Séptimo capítulo
Ese día, después de correr lejos del lugar donde había tenido lugar el enfrentamiento con Mark, pensó por un momento en entregarse a la policía, confesar todo y delatar al maldito que había manipulado su vida de tal modo que había terminado por lastimar a inocente.
Se metió a un hueco oscuro, una tapera alejada de todo para reponerse y dejarse llevar por el dolor cegador del recuerdo del peso de Saint hundiéndose en sus brazos, pronunciando las últimas palabras, dejandole el sabor de un beso sangriento en los labios.
Sobre un colchón sucio se acurrucó para gritar la amargura, para hundir los dientes en la carne del brazo herido intentando ahogar los sonidos que salían de su garganta. Se durmió allí, el dolor del cuerpo tapado por la vergüenza y la culpa de lo que había provocado. Se despertó horas después, el sol estaba saliendo una vez más y el celular vibraba con insistencia. Lo desbloqueó y encontró al menos treinta mensajes del grupo de trabajo, algunos más de compañeros de la Universidad, ninguno de Marc. Con los ojos hinchados intentó enfocar y tuvo que repasar los mensajes para convencerse que era real.*Oh dioses, no puedo creer que sea verdad.
*¿Entonces Saint es el hijo del jefe?
*Dioses, es tan triste, siempre pareció un buen chico.
*¿No habrá delatado lo que hablábamos aquí?
*No digas eso!
*Perdón perdón, son los nervios, también me pone mal lo que pasó.
*¿Creen que sea verdad?
*Es lo que dicen en las noticias, fue un intento de secuestro.
*Pobrecito, tal vez trató de defenderse o huir.
*Suspendieron las actividades por dos días, supongo que es para investigar.
*Investigar qué? No pensarán que fuimos nosotros.
*No seas bruto!
*Solo digo...
*Pues no digas tonterías, de seguro alguien querían cobrar un rescate a su familia.
*El padre tenía con que pagarlo.
*Pobre Saint...
*¿Creen que se salvará? Por lo que escuché en las noticias tuvieron que resucitado y tienen que sacarle la bala.
*Habrá perdido mucha sangre, la ambulancia tardó en llegar, fue en la zona fea de la ciudad.
*¿No será que fue a comprar drogas?
*¡Pero que ganas de decir tonterías! Es de Saint quien estamos hablando!
*¿Qué? Que esté forrado en dinero no lo hace un santo.
*Eres un estúpido.
*Te enojas porque ni siquiera una vez miró en tu lado.
*Me enojo porque dices tonterías, es horrible que pasó, dijeron que no saben si va a salir de terapia.
*Pobre familia, espero logre salir de ésta.
*Es joven y fuerte, tiene eso a su favor.Repasó un par de mensajes más, pero lo importante estaba allí, Saint estaba vivo, grave, pero vivo. Escondió la cabeza en el colchón y dejó que las lágrimas corrieran libres hasta que tuvo la cabeza para escribir un mensaje y enviar al grupo.
Pobre Saint, es un buen chico, recién me entero de la noticia.
Se odió al escribir algo tan insignificante cuando lo que realmente quería expresar es que sentía el pecho en agonía por haber causado algo tan cruel, por haber traicionado un amor tan dulce como el que le daba Saint de manera desinteresada. Pero ese mismo dolor, ese desgarro que sentía entre sus costillas fue el que le despejó la mente y le dio un nuevo propósito, y aunque le costara todo, haría pagar a Mark.
〰️〰️〰️
Volvió a ver a Saint cinco meses después de el día en que lo había dejado tirado en el suelo inmundo del departamento al que lo llevó engañado.
