10

1.2K 97 15
                                    

Tres días habían pasado desde el amargo encuentro, Keigo se pasaba día y noche esperando una llamada o mensaje, no entendía del todo que estaba sucediendo, y aunque la última vez que lo vio sintió un vacío enorme en el pecho, él inocentemente creía que estaban empezando de nuevo.
Dos de la mañana y allí estaba él, hecho bolita abrazando la almohada con el móvil a un lado esperando que suene, y esa era su rutina desde que todo se torció. Cuando ya estaba perdiendo toda esperanza la pantalla se encendió, lo tomó con rapidez y pudo ver el mensaje.
Miro el texto en su teléfono mientras intentaba contener las lágrimas.

[Te veré en el hotel, "La gran suite Sakura", espérame allí, utiliza mi tarjeta para pagar la habitación]

Se levantó de la cama de un salto y entró al baño, apenas podía contener la emoción, observándose en el espejo pudo notar las ojeras debajo de sus orbes dorados, las cuales decidió cubrir con maquillaje al terminar de ducharse, se coloco un atuendo diferente a los suéters holgados color crema que solía usar, y salió para allí.
Estando donde habían quedado le envío un mensaje para confirmar que estaba en el sitio, mientras se recostaba en la cama King Size, nunca se había sentido cómodo en ese tipo de lugares, por algún motivo sentía no encajar, tomó él móvil en sus manos, cada pocos minutos revisando si tenía respuesta, hasta que la ansiedad lo carcomió y decidió enviarle otro mensaje:

[Por favor Enji-San, no tardes quiero estar contigo]

Apenas terminó de enviar el mensaje la puerta fue abierta y entró la fuente de su desespero.
Sus manos comenzaron a temblar, de emoción, corrió hacia él y lo envolvió en sus delegados bracitos,
-"Te extrañé tanto estaba esperando ésto"- intentó sostener la mano contraria en sus dos pequeñas manitas pero el pelirrojo lo apartó,
-"Vamos directo al grano"- Se acercó a la estantería y tomo una botella de Whisky, se sirvió en un vaso mientras se sentaba en la cama desabrochando su camisa, la mirada de Keigo recorría el musculoso cuerpo de Enji con devoción, lentamente y con torpeza se acercó a él y dejo un suave y casto beso en su pecho, mientras comenzaba a lamer y succionar sus pezones con necesidad, como si su vida dependiera de tener ese contacto, haciendo jadear de sorpresa al mayor. El pelirrojo se aclaró la garganta y después de un leve carraspeo habló:
-"Veo que estás más atrevido que de costumbre, ahora que no tienes que ocultar tu verdadero yo"-
Esto hizo que el pequeño se ruborice, escondiendo su carita en el pecho contrario mientras balbuceaba algo inentendible,
-"Habla claro"-
-"E-es que te necesitaba, t-te amo tanto"- susurró con nerviosismo mientras seguía escondiendo su cara en los pectorales ajenos.
El de ojos azules lo tomó de la cintura con fuerza estrujandolo casi con la misma intensidad que días anterior había estrujado su corazón, haciéndolo soltar un quejido doloroso antes de ser tirado en la cama con fuerza,
-"Mmmghh Enj..."-
No puedo terminar de hablar cuando la lengua del mayor ya estaba metida en su boca con fiereza mientras le desprendía la camisa, el simplemente se dejaba hacer con sumisión, el pelirrojo comenzó a morder su cuello, bajando hasta su pecho donde comenzó a maltratar los botones rosados. Su pequeño cuerpecito temblaba por el tacto, su cara roja, respiración pesada y un leve hormigueo entre sus piernas, jadeo con fuerza al ser despojado de sus pantalones y ropa interior a la vez,
-"En cuatro"-
Torpemente se coloco dejando su desnudo trasero a la vista del mayor,
-"S-soy tuyo Enji-San"-
Un fuerte chasquido salió de los labios contrarios, su pesada mano palmeó el redondito trasero de Keigo haciéndolo quejarse levemente.
-"No vuelvas a mentirme"- soltó con enojo antes de volver a azotar su trasero.

