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El bosque estaba siendo consumidos por las intensas llamás, podían escucharse las pisadas de algunas personas desesperadas.

- ¡Sasuke es hora!- exclamó Naruto quien tenía en sus brazos a un bebé, la cual no paraba de llorar- ¡Los cazadores están cerca tenemos que proteger a nuestras hembras!.

El pelinegro miro con tristeza a su pequeña cerezo, quien se encontraba llorando.

Es díficil.

No quería hacerlo, no podía dejar a su hembra sola.

- Hermano ya todo está listo- aviso Itachi al ver como su hermano dudaba- tienes que dejarla, es por su bien.

- no quiero Itachi- confeso el.

- lose, pero es la única manera para que sus mujeres estén a salvo.

Sasuke dejo escapar un suspiro lamentero, su hermano tenía razón. Tenia que proteger a su pequeña de esos malditos cazadores, el azabache con todo el dolor de su corazón le entrego a la bebé a su hermano acto que imitó Naruto.

- te encargó a Sakura Itachi.

- y yo a mi Hinata, protegerlas.

Pidieron ambos hombres mirando por última vez a sus pequeñas hembras, de apenas un año de edad.

- lo haré se los prometo.

El Uchiha menor vio como su hermano se alejaba con su pequeña cerezo en brazos. Odiaba como todo se fue a la basura en cuestión de segundos, odiaba a esos cazadores por haber declarado la guerra a los lobos. Por su culpa, tuvo que alejar a su compañera de su lado, Sasuke había querido tenerla, cuidarla y protegerla por si mismo.

Verla crecer y ver su sonrisa, y sobre todo, verla convertirse en toda una mujer, su mujer.

- Sasuke, tenemos que regresar- hablo el rubio al momento en que ambos escucharon el aullido del Nara.

- hmp.

" Solo espérame Sakura" pensó el azabache mirando a la luna llena. No importa cuánto tiempo le tome, el encontrará a su compañera,no importa cuantos años pasen.

Sakura abrió sus ojos de golpe. Mientras que varias lágrimas recorrían sus mejillas sin parar.

La pelirosa se incorporó posando una mano en su pecho, el cual. No paraba de latir, siempre era el mismo sueño, desde que había cumplido los seis años, fue cuando empezó a tener esos extraños sueño. Y el presentimiento de que una parte de ella le faltaba, no sabría explicar ¿Que era esa sensación que estaba experimentando?.

- ¡Maldición llegaré tarde a la escuela!- exclamó la pelirosa levantándose de la cama, metiendose al baño- de seguro Hinata me debe de estar esperando.

Sakura se ducho y vistió lo más rápido que pudo, peino su cabello y agarro una manzana de la cocina, por suerte su departamento era pequeño. Cómodo para que solo una persona viva en el, la pelirosa salió de su apartamento corriendo por las calles del pequeño pueblo.

La chica corría desesperada para lograr llegar a tiempo a su destino.

Por suerte para la pelirosa, ella podía correr a una velocidad sobre humana, gracias a que ella no era una humana del todo. Por esa misma razón es que Hinata y ella no tenían ningún amigo en la escuela, todos siempre la veían raro se reían a sus espaldas. O sacaban todo tipo de rumores sobre ellas.

Cuando ambas cumplieron los diez años, descubrieron su verdadero origen gracias a Chiyo una anciana que se dedicó a cuidarlas. Les explico que ellas eran unas híbridas, Chiyo les enseñó a controlar sus impulsos de lobos. Y de como cambiar su forma humana a lobo, asta que la anciana murió dejandolas solas en el mundo. Sakura se preguntaba todas las noches por su familia.

Nuestro encuentro (Alfas y Mate) SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora