FALLEN |cameron|

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CAPÍTULO 10: Pequeñas pistas.

La noche cae, me encierro en mi vacía y fea habitación a hacer la tarea. Un golpeteo en la puerta me interrumpe, camino hacia allí y abro la pequeña ventanilla. Veo un cupcake con una pequeña velita encendida.

—Sopla —susurra una voz, ya conocida para mi. Soplo y la vela se apaga. Aparece Cam. —Feliz cumpleaños, Lucy

—¿Cómo lo supiste?

—¿Pediste un deseo?

—Si, pero no te lo diré —Sonríe de lado.

—Está bien pero ya sé lo que deseabas

—¿Ah, si?, ¿qué deseaba?

—Respuestas, quieres la verdad... encuentrame en los cercos a las ocho, te lo contaré todo... por cierto, ponte algo elegante, es tiempo de fiesta —Abro la puerta para alcanzarlo pero al mirar el pasillo, veo que ha desaparecido, hablando literalmente.

Bajo mi mirada al suelo, por que mi pie choca con algo, veo una bolsa negra, de carton, arriba del todo, una cajita, la que mi madre me había dado cuando me dejó aquí. Tomo la bolsa y entro. Me siento en la cama y saco el contenido, es un vestido negro, ajustado y corto. Lo dejo a un lado y abro la cajita de mi madre. Es un colgante plateado, con un dije de corazón al final. Me lo coloco y comienzo a cambiarme de ropa.

El vestido negro de tirantes, unas botas negras, altas hasta las rodillas y unos guantes sin dedos, negros, de cuero. Una vez que estoy lista, camino hacia el lugar acordado con Cam. Allí me espera el.

—Uf, mírate —Sonrío.

—Wow, ¿es tuya? —Señalo la moto.

—Por esta noche

—¿Cómo lo hiciste? —Se quita su chaqueta.

—Talento especial de Roland —Me ayuda a ponerme su chaqueta. —, cualquier cosa que quieras, el puede conseguirla para ti

—¿Voy a arrepentirme de esto? —Me subo a la motocicleta y la enciendo.

—Sólo hay una forma de averiguarlo

—Entonces sube

—No querida, yo manejo

—¿De verdad quieres empezar la noche, diciendo 'No' a una chica?

Sonríe de lado. Se sube detrás de mi y me abraza por la cintura, hunde su barbilla en mi hombro y comienzo a conducir. Cam me guía hasta un club nocturno, de Rock, llamado Pandemonium. Una banda toca en vivo, la gente está bebiendo y las luces de colores inundan la enorme sala.

—¿Qué estoy haciendo aquí contigo? —El está sentado frente a mi.

—Celebrando

—Que inteligente, cada vez que te hago una pregunta, tienes miles de maneras de evitar la respuesta

—Eso no es cierto —El se acerca mucho a mi para hablarme, sus labios rozan mi oreja.

—¿Estás seguro?... ¿de dónde vienes? —Se acerca para contestar pero me roba un beso, algo se remueve en mi pecho y sonrío. —¿Lo ves?, no me dices nada sobre ti

—Por que lo estoy pasando bien y no quiero arruinarlo

—Sólo quiero saber de ti

—Yo quiero esto —Me toma de la mejilla y une nuestros labios. Nuestros movimientos van unidos y sincronizados como si nos entendieramos perfectamente o como si ya nos conociéramos de antes. Me separo un poco para hablar.

—Prometiste respuestas

—Relejate, Lucy, es tu cumpleaños... estoy pensando que hay algo más que quizá quieras —Está vez soy yo la que lo besa, el no se lo piensa ni un segundo y me corresponde con ganas.

Un golpe repentino me sacude y Cam cae hacia atrás, termina en el suelo.

—¡¿Qué estás haciendo?!, ¡detente! —Cam se para y comienza a pelear con un enfadado Daniel. ¿Qué hace el aquí?.

—¡Te dije que te alejaras de ella!

—¡Basta! —Ninguno me escucha ni hace caso.

—¡¿Por qué te preocupas tanto por ella?!

—¡Daniel, basta, déjalo!

—¡Yo sé de lo que eres capaz, estás con Lucifer, admitelo!

—¡Dile la verdad, Daniel!

—¡Alejate de ella, Cam!

—¡Ya basta!... —Daniel me mira. —¡No sé que está pasando aquí y tampoco quería esto! —Dejándolos allí, me voy fuera del club, subo a la motocicleta y vuelvo a la academia. Cam quería que estuviera feliz en mi cumpleaños y Daniel había ido para protegerme.

Nunca he creído en la idea de que las personas tienen almas gemelas, pero mis opiniones son tan reales como las imágenes que parecen de vidas pasadas. Todo está conectado con Daniel, de alguna manera, pero el me sigue mintiendo, Cam también está ocultando algo.

Al llegar al edificio, fui a buscar a mi hermana a su habitación pero no estaba. Poco después, la encontré en la habitación de Penn. Les conté parte de lo que había pasado, Luce y Penn también sospechan de que hay algo raro con con Daniel y su grupito. La muchacha de lentes nos dice que investigaremos sobre el tema, me cambio mi ropa y salimos fuera del edificio.
Penn se detiene y lanza piedritas a una ventana.

—¿Qué estás haciendo? —Luce se asusta.

—Sólo necesitamos una cosa más

—¿Qué? —Pregunto confundida.

—¿Cómo sabes en que habitación está Thod? —La luz se enciende y la cortina se hace a un lado, se asoma el muchacho de antes, el que está siempre con Penn.

Sigo a Penn, hasta la computadora con la que ella aveces trabaja.

—¿Tienes esas fotos del anuario? —El muchacho teclea.

—Thod ha estado trabajando en este algoritmo de reconocimiento facial

—Tomará un minuto —Señala el rostro de Daniel, que está siendo analizado en la computadora. —, está buscando