A VECES

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"A veces separados, a veces somos uno"

- Hablando -
-'Pensando'-
"Palabra importante"

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Las personas siempre son muy complejas, cada una tiene su propio contexto, sus propios pensamientos, ideas e ideologías. Analizar a cada una de ellas era prácticamente imposible por lo que, desde pequeños, siempre se ha inculcado a los niños a categorizar a cada una de ellas, dependiendo de muchos factores. Aunque la mayoría de ellos siempre estaban llenos de prejuicios sociales.

Lillie no era la excepción. Ella también solía categorizar a las personas, pese a que no las conociera, la mayoría de las veces, incluso, sin la intención de hacerlo, actuando por un mecanismo que ha sido adoptado tras años de educación. Sin embargo, a las personas que llegaba a conocer, aunque sea en lo más mínimo, ella los dividía en 3 sacos diferentes, aunque en realidad eran cuatro, pero este último lo ocupaba una única persona.

En el primero de estos sacos se encontraban las personas con las cuales hablas y te vaciabas de todo lo malo del mundo, de todos los malos momentos y de toda la depresión existente. Los ejemplos más claros, en su vida, eran, sin lugar a dudas, Lana y Sophocles, quienes siempre tenían para ella un hombro, un oído o un consejo.

En el segundo saco, a diferencia del primero, se encontraban resguardadas aquellas personas con las cuales, tras hablar, te llenaban, te devolvían la energía perdida y te revitalizaban. En su mayoría eran personas con una personalidad extrovertida. Mallow y Kiawe eran los ejemplos perfectos de esta situación.

El tercero de ellos, no era tan alegre o reconfortante como los otros dos, y sin embargo ahí se encontraban la mayor parte de personas que alguna vez conoció. Este era el saco de aquellas personas que ni llenan ni dejan vaciarse. Personas que pasan sin más por nuestras vidas, como un soplo de aire que se esfuma tan rápido como llegó.

Sin embargo había un saco que era todo lo contrario al anterior, incluso bastante diferente a los otros dos. A las personas con las que se vacía, normalmente no se les enseña esa cara alegre que las personas tienen, en cambio se les presenta la cara reflexiva, aquella que les puede ofrecer lo mismo que te dan; A las personas que la llenan, muy comúnmente les enseña la otra cara de la moneda, una actitud relajada, alegre y en muchas ocasiones impulsivas para lograr encajar con ellas; Al tercer grupo muy pocas veces se les enseña una máscara, más que nada porque su breve paso hace imposible una conexión endurecida por los sentimientos, por lo que a menudo la actitud tomada es la más seria.

Pero había personas con las que las máscaras eran innecesarias, la confianza era tal que ella podía mostrarse tal y como era, sin miedos, sin complejos, celos u algún otro sentimiento negativo. Sin embargo estas personas eran muy raras, muchas veces conocidas como almas gemelas. El alma al descubierto que se les permitía también hacía muy fácil ser destrozada.

Lillie, por supuesto había entendido eso muy claramente. Ella solo había conocido a una persona con la cual compartir una complicidad que nadie más tenía. La persona que a la que más aprecio le tenía y la cual era también la causante de su dolor.

Dicen que cuando eso que te mueve y amas empieza a generarte más problemas que satisfacciones es momento de cambiar de aires y encontrar nuevas inquietudes. El problema era cuando ese algo, o en este caso ese alguien, ya había llegado muy profundo.

"Podrá sonar muy hipócrita después de mis palabras anteriores pero creo que es algo inherente al ser humano. Quiero sentirme lleno, quiero soñar, quiero sentir puedo llegar a donde nadie ha llegado y hacer lo que nadie ha hecho"

TOGETHER. (AURELIA SHIPPING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora