Tere Bina

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-¿un hermano gemelo? inquirió Kaworu sorprendido. 

El señor Kyoji solo asintió, mientras entregaba las actas de nacimiento de ambos hermanos, el anciano le dio a un estupefacto Kaworu, su acta de nacimiento, quien se encargaba de revisarlas. El hombre solo se le quedó mirando al muchacho de cabello gris allí el chico se enteró de diversos temas de los cuales jamás hubiese imaginado. 

-Sabía que era adoptado.. pero no que mi madre estaba encerrada en una institución mental, y que la abuela de Shinji, les había quitado a sus hijos. Pero cómo... Y que mi verdadero nombre es Kaworu Nagisa.. ¿cómo...?  El joven alzó sus ojos. 

-Trabajé para la familia Ikari hace mucho tiempo. La hermana de la señora Ikari no podía concebir por ese motivo cuando tu madre una jovencita de en ese entonces diecisiete años tocó a la puerta de la casa de los Ikaris, ella, echada de su casa, sin trabajo, ni marido, consideró dárselos a la abuela del joven Shinji, por un buen dinero. Pero su madre se arrepintió en cuanto los tuvo a su hermano y a usted, pero a la abuela de Shinji no le pareció. Les quitó a los niños, como su hermana solo necesitaba uno, le entregó a su hermano a aquella mujer, y usted fue dejado en un orfanato. 

El hombre joven sentía todas esas cosas que le estaban diciendo como si fuesen bombardeos de información. Entonces ahora entendía el por qué su hermano deseaba vengarse de aquella familia que en medio de su egoísmo había querido quitarles a sus hijos a una madre a cambio de dinero. El señor Koyji miró al joven de cabellos grises, quien seguía conservando el acta de nacimiento. El viejo le dijo.

-Entiendo, señor Illustrious. Que ya no desee recuperar al joven y..

Kaworu miró al anciano y le dijo.

-Por supuesto que deseo recuperar a Shinji. Exclamó Kaworu.-Me ofende Koyji que creas que no voy a tratar de salvarlo. 

-Pero señor, su hermano... Él.. El chico es un Ikari.

-Mi hermano no ha entendido que los pecados de la abuela de Shinji son solamente los de ella.  Pero él en su venganza ha querido transmitírselos a Shinji, eso es algo que no permitiré. 

Shinji "Te prometo que este no será nuestro último abrazo, te haré feliz, cueste lo que cueste, incluso si debo esperar mil años más para verte sonreír otra vez" 



Shinji había despertado completamente atado a la silla, no tenía idea de dónde se encontraba, solo sentía que el cuerpo le estaba completamente entumecido, y que se encontraba atado. El chico miró por doquier, el joven trató de pedir ayuda, pero sus labios se encontraban sellados, Shinji se dio cuenta de que tenía la boca atada con una tela negra. El lugar a su vez estaba oscuro y no podía distinguir absolutamente nada entre tanta oscuridad. Las únicas palabras que vinieron a la mente del joven fueron sobre Karl, o mejor dicho, el verdadero Kaworu. Necesitaba encontrarlo finalmente lo había entendido todo, también lo amaba y deseaba estar con él. Shinji estaba intentado liberarse de aquellas ataduras, pero de repente sus intentos de fuga fueron frustrados por unos pasos, el joven escuchó que alguien abría la puerta. Este era Karl quien lo miraba con una mirada fría y desafiante.

-¿cómo te encuentras Shinji-kun? Preguntó. 

-¿Karl? inquirió el joven.-¿Qué vas a hacerme? 

-!Ohh! No te preocupes. En cuanto llegué tu hermana y tu prima daremos inicio a esta sesión. 

-¿Qué sesión? 

Karl no respondió solo mostró una sonrisa perversa. El hombre joven de cabello gris se acercó al chico, pus su mano sobre su barbilla, y le dijo. 

El descaradoWhere stories live. Discover now