Enigma

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No puede dejar de pensar en su rostro desde aquel día, y eso lo tiene muy confundido, y por qué no decirlo, también temeroso. Kinn está experimentando algo que hace mucho el debería haber dejado atrás: miedo, el miedo a sus propios pensamientos y casi puede decir que también a sus sentimientos.


Mirando hacia atrás se considera a sí mismo como alguien que, desde su última mala experiencia, había dejado por completo los sentimientos, todo lo que no le beneficia ni a él ni a los negocios ni a la familia.

Pasar por algo que se supone enterró hace mucho tiempo, algo que no debería tener cabida en la mente del futuro alfa líder de familia le estaba empezando a molestar y a carcomer, por ende, estaba distraído sin poder poner su atención en los asuntos de vital importancia siquiera. Cada cierto tiempo su testarudo cerebro se empecina en hacerle recordar su rostro, en hacerle imaginar sus ojos y la mirada de desprecio.


Bien, el alfa probablemente está mortificado con todo lo que le pasa por la cabeza. ¿Pero cómo no hacerlo? Si sus responsabilidades se están viendo afectadas por eso.

Años de preparación que se vieron apresurados cuando su hermano mayor les fue arrebatado y luego devuelto en el peor estado posible desaparecen en cuanto ese rostro viene a sus recuerdos, y no puede decir que eso no le molesta, le irrita mucho y claramente le hace perder más la visión decidida con la que debe enfrentar los diversos y muchos problemas que tiene todos los días entre manos.

Aún si el poder no es completamente suyo las responsabilidades son muchas.


Kinn llevaba a cuestas la pesada carga, que ahora se le antojaba cada vez más hostigante y abrumadora que de costumbre, de ser el próximo líder, llevaba el peso de estar a la altura de las expectativas de su padre, de sus hermanos, de las personas a su cargo, de sus amigos y de los clientes... se sentía como cargar un mundo entero sobre sus hombros, su mundo estaba siendo sostenido por él.


No puede evitar pensar que todos los que estaban fuera de la solitaria oficina están esperando ansiosamente el día en que tomara el control absoluto, el día en que el alfa Korn le pasara el poder.


Es consciente de que todos los días está siendo probado y medido por todos a su alrededor y más aún por su padre, cree, en sus más profundos y secretos pensamientos, que nunca dejará eso atrás incluso cuando tome el poder total, ellos siempre estarán esperando su fallo.


Parece que cuanto menos quiere equivocarse es cuando sus errores llegan para atormentarlo.


Rara vez Kinn deja que estos pensamientos le llenen la cabeza, esos momentos de tremenda inseguridad y desconfianza solo aparecen cuando su corazón se confunde y alimenta fantasías locas, es por esto por lo que está detestando todo lo que Porsche ha traído consigo, porque sin saberlo ha hecho temblar su mundo y le abrió la puerta a sentimientos que no pueden existir en un alfa con una posición como la de Kinn.


En esos días oscuros se siente capaz de sacar su corazón para dejar de sentir y solo pensar en el bienestar mayor, que es su único objetivo en esta vida.

Kinn ha tenido muy claro lo que debe ser desde que la posición de heredero cayó sobre él cuando era un joven adolescente: Un alfa que debe ser imponente, que debe hacerse respetar, que siempre sabe que hacer, ese debe ser Kinn.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2023 ⏰

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