"Amores como tú, hoy sé, solo se viven una vez"
- Hablando -
-'Pensando'-
"Palabra importante"*-*-*-*
Pasó una semana desde aquella fiesta en Ciudad Trigal y Ash había estado viviendo lo que muchas personas conocían como "la fiebre juvenil". Estuvo en las ciudades más importantes de Johto y en ellas conoció a dos personas bastante interesantes, o mejor dicho a dos mujeres interesantes. La idea de probar diferentes sabores de labios era en un inicio bastante tentadora y probar lo distinto que sabían Cristal y Karen le había dado el empujón que necesitaba para decidirse.
En Ciudad Iris se había encontrado con una de las hermana Kimono, la más progre de ellas; sabía a madera y elegancia. Por otra parte, en Ciudad Olivo había coincidido con Yasmine, una experiencia demasiado buena para ser real; su sabor fue de sal y empatía. Sin embargo la visita a Johto había terminado.
Ahora no estaba bastante contento. Los promotores estaban presionando bastante para hacer todo tipo de cosas para beneficiar a su imagen. Había estado tan centrado en una buena campaña publicitaria que no tenía tiempo para nada, ni siquiera para entrenar cuando su siguiente batalla sería en algunas semanas. Lo peor fue que esta última semana había estado en Kanto, su hogar, y por todas las presiones no tuvo tiempo de divertirse, o siquiera poder ir con su madre.
Irritado era algo que se quedaba bastante corto a su estado de ánimo actual. Solo esperaba que su visita a Kalos fuera mejor.
Bajó del avión en Ciudad Lumiose, hizo memoria para recordar qué cosas tenía para esta semana y se encontró recordando que tenía tres exhibiciones pokémon por delante. Suspiró aliviado, al menos no era una de esas interminables entrevistas o visitas aburridas a sitios con gente importante. Tal vez incluso, si tenía suerte, podría encontrarse con Serena, hace bastante tiempo que no se habían visto.
Se dirigió a su hotel, necesitaba relajarse en el poco tiempo libre que tenía. Cuando llegó se tumbó en su cama, pensando en cómo había sido más feliz recorriendo el camino que ahora que cumplió su sueño. Tal vez por la nostalgia, tal vez por pura presión o tal vez por el hecho de que pasó la vida buscando un sueño que no sabía si era completamente suyo pero aquella mañana derramó lágrimas, lágrimas que no habían salido desde hace varios años.
¿Cuándo fue la última vez que lloró?, no recordaba pero se veía tan distante, como aquellos días en los que viajaba de región en región en busca de nuevos desafíos, conociendo excelentes personas e increíbles amigos. Amigos... ¿Qué era de ellos? Ash las consideraba a todas como si fueran parte de su familia y eso no lo cambiaría nada... Entonces, ¿Por qué nunca le llamaron?, ¿ellas lo consideraban parte de su vida?
- 'Por supuesto que sí' - se respondió a sí mismo, reganándose por siquiera cuestionar algo como eso. Si se era sincero, él tenía la mayor parte de la culpa. No tenía un lugar fijo en el cual establecerse, vivía de centro pokémon a centro pokémon, en ocasiones acampando en un bosque, en las montañas o en alguna cueva y cuando por fín estuvo por un año en un solo lugar nunca se lo dijo a nadie.
Él, en cambio, conocía la ubicación de todas las chicas. Había estado al menos una vez en sus casas y sabía la dirección. Tenía miles de opciones para enviar un mensaje. El correo normal, llamar a su casa, incluso podía considerar enviar a uno de sus tantos pokémon voladores a enviar una carta o a alguno de los psíquicos que supieran teletransportación. Pero no lo hizo.
- '¿Por qué?' - se volvió a preguntar.
¿Qué era lo que le impedía escribir?, incluso ahora, después de tantos años, estaba seguro que, de escribirles una carta pidiendo perdón por mantenerse distante, ellas aceptarían las disculpas, por qué eso hacían los amigos. Amigos que, a pesar de la distancia, seguían apoyándolo incondicionalmente. Tal vez solo tenía miedo, un miedo que había intentado reprimir desde aquél día en el que empezó todo. Tal vez tenía miedo al abandono.
ESTÁS LEYENDO
TOGETHER. (AURELIA SHIPPING)
FanficA veces un simple error puede volcar todos nuestros esfuerzos. La gloria no siempre significa un cambio positivo en la vida. Ambas cosas, Ash, las descubrió a las malas. Sin embargo, depende de él para enmendar su error y no perder a la persona que...