Arisa es una chica que apenas tiene un año de estar en el monasterio, que posee grandes cualidades,por ello es una promesa para en un futuro pertenecer a los paladines,heredera del libro rojo con el cual arrebataria la vida de los vampiros y su maso...
Duval había despertado , mientras Morio preparaba comida.
—Despertaste.
—¿Dónde está Arisa? —observando el lugar y buscandola con la mirada.
—Pensé que era otra mujer la que te había encantado, jamás pensé que fuese ella.
—¿De qué hablas?
—Detrás de ella están los más grandes , muchacho.
—Explícate bien—le ordena sobresaltandose.
— Anoche al fin se deshicierón de tu padre.
—¿Qué? Mi padre está muerto—recordando su rostro.
—¡Si! El padre de ella , Anton Elric está vivo , y fue el quien le quito la vida.
—Pero que estas diciendo, él estaba muerto desde hace años— responde sorprendido.
—Eso nos hizo creer, solo esperaba que ella creciera, es uno de los que encabeza todo, un intocable, e inmortal.
—¿Cómo puede ser posible? —pregunta asombrado.
—A como tú seguro lo eres ahora, tomaste su sangre ¿no es asi?
Duval lo recuerda.
—Ella es A3 , a quien se nos ordenó buscar.
—No puede ser.
En la cabeza de Duval no cabía toda esa información, èl sabía muy bien algunas de las cosas que habían planeado y ejecutado los nobles vampiros con los humanos, para sus propios intereses, junto con una parte de la iglesia.
—Ella es la pieza principal en todo eso.
—Y Anton sabrá como usarla— le ofrece un plato con comida.
Duval en un arrebato lo tira al piso, sintiéndose frustrado, en verdad tenía un interés genuino en ella.
—No vuelvas a hacer eso, la comida no se tira muchacho.
Haciendo caso omiso a sus palabras, Duval se toma la cabeza entre sus manos , pensando y analizando la situación.
Tendré que recurrir a él, necesitaré su ayuda.
Roland tendría que ser su aliado, para salvarla, aunque también fuese su rival en el amor.
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Vanitas y Noé de inmediato unas horas después se reúnen con Olivier y Roland en secreto, quien se siente mal y no puede creer lo que ella fue capaz de hacer.
—Esa no es la Arisa que conozco, quizás la estaban controlando como al parecer siempre lo han hecho.
—Aún así, siendo controlada o no, sus manos están manchadas Roland—Olivier era consciente de ello.
