Arrepentimiento

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Cuando tienes muchas responsabilidades, sientes que no mereces ser feliz ni tener buenos recuerdos, así era como me sentía, después de cada risa, después de cada salida con shoko, sentía que debía pagar con mi propia sangre por esos momentos, entonces llegaba un punto en el que ya no buscaba ser feliz porque eso lastimaba más de lo que me ayudaba y no era justo, jamás sería justo...









Desperté antes que geto, no tenía muchas ganas de verlo por la mañana por lo que solo me duche, vesti y desayuné algo ligero antes de dejarle una nota y salir de casa, en la nota intente sonar lo menos incómodo posible, pero supongo que no lo logré.

"Geto, me adelantó a la academia primero, y sobre lo de anoche... No le des muchas vueltas en tu cabeza, paso lo que pasó, pero no quiere decir que haya dejado de ser hetero, eso fue solo un... desliz, espero que no me odies al menos, nos vemos en unas horas.

Gojo"

Decidí irme a pie, me ayudaba a despejarme y ver el amanecer hacia que mi corazón se sintiera un poco mejor, claramente lo que había dejado en la nota era una vil mentira, pero pensé que era lo mejor para ambos, hacer como si nada hubiera pasado y en algún momento volveríamos a la normalidad, esperaba eso con ansias, pero algo dentro de mi me decía que jamás pasaría.

Era una mañana muy linda, las flores de cerezo caían con el viento, y entre el, escuché la risa de geto, esa que desde el principio me había hecho sentir mejor y más feliz, me vino a la mente la imagen de su rostro sonriendo, parecía como todo a su alrededor se iluminará... Mierda, no podía dejar que eso me afectará.
Perdido en mis pensamientos lo que parecieron minutos fueron horas, y con ello el volver a la academia, lo que le dió final a mi momento de paz, tenía miedo... De verlo
Un momento ¿Miedo? ¿Yo? Era completamente ridículo.

Un poco molesto por pensar aquello fui camino a la entrada de la academia y ahí me encontré con el director yaga limpiando la acera que estaba cubierta de hojas de cerezo, al parecer a él le pareció mucho más extraño que a mí el que haya llegado temprano, por lo que dejó su labor de lado y se acercó a mi.

- ¿Te pasa algo gojo?

Sacudí la cabeza a ambos lados en señal de negación, no quería hablar de ello y menos con el director, pero al parecer entendió por mi forma de estar, lo que pasaba.

- Sabes... Deje a geto contigo porque los dos son muy diferentes, el no se ve muy fuerte a la vista, pero lo es, aún así tu lo juzgaste y decidiste que no era lo suficientemente bueno para estar a tu lado, o eso es lo que aparentabas, porque gojo, la verdad es que estás igual o más asustado porque tienes miedo de tener a alguien importante en tu vida y que tú lo lastimes o te vuelvas débil, pero la verdad es que... el tener a alguien que nos quiera siempre nos hará mejores, deberías pensar en ello.

Agaché un poco la cabeza y mordí mi lengua hasta hacerla sangrar, quería dejar de escuchar su puta voz, porque me negaba a llorar en medio de la puta academia, pero parece que yaga no entendió mi lenguaje corporal, porque antes de que me fuera, sin voltear a verme menciono algo serio:
- Deberías empezar a ver quién es bueno para ti y quién no.

Lo único en lo que pude pensar es que se refería a todas aquellas chicas con las que pasaba el rato, pero sinceramente, no era de su puta incumbencia con quién estuviera y con quién no, así que me límite a responderle entre dientes.

- Gracias yaga.

Camine por los pasillos intentando quitarme su puta voz de la cabeza, hasta que llegue al aula, shoko ya estaba ahí, pero seguía sin haber señal de geto, al menos me alivie un poco, pero shoko pareció notar también que algo me pasaba, por lo que en vez de saludarme como normalmente lo haría, fue al punto.

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