Cuando Davos y Tyrion llegaron a Rocadragón, insistieron a su nuevo recluta de que debía mantener su identidad en secreto. Él tan solo sería Gendry, como hasta hacía unas semanas. Sin embargo, el tozudo cervatillo sintió la necesidad de gritar al mundo cual era el apellido que daba paso a una identidad. Tras muchos años sin saber quién era, la respuesta le había sido brindada por un par de desconocidos.
Según ser Davos, su nuevo trabajo sería picar en las paredes de una cueva y extraer un material —vidriagón— y poder así forjar varias armas. Le dio igual que el trabajo fuera duro, el entusiasmo se apoderó de su ser y la energía irradiaba su cuerpo.
—Es muy importante que te mantengas oculto, ¿me entiendes? —repitió una vez más Davos claramente preocupado.
—Entendido.
Se adentraron en la oscura cueva en la que se escuchaban varios picos clavándose una y otra vez en las paredes junto con las voces y alaridos que aquellos trabajadores hombres soltaban a causa del cansancio.
—¡Perdonadme, Alteza! —gritó el Caballero de la Cebolla llamando la atención de Jon Nieve— Como veis, he vuelto.
—Habéis sobrevivido una vez más a Desembarco del Rey —bromeó el muchacho con una sonrisa—. ¿Quién es él?
—Este es...
—Soy Gendry Baratheon —se adelantó el recién llegado— hijo de Robert Baratheon. Bastardo. Nuestros padres fueron amigos, creo que podríamos confiar el uno en el otro como lo hicieron ellos años atrás.
La información resultó una sorpresa para el Rey en el Norte que miró a Davos. Este alegó que ya había advertido al moreno de ojos azules que debía mantener su identidad en secreto.
—Le recuerdo. Le conocí una vez cuando vino a Invernalia hace años.
—Yo también conocí al vuestro. En mi tienda, en Desembarco. Este hombre —dijo señalando a Davos—, me ha hablado de vuestra intención de ir Más-Allá-del-Muro. Quiero ir con vos.
—¡Qué dices, hijo! No eres un soldado.
—Pero sí un luchador. Si eso que decís sobre lo que hay allí fuera es cierto, yo quiero ayudar. No sé usar la espada, dadme un martillo y os seré tan útil como un soldado.
Jon y su más leal caballero su miraron sorprendidos ante la nueva incorporación a sus filas. El joven era fuerte, tenía valentía y corage. De esta forma, Jon asintió con seguridad, permitiéndole acompañarles.
—Primero hemos de ir a Invernalia y tomar varias armas que dejamos allí, luego partiremos a Guardiaoriente donde la otra parte de mis hombres nos esperan para partir.
Salían del oscuro lugar cuando Gendry se quedó bloqueado pensando en Invernalia. ¿Podría ser? Cuando los otros hombres se dieron cuenta de que se había retrasado, cambió la expresión y se encontró con ellos de nuevo.
—¿Pasa algo?
—No... bueno, sólo tengo una pregunta. Mayleen Baratheon... —pensar en lo que hace años ocurrió con la chica en la herrería le provocaba angustia ahora que sabía de sus padres—, la hija de Robert y Cersei...
—En realidad —comenzó Davos—, Ned descubrió que su padre no era Robert. Jaime lo era en su lugar. ¿Queríais una hermana?
—No... no era eso, en realidad me preguntaba si ella está en estos momentos en Invernalia.
Claramente más relajado de que aquella joven no fuera sangre de su sangre se atrevió a preguntar en esa segunda ocasión.
—Así es —aclaró Jon—, ¿por qué? ¿Os conocéis?
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Realm || Juego de Tronos
Fanfiction❝ ÉL SE CASÓ POR AMOR CON MAYLEEN. EL AMOR ERA LA MUERTE DEL DEBER. ESA FRASE ERA LA QUE SE REPETÍA CADA DÍA ❞ •[Juego de Tronos] •[Temporadas 7 y 8] Invernalia ha sido reconquistada del poder de los Bolton gracias a Sansa y Mayleen Stark, pero ahor...