Los gruesos dedos eran introducidos con fuerza en la estrecha y lampiña entrada, mientras el rubio soltaba fuertes gemidos, algunos eran tan necesitados que hacían perder la compostura al mayor, quién se estaba asegurando de prepararlo levemente a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Los gruesos dedos eran introducidos con fuerza en la estrecha y lampiña entrada, mientras el rubio soltaba fuertes gemidos, algunos eran tan necesitados que hacían perder la compostura al mayor, quién se estaba asegurando de prepararlo levemente antes de entrar, si bien no pensaba ser cariñoso, entendía que Keigo no soportaría su tamaño sin ser dilatado.
Quitó sus dedos de la rosada y ahora dilatada entrada se quitó la corbata, dejando su camisa desabotonada mientras amarraba las manos del blondo detrás de su espalda, la carita del contrario chocó contra la almohada donde fue oculta rápidamente con vergüenza, volvió a palmear sus magulladas nalgas y se quitó los pantalones, dejando solo su ropa interior, comenzó a rozar su miembro en la entrada, aún con los calzoncillos, observando la delicada espalda del más pequeño, su piel suave y clara, pero con un subtono casi dorado le estaba tentando a marcarla, y así fue lo hizo, se aproximó a sus omóplatos mordiendolos con fuerza, ante esto el cuerpo debajo de él se tensó y respondió con un fuerte gemido ahogado en la almohada.
-"ah mgghhh"-
-"Quítate la puta almohada de la cara"- gritó jalando de la misma y tirándola al suelo.
Se posicionó detrás del rubio quitando su propia ropa interior y se introdujo de una con fuerza,
-"Ahh, ahhh Mmmgh"- los gemidos del rubio salían casi como quejidos, y sin esperar a que esté preparado el mayor simplemente comenzó a dar estocadas fuertes, certeras, mientras sostenía el delicado cuerpo de las caderas dejando sus manos marcadas.
Las manitas del rubio amarradas sobre su espalda picaban por moverse para cubrir su boca y tapar los gemidos, pero le era imposible moverlas.
Y así transcurrió la noche, entre sonidos húmedos de pieles chocando y gemidos tortuosos saliendo de los belfos del ojiambar acompañado de los jadeos del mayor.

Estaba amaneciendo cuando acabaron, el rubio se encontraba recostado en medio de la cama, con su respiración agitada hecho bolita sosteniendo su vientre mientras sollozaba, el mayor bebía lo que quedaba en su vaso sentado a la orilla de la cama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba amaneciendo cuando acabaron, el rubio se encontraba recostado en medio de la cama, con su respiración agitada hecho bolita sosteniendo su vientre mientras sollozaba, el mayor bebía lo que quedaba en su vaso sentado a la orilla de la cama.
Los sonidos lastimeros del rubio preocuparon al mayor,
-"¿De qué carajos te quejas tanto?"-
-"D-duele, me duele mucho"- lloriqueo el de ojos dorados tratando de respirar adecuadamente,
-"Tsk, ¿Dónde te duele?"-
-"L-la pancita y..."- se ruborizó -"D-detrás"-
-"Toma algún analgésico"- respondió el pelirrojo mientras se subía los pantalones, el rubio vio de reojo está acción, se movió con dificultad hacia la orilla de la cama y se aferró al torso de Enji,
-"Acurrúcate conmigo P-por favor"-
-"Debo irme"-
El impacto de eso golpeó al pequeño con fuerza, las lágrimas otra vez se formaron en sus ojos, una mezcla de tristeza y desesperación se apoderó de su ser, soltó el torso contrario dejándose caer en la cama mientras cubría su carita, el pelirrojo pudo observar el cuerpo desnudo del más pequeño, magullado y con rastros de sexo contraerse debido al llanto, una punzada se formó en su pecho la cual intento eliminar por medio de un carraspeó pero falló.
-"¿D-de verdad ya te irás?"-
El pelirrojo volteó hacia dónde el estaba y respondió secamente,
-"No te preocupes, volveremos a vernos"-
-"¿Q-qué significa esto Enji-San?"- Volvió a aferrarse al cuerpo contrario mientras cubría su llanto en la ancha espalda del mayor,
-"V-vendrás a verme otra vez?"-
No obtuvo respuesta, el ojiazul se las arregló para alejarlo y se levantó dirigiéndose hacía la puerta, el más pequeño se levantó torpemente, caminando como cervatillo recién nacido se acercó al pelirrojo y lo tomo de la mano,
-"E-espera ven"-
-"¿Qué quieres?"- cerró la puerta tras de de si y volvió al interior de la habitación, sentándose en la cama nuevamente observaba atentamente como el pequeño sacaba algo de su mochila,
-"T-ten, yo... Quiero demostrarte que no estoy contigo por el dinero"- le entregó la tarjeta al contrario con la cabeza gacha, esté no la tomo solo soltó una risa irónica y dijo,
-"No se a que estás jugando ahora, pero quédatela, si no quieres usarla al menos paga el hotel donde nos veamos con ella, no quiero tener sexo en la casa de tu amante"-
Dicho esto se fue del lugar dejando al rubio hecho pedazos, se recostó con la tarjeta en la mano, su mente estaba en blanco, la observó unos segundos y luego lo dejó caer sobre la cama, mientras las lágrimas corrían por sus mejilla, se hizo bolita tratando de contener el dolor en sus entrañas, y en su mente se repetía una y otra vez
-*Haré lo que sea, no quiero perderlo*- un sollozo fuerte escapó de sus labios mientras se repetía una y otra vez que todo volvería a la normalidad.

Así estuvo durante horas llorando en la fría habitación de hotel, con el corazón roto, preguntándose una y otra vez.
-*¿Qué tipo de relación es esta?, ¿No le importa si me duele estar con él?, ¿Qué es esta sensación de vacío? Casi... Me recuerda a cuando era pequeño*-
Hasta que al fin quedó dormido.

My boy(EndeHawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora