¿Que es la libertad? El poder decidir era la respuesta, pero para mí, la libertad es más que la libre elección, para mí era un lugar, en el que no tuviera que pretender ser algo que no era, en el que no tuviera que huir de las sensaciones y emociones, pero sobre todo sería un lugar en que el hecho de ser gojo satoru no significara nada, así pues, ¿Cuánto tardaría en poder ser libre?
Estaba mirando al nuevo sin decir una palabra mientras caminábamos a la salida de la academia, habían pasado 20 minutos de que el entrenamiento había terminado y aún veía como se esforzaba por no vomitar; la curiosidad me picaba, quería preguntar que se sentía comerse una maldición pero creía que no era el momento para hacerlo.
Llegamos al estacionamiento y un pétalo de flor de Sakura se poso en la cabeza del nuevo, no me había percatado hasta ahora que ya era esa época del año, voltee hacia arriba y sonreí un poco, el medio día se veía precioso combinado con la caída de flores de Sakura.
- Tienes una sonrisa inolvidable- escuché decir a geto, sacándome de mis pensamientos, y al observarlo de nuevo, vi que el también tenía una sonrisa, pero la suya era diferente a las de antes, está se sentía amable, se sentía genuina.
- ¿Si? Y la tuya parece de un adolescente embobado- solté una risita y antes de que llegáramos al auto lo tome del hombro y camine en dirección opuesta al auto- antes de irnos, deberíamos comer takkoyaki, además en unas horas iré a un club, y quiero que tú me acompañes, pero no te llevaré con los andrajos que llevas puestos.
- ¿Desde cuándo te preocupas por mi aspecto?
- Desde que me ven contigo.
Sin más quejas caminamos fuera del estacionamiento y nos adentramos en la zona comercial de la ciudad, ya empezaba a tener hambre y el olor que provenía de los restaurantes no hacía más que darme ganas de comer, por lo que apresure un poco el paso hasta que me detuve enfrente del puesto en el que siempre compraba takkoyaki.
Tome dos palitos y le di uno a geto, el gustoso empezó a comer mientras yo pagaba por ellos.- Hace un tiempo que no veía tu rostro por aquí jovencito ¿Cómo te va?- pregunto la señora que siempre me atendía.
- Todo bien señora, he estado más ocupado porque llegó un estudiante nuevo a mi escuela y tenía que hacerme cargo de el.
- Oh! Es ese joven apuesto que viene con usted ¿No es verdad?- volteo a ver a geto detenidamente.
- Si, es el, aunque sea de mi edad no hace más que darme dolores de cabeza.
Los dos nos reímos cómplices y después de despedirme regrese junto a geto que había encontrado un lugar donde sentarse a ver las flores caer.
- ¿Conoces a la señora que atiende?
- Eh.. si, vengo con ella desde que entre a la secundaria, aunque a shoko no le gustan mucho los takkoyakis, siempre me acompañaba a comerlos.
Comencé a comer del mío y nos quedamos en silencio solo disfrutando de la vista, cómo era medio día no había mucha gente por la zona por lo que el único sonido que se escuchaba era el de los pájaros cantar.
No podía recordar hace cuando había sentido está tranquilidad con una persona que no fuera shoko, y eso de alguna manera me hizo sentir un poco solitario, pero no podía darle entrada a la tristeza, porque yo era gojo satoru, no podía estar triste; Poco a poco mi sonrisa fue disminuyendo hasta desaparecer.
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Metanoia
FanfictionMe sentía incapaz de amar, de empatizar y de sentir, pero el con sus ojos oscuros y su sonrisa de gato habían estremecido mi corazón desde el momento en que lo ví. - Contenido sexual explícito - Inicio: 12/01/2023 - Fin: ??? © Todos los personajes p...