Fragancia

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Kinn comienza a creer que ha sido mala idea el pedirle a sus guardaespaldas que se queden atrás por hoy, pero realmente necesita un poco de espacio a solas y por un par de minutos ser una persona ordinaria como todos los que están en ese bar.

El espacio no es lo que se llamaría grande o lujoso, incluso siente que los olores mezclados de las personas e instrumentos de limpieza son un poco fuertes, bueno, quizás eso se deba a su sensible nariz, como sea el ambiente es bueno y tranquilo, justo lo que Kinn necesita en este momento para ayudar a despejar su mente y olvidarse de todo lo que da vueltas en su cabeza.


Después de llevar un tiempo solo sentado en la barra se vuelve para pedirle un par de tragos al barman del lugar, en cuanto sus ojos se fijan en la cara del hombre joven no puede evitar pensar que es un tipo guapo.

Sin saber por qué siente un extraño tirón de curiosidad.


Kinn mira su rostro por lo que ya comienza a ser demasiado tiempo, sacude su cabeza para que sus pensamientos no sigan yendo en dirección al atractivo hombre, es extraño sentirse interesado porque no es del tipo que le ha atraído siempre, ya saben, tiende a engancharse a los hombres de aspecto fino, los que se van más por el lado de la apariencia habitual de un omega. Físicamente, el chico se ve bastante como un beta, no, incluso más bien luce como un alfa aún si su figura es delgada. Kinn ríe un poco ante sus pensamientos, si fuera un alfa debería ser alguien a quien pudiera identificar sin mucho problema.

El tipo parece alguien coqueto y quizá un poco descarado, habla amablemente a las chicas que hay en la barra y les sonríe con lo que a Kinn le parece una sonrisa seductora.

Como sea, Kinn no ha ido a un bar para buscar algo con alguien, solo quiere beber un rato fuera de su casa y eso es lo que va a hacer.



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Sentado en la barra, y aún solo, Kinn se ríe de la nada y sin ninguna aparente razón, las personas que lo han escuchado lo miran extrañados por su actitud, tal vez ya ha bebido demasiado y es hora de ir a casa.

Se levanta lentamente porque se encuentra mareado, con pasos tambaleantes intenta salir mientras busca el celular para llamar a sus guardaespaldas, pero mientras trata de enfocarse y de no caer termina estrellándose contra una persona.


– Hey, ¿Estás bien?


Kinn mira la cara de la persona y se sorprende al reconocer el rostro que está frente a él, resulta que es el barman guapo, el alcohol parece hacer su efecto y en lugar de mostrar su apariencia distante y ligeramente arrogante ahora le da una sonrisa amistosa al hombre.


– Claro que lo estoy, ¿No puedes verlo? – En un intento por demostrarlo el alfa trata de caminar derecho, pero el piso comienza a moverse y casi termina cayendo, la risa vuelve a llegarle.


– Creo que necesitas un poco de aire – Porsche quiere reírse también, el asunto es gracioso porque el mismo no está mucho mejor que el hombre al que está sosteniendo, su cabeza comenzó a dar vueltas después de la última ronda que bebió para entretener a las chicas que le estaban coqueteando, al final ellas se han ido y él solo se quedó con el alcohol en su sangre.

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