adolescentes han peleado con su novia loba y luego ella regresó vestida con la ropa de esgrima de tu hermana y te beso porque estaba en celo?

Tiene que haber una canción de Taylor Swift para esto.

Wednesday & Ália (perspectiva Ália):

-¿Alguna pregunta sobre la junta de hoy?- preguntó Hope a todos que nos habíamos reunido como cada semana

Toda negaron, incuida yo.

-Bueno solo para avisarles que hoy daremos un cena especial... por todo lo que hemos logrado hasta ahora. Creo que se lo merecen. Ya pueden irse-

-¡Genial, ya era hora de disfrutar un poco!- decía Xavier a Yoko

Todos se iban y yo me enfoqué desde lejos en la conversación Lydia y Wednesday.

Las cosas no habían ido bien desde ese acercamiento.. Digamos que ellas habían discutido o algo así. Lo digo porque ya no estaban todo el rato pegadas como chicle debajo de pupitre. Ahora Wednesday estaba sola de nuevo y bueno...

Soy Ália Salvatore... dejaría mal el apellido de mi padre al no aprovechar esas oportunidades.

-Voy a ir al huerto a traer algunas cosas para la cena. ¿Quieres algo en especial?- le preguntaba la bobita de Lydia

-No, nada. Gracias- respondió la pelinegra toda desinteresada

La pelirroja se fue y ahora Wednesday estaba sola. Momento perfecto para..

Hacer mi aparición y llevarla a uno de los tantos rincones ocultos de la academia.

-Yo también iré al huerto. ¿Deseas algo?- le pregunté luego de sorprenderla con mi supervelocidad

-Tienes que parar de hacer eso- respondió -¿No que te ibas a alejar?-

-¿Quieres que me aleje?- pregunté acomodando uno de sus cabellos mientras una de mis sonrisas todas sexys llamaba la atención de sus ojos

-¿Eso es todo lo que haces, Ália?. Interceptarme, acercarte, juntarte a mí y luego irte-

-No sabía que ya podía tocarte e intentar algo más- respondí -Un beso o puedo...-

-Solo me haces perder el tiempo con cada estupidez que logra modificarse de tu cerebro a tu tan ridícula boca- dijo ella

-Mi tan ridícula boca puede besar la tuya ahora mismo- le dije rozando suavemente su mano -¿O prefieres el contacto previo? - separé sus piernas con mi rodilla -¿Puedo?- ella me miró fijamente sin decir nada -¿Weds...?- volví a preguntarle

Pero ella agarro mi pierna y decidió ir subiendola poco a poco hasta llegar a cierto límite.

Tal vez a la altura de su muslo, no menos.

Su mano rozó mi rodilla, la acarició tal vez unos segundos y luego bajó la mano como si esto no fuera lo más ardiente que me había pasado en toda la jodida viva.