Mil veces repasó cada acción, cada mentira que salió de su boca, y la misma cantidad de veces se cuestinó si seguir adelante era lo correcto, si el destino no lo alcanzaría más temprano que tarde. No fue así, el azar tenía una forma extraña de hacer las cosas, y con astucia había, no sólo podido librarse del castigo que merecía, sino que había conseguido un puesto cerca del jefe de la familia y ganado la confianza de todos en la empresa. De esa forma consiguió hacerse con el departamento que había sido de Saint, el lugar donde se habían amado por meses, donde lo había visto despertar enfurruñado, acurrucarse para ver alguna película, llenar sus mejillas de dulces y dormirse agotado entre sus brazos. Cada pared, cada rincón, eran su forma personal de tortura, había veces que se descubría a sí mismo teniendo charlas imaginarias con él, escuchando su voz, oyendo su sonrisa, respirando su perfume de manera tan vívida que podía saborearlo. Y un día estaba allí, a metros de él junto a uno de sus hermanos, en la vereda que habían cruzado miles de veces, por la que habían caminado cada noche al volver. Esta allí, tan cerca y tan inalcanzable que sintió el aire dejar de fluir hacia sus pulmones. Apenas pudo adivinar su aspecto, estaba mucho más delgado de lo que era saludable y pensó ver una rigidez que nada tenía que ver con su personalidad. Por unos segundos, el impulso de correr hacia él fue demasiado, la tentación con la capacidad de destruir lo que estaba construyendo carcomiendo su determinación, aunque al final el sentido común ganó la partida y se limitó a empaparse de la visión a la distancia, aunque en secreto esperaba que Saint lo reconociera y terminara de una vez con el suplicio que era vivir de esa manera.〰️〰️〰️
Muchas veces pensó en como sería el reencuentro, por lo que sabía, Saint no recordaba nada del tiempo previo al ataque y era una persona horrible y enferma por sentir gratitud por ese hecho, aún así soñaba con esa nueva primera vez, porque era imposible que esos sentimientos hubieran muerto, desaparecido del alma del castaño. Sabía que no merecía nada, más bien tendría que estar en la cárcel pagando por su crimen, pero cuando, pasado ocho meses, Saint pasó a su lado sin siquiera dirigirle una mirada, algo dentro suyo se resintió y se negó a la evidencia, él no era nadie, solo un desconocido, un rostro más en la multitud de empleados que pertenecían a la empresa familiar.
-Perth! Perth! - la voz de la jefa de personal lo sacó de su ensoñación.
-Eh... ¿Si?
-¿Una mala noche? -preguntó levantando las cejas- te estaba diciendo que necesito que lleves este nuevo contrato para la admisión.
-Ohh si -lo tomó y miró de reojo- ¿Un nuevo pasante?
-¿No te enteraste? -bajó varios tonos de voz y se acercó para que lo escuchara- es Saint... el hijo del jefe, parece que quiere tenerlo cerca, y no es para menos.
-¿Va a trabajar aquí? -esperaba que el temblor en sus palabras no fuera evidente.
-¿No lees los mensajes del grupo? -palmeó su hombro- tienes un nuevo compañero.
-Qué...
-Oh! -interrumpió cualquier pensamiento racional- aquí viene.No estaba preparado, nada en el mundo lo habría hecho.
-Perth, desde mañana el es tu nuevo compañero en la oficina de pasantes -anunció mientras el otro estaba a unos pasos de él- Saint, Perth puede ayudar a aclimatarte en tu nuevo espacio, tomalo con calma ¿si?
No escuchó la respuesta, su mente estaba puesta en que el corazón no saliera por la boca y sus huesos fueran lo suficientemente fuertes para sostenerlo. Buscó sus ojos a la vez que extendía la mano un tanto sudada por estrechar la suya.
No sabía que esperaba, de seguro más de lo que merecía, para lo que no estaba preparado era para ver en los ojos de Saint algo que le taladró el alma, y es que qllí no había nada, ni una pizca de reconocimiento, odio o bronca, mucho menos rastro del amor que alguna vez le había tenido.〰️🖤〰️
Hola gente!!!!
Espero que le haya gustado este capítulo, y como es en principio, un OneShot, pronto tendremos el final.
Les agradezco su paciencia y el cariño que me dan. Un beso inmenso, cuidense.
P.D: gracias a quienes dejan su estrellita y comentario.
ESTÁS LEYENDO
Moneda de cambio
FanficOne shot del festival PinSon. Para quienes no lo leyeron o para quienes esperaban un poco más de esa historia, aquí está.