CHANCE

Explosión

Kinn realmente no podía creer que el tipo con el que pasó la noche se hubiera ido sin que él se diera cuenta. En cuanto se sintió solo en la cama de la habitación de hotel despertó de inmediato, pero lo único que indicaba que realmente antes había otra persona ahí era la esencia de lo que apenas pudo reconocer como mojito, té negro y almizcle blanco, además de su recuerdo claro del rostro del hombre.

Ahora que lo piensa nunca supo cuál era su nombre.

Kinn siente que su cabeza aún sigue un poco mareada, la temperatura de su cuerpo no baja, de verdad su celo se ha adelantado, ahora tiene que ir pronto a su propio espacio para poder terminar su calor en la seguridad de su casa.

No lo piensa más y llama a un par de guardaespaldas betas para que vayan por él, afortunadamente no está demasiado lejos y en pocos minutos podrá respirar tranquilo. El alfa toma su ropa y se la coloca tratando de verse más o menos bien, sale inmediatamente de la habitación en cuanto ve que el auto está por llegar.

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Después de ese extraño momento en su vida, Kinn sigue su rutina intentando que todo siga el curso acostumbrado, hoy su padre le ha llamado para presentarle a un nuevo miembro del personal, el alfa siente que es un poco extraño que el viejo alfa haga algo así, más no lo piensa mucho y se dirige rápido al despacho para conocer al nuevo miembro.

– Papá, estoy aquí – Kinn entra al despacho, saluda a su padre y luego mira a la persona nueva que está de pie en el medio de la habitación y en cuanto sus miradas se encuentran ambos se quedan estáticos, sus rostros se vuelven rígidos cuando se reconocen.

– Kinn, este es Porsche, Chan lo ha encontrado y ha visto sus buenas habilidades, después de una dura negociación por fin está aquí – El viejo alfa continua las presentaciones con una sonrisa en el rostro, sin ser consciente de la rara atmosfera entre ellos, Kinn espera que siga así.

– ... ¿Porsche? – Kinn no puede evitar pensar que al menos ahora sabe su nombre, pero la sensación incomoda no abandona su cuerpo y el nombre le sale con una mueca extraña.

– Por sus buenas habilidades estamos pensando en integrarlo a tu equipo de guardaespaldas principales, claro, debe pasar primero el periodo de prueba y estar a la altura, pero confío en que Porsche hará su mejor esfuerzo, ¿No es así, Porsche?

– ... Claro – Porsche sintió como la voz le salió en un murmullo que esperaba fuera lo suficientemente audible.

– Bien. Kinn, supervisa su progreso estos días.

– ... Bien. – Kinn da su mejor esfuerzo para que su semblante no demuestre el revoltijo de pensamientos y emociones.

El viejo alfa salió sin más de la habitación dejándolos solos, cuando la puerta estuvo cerrada y no se escuchaban pasos Porsche habló.

– ¿Eres un maldito miembro de la mafia? – Lo que sea que estuviera pasando ahí tenía que ser una broma, tenía que ser una jodida broma, ¿El alfa con el que se acostó resultaba ser su nuevo jefe? Porsche estaba pensando seriamente en arriesgarse a romper el contrato que ya había firmado, y también si no fuera porque de verdad no tenía otra salida en este momento.