#Narra Elizabeth
Llevaba 32 horas sin dormir, entre vuelos, entrevistas y firmas de autógrafos.
Llegué a la mesa dónde iba a realizar la última firma de autógrafos y regresaría a Los Ángeles.
Las doce en punto llegó y las puertas se abrieron dejando pasar a montones de fans.
-¡Elizabeth! ¿Puedo hacerme una foto contigo?
-Claro.
Firmas, fotos y más firmas. Estaba cansada pero me gustaba estar cerca de los fans porque al fin y al cabo si soy algo en el mundo de la música es gracias a ellos. De repente alcé la mirada y en la cola divisé a una chica de pelo largo, esbelta, nariz bien perfilada y mirada penetrante. Llevaba el último disco que saqué en las manos y sin pensarlo llamé a uno de mis guardaespaldas.
James, ¿ves a esa chica de allí?
Sí señorita.
Bien, cuando la firma de autógrafos termine llévala a mi camerino.
Como quiera.
Llegó el turno de aquella muchacha misteriosa que había captado mi atención.
-Ho-hola, tartamudeó.
-Hola, dime ¿cuál es tu nombre?
-Rox.
No pude evitar sonreír ante la respuesta de aquella chica así que le hice una dedicatoria personal en el disco: "Para Rox, chica misteriosa y sonrojada".
Ella miró el CD y un leve sonrojo se volvió a poner en sus mofletes, aquella reacción me hizo sentir bien, así que definitivamente me dije que la debía conocer más.
Cuando pasó la última fan, mi guardaespaldas James llamó a Rox, la chica misteriosa.
-Señorita, se acercó James a Rox.
-¿Sí? Contestó algo nerviosa.
-Acompáñeme.
-No he hecho nada malo.
-No se preocupe, sólo acompáñeme.
#Narra Rox
Un hombre alto con traje y gafas de sol se acercó a mí diciendo que le acompañara. Estaba nerviosa porque no sabía qué pasaba, entonces llegamos a una puerta donde me dijo que esperara y con un gesto de aprobación me pidió que entrara.
La habitación era bastante grande, había dos espejos con pinturas de varios colores, sombras de ojos, una máquina de refrescos y un sillón enorme dónde podían caber perfectamente diez personas. Luego eché la mirada hacia uno de los sillones individuales que había y vi a Elizabeth, sí Elizabeth Gillies. Me di cuenta que estaba en su camerino y no me lo podía creer. ¿Qué querría de mí? Yo sólo era una fan más de las muchas que tenía.
#Narra Elizabeth
Allí estaba Rox, con cara totalmente de sorpresa. La invité a que se sentara junto a mí lo que provocó un leve temblor en sus manos, eso me hizo sonreír.
Sinceramente algo tenía esa chica que despertaba mi atención y deseaba conocerla más a fondo.
-Hola de nuevo Rox.
-Hola Elizabeth, contestó con voz nerviosa.
-Puedes llamarme Liz y no te preocupes sólo quiero hablar contigo. ¿De dónde eres?
-De España.
-Oh, pues hablas muy bien el inglés.
-Muchas gracias.
-Es verdad muchas fans que han querido hablar conmigo sólo han sabido decir "Hola", "Adiós" y "Mi número de teléfono es este".
Comenzamos a reír. Me di cuenta que tenía una hermosa sonrisa así que sólo me pude quedar observándola.
-¿Pu-puedo hacerte una pregunta Liz?
-Claro.
-¿Por quién va la canción You Don't Know Me?
-Me desconcertó esa pregunta. Bueno la canción en realidad no va por nadie pero sí por las relaciones que he tenido ya que digamos que soy una chica bastante difícil de conquistar y a la vez una relación conmigo es bastante complicada.
Se quedó pensativa y después de unos segundos pregunté.
-Y ¿por qué esa pregunta?
-Bueno, pienso que todos tenemos nuestro lado rebelde y en mi opinión las cosas que son fáciles de conseguir son aburridas y casi nunca merecen la pena mientras que las que son difíciles son mucho más atractivas y son las que más alegrías te dan.
Escuché con atención todo lo que dijo Rox y algo en mi interior empezó a multiplicarse, no esperaba que una persona que acababa de conocer y en concreto una fan me haría sentir así. Así que el inoportuno de mi guardaespaldas James abrió la puerta.
-Señorita Elizabeth, es hora de irse.
-¿Cómo? ¿Ya?
-Sí.
-Ugghh, está bien James, ya voy.
Cerró la puerta y Rox se levantó.
-Rox, ¿tienes una cámara por ahí?
-Eh sí, contestó buscando dentro de su bolso.
Nos hicimos un par de fotos y le di mi número de móvil al igual hizo ella, entonces nos abrazamos y sin esperarlo me dio un beso en la mejilla. Sentí como las piernas me temblaban y ya no era cosa de mariposas lo que tenía en el estómago ahora era un zoológico entero.
-Mmm, bien, nos vemos Rox.
-Gracias por todo Liz.
-No tienes por qué dármelas.
Se dio media vuelta y salió por la puerta y yo me quedé mirándola hasta que de nuevo James me sacó de mis pensamientos.
-Vamos señorita Elizabeth.
-Ya voy James, contesté cortante.
Salí y me metí en el coche rumbo al aeropuerto para volver a Los Ángeles y la sola idea de que no iba a ver a Rox, a esa chica misteriosa que había despertado en mí emociones y sentimientos que hacía tiempo no experimentaba me mataba, así que necesitaba hacer algo y rápido. Lo único que se me ocurrió fue llamar a Ariana una de mis mejores amigas que en este tipo de asuntos siempre me acaba ayudando.
#Narra Rox
Salí del camerino de Elizabeth y no podía estar más contenta, había estado cerca de ella, habíamos hablado, reído y hasta me había dado su número de móvil. No me lo podía creer estaba en una nube al recordar el beso en la mejilla que la di. Fue un impulso pero no reaccionó mal, más bien se sorprendió y bueno qué decir que tengo un par de fotos con ella. Sin dudarlo ha sido uno de los mejores días de mi vida.
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La chica de la fila
RomanceTodo cambia en un segundo o en un sólo cruce de miradas y sino que se lo digan a Elizabeth Gillies.