04

1.7K 133 8
                                    

Subió las escaleras y allí estaba su bonito novio, acurrucado entre las mantas, se tapó y le dió la espalda, intentando dormir, Toya le había metido cosas en la cabeza, tenía dudas y no quería interactuar con Keigo en ese estado, no quería herirlo por sus sospechas pero al final, lo hizo, lo lastimó.
-"E-Enji-San"- Escuchó la voz del rubio, sonaba agitada, incluso algo triste
-"Dime"-
-"¿P-por qué no me abrazas? S-siempre dormimos abra..."-
-"No seas exagerado, solo quiero mi espacio "-
El blondo acostumbrado a que su novio le satisficiera todos sus caprichos, se acercó a su pelirrojo y lo abrazó, aferrándose a él y escondiendo su cabecita en la espalda del mismo.
-"¿Puedes dejar de ser tan pegajoso?"-
-"Perdón Enji-San pero no puedo, no quiero dormir en una cama fría y aburrida solo, sin nadie a quién abrazar"- Espetó con un pequeño puchero, viendose muy adorable en ese momento, tanto que el mayor sintió ganas de acariciarlo y consolarlo.
-"Tsk, ¿Cómo te fue en el maldito orfanato en el que creciste? No me digas que tú amiguita te abrazaba porque al niño le daba miedito dormir solo"- Comenzó a mofarse el de ojos azules.
-"Bueno, es algo extraño y vergonzoso, pero sí, dormía con ella, dormíamos en la misma cama, ella me daba la mano y me hacía sentir feliz, me sentía amado"- Se vio un poco avergonzado de decir eso, su rubor era notorio.
Poco después añadió:
-"Yo... Yo... La extraño, la echo de menos, por favor dime qué puedo ir a visitarla cuando lleguemos a Tokyo. Por favor, la quiero ver de nuevo"-  Se podía notar lo mucho que el de cabellos dorados amaba a Mirko.
Parecía muy angustiado y cubrió su carita tratando de contener las lágrimas.
-"¿Sabes qué? No tengo ganas de hablar ahora"-
-"Pero Enji-San Rumi es com..."-
-"DIJE QUE NO QUIERO HABLAR, parece que te importa más ella que el hecho de haberla cagado hace un par de horas, si tanto la extrañas envíale un puto mensaje"-
-"No es que no me importe, solo no quiero ponerte más enojado de lo que ya estás"-
-"No quería empezar a discutir sobre tu comportamiento ahora, pero haz colmado mi paciencia, a mis hijos nunca les he permitido ser así de mimados"-
-"Por favor, por favor, dime ¿En qué estoy mal? Yo puedo mejorar"- Keigo siempre había sido totalmente sumiso, por ello hacía todo lo que su pareja pedía, el dependía emocionalmente de su novio.
-"¿Qué clase de persona finge una reacción alérgica grave para llamar la atención?"-
El más pequeño se quedó en silencio,
-"¿Por qué te quedas callado?"-
-"Enji-San nunca me había dicho nada tan feo"- Cascadas de lágrimas caían de los bonitos ojos dorados, el sollozo ahogado se dejaba escuchar en toda la habitación.

Ante está respuesta el corazón del pelirrojo dió un vuelco, la culpa lo invadió, sin decir nada se dió la vuelta apartándose de su angelito.
Sin embargo no soporto escuchar los sollozos, por lo que se volteó y lo jalo contra su pecho.
"-Mi amor lamento haberme molestado contigo no quise tratarte mal... Es solo que Toya me metió cosas en la cabeza, para mí es difícil dudar de él es mi hijo, olvidemos este asunto, no culpemos a nadie, ni a ti ni a Toya"-
-"N-no pasa nada"- Sorbió su naricita "-Lo entiendo. No tienes nada de que disculparte"- Dice mirando hacia otra parte, claramente enrojecido"-
El más grande besó sus labios y lo acercó más a su cuerpo -"Bebé mañana iremos a almorzar, después te llevaré al templo, ¿Te gustaría?"-
-"¡¡¡Siii!!!"- Sonríe, su carita aún cubriera de lágrimas pero su expresión feliz.
El pelirrojo acaricia su cabecita y el rubio se acurruca más en sus brazos.
-"Gracias, me gusta dormir así"- Se queda en silencio junto a él con los ojos cerrados.
Enji sonríe y dice: -"Ahora, mi amor, vamos a dormir"- Los cubre a ambos y lo envuelve con su brazo. -"Duerme bien, mi bebé. Dulces sueños"- Besó Su frente y cerró los ojos. -"Te amo"-

-"Despierta mi angelito, quiero que desayunemos temprano para ir a almorzar en familia"- El más pequeño levantó la vista somnoliento,-"¿M-me dices que soy tu angelito?"- Dijo con voz mansa,-"Eres mi precioso y perfecto angelito"- Besó sus labios, ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-"Despierta mi angelito, quiero que desayunemos temprano para ir a almorzar en familia"-
El más pequeño levantó la vista somnoliento,
-"¿M-me dices que soy tu angelito?"- Dijo con voz mansa,
-"Eres mi precioso y perfecto angelito"- Besó sus labios, y luego recorrió toda la adormilada carita con sus besos,
Debido a esto el menor envuelve sus brazos alrededor del cuello contrario, apoyando su cabeza en su hombro,
-"Te amo Enji-San"-
La testosterona mañanera del pelirrojo termina ganándole, tener a su bonito novio tan adorablemente sumiso frente a él no ayudaba con su erección matutina, apartó al pequeño de su cuerpo y comenzó a besar sus labios con pasión, metiendo su lengua dentro de la inocente boca, que solo conocía los besos del mayor, -"-Hmmm"- Se le escapa un suave gemido, sonríe, con la cara roja como un tomate.
Una mirada triunfante por parte del más alto y de inmediato se coló entre las piernas contrarias. Enseguida los besos bajaron al cuello contrario y clavículas dónde dejo una fuerte mordida.
-"Mgghhh, ah"- Soltó el rubio.
El sexo con su pareja siempre había sido duro, desde el primer día, sin embargo le era difícil aún acostumbrarse a la dominancia del de ojos azules.
-"Mira bebé ya estás hecho un desastre y ni siquiera te he tocado"-
El ojiámbar intentó cubrir su carita con las manos pero el mayor las sostuvo sobre su cabeza, comenzó a besar su pecho mientras bajaba por el abdomen contrario.
-"Tendrás que ser silenciosos bebé, mis hijos están en la habitación contraria"-
Una mirada de preocupación cruzo en los ojos dorados de Keigo, pero enseguida fue reemplazada por leves jadeos, Enji había introducido la mano en su ropa interior y estaba masajeando su miembro.
El pelirrojo retiro la ropa interior y soltando las manitas contrarias coloco su cabeza entre las piernas del de ojos dorados, comenzando a besar su parte intima e introduciendola de a poco en su boca, mientras tanto el menor se deshacía en gemidos que intentaba amortiguar con sus manitas,
"-Mgghhh... Ahh"-
Se quitó su camisa de pijama y la entregó al rubio,
-"Ten amor muerde esto, así ahogas un poco esos deliciosos soniditos"-
Con las manos temblorosas la tomo y cuando el mayor volvió a su parte intima la introdujo en su boca acallando levemente sus necesitados gemidos.

Enji alzò las caderas de Keigo y se introdujo entre sus glúteos, lamiendo, besando, algunos chupetones notorios en sus muslos y leves mordidas en el interior de sus nalgas.
Mientras preparaba al pequeño con sus dedos y lengua el contrario estaba hecho un lío, revolviéndose en la cama mientras aguantaba los jadeos y chillidos que amenazaban con salir de su boquita pero eran cubiertos por la camisa del más alto.
Se bajó los pantalones, tomo su grueso y largo miembro y lo comenzó a meter, haciendo que de los orbes dorados salieran unas cuantas lágrimas.
Se introdujo con fuerza, tanta que el pequeño rubio no pudo soportar y soltó un fuerte y doloroso gemido.
-"Ahhh... Ahhhhh D-duele"-
-"Shhh mi amor o van a despertar"-
Comenzaron un beso rudo, con lengua y mordidas en medio, mientras el pelirrojo lo penetraba con fuerza, con certeza y precisión, conocía el punto dulce del pequeño y sabía que debían ser rápidos.
Las estocadas fueron intensas, dolorosas para el más bajo, pero como siempre, su pequeño y débil cuerpo soportaba como un campeón el gran tamaño de su pareja.
Tras correrse el mayor salió de su bonito novio y observo la obra de arte frente a sus ojos, su hermoso pajarito, hecho un desastre, con su propio semen manchando su abdomen y el de Enji en sus piernas y glúteos, marcas de amor en todo su delgado cuerpo, mientras su respiración era agitada y sus ojitos mostraban cansancio.
-"¿Está vez no te lastime carino?"- La preocupación era notoria, no le gustaba hacerle daño a su novio mientras hacían el amor, pero le era difícil ser delicado.
-"N-no lo sé, d-duele un poco"-
Acarició su carita y besó sus labios,
-"Eres un buen chico"-
Lo cargó y el pequeño se quejó levemente,
-"¿De verdad?"- Dijo él en un tono de voz adorable, mientras se sentaba en sus piernas, sonrió más, esperando respuesta.
-"Eres el mejor y más bonito, ahora vamos a darnos una ducha juntos bebé"-

My boy(EndeHawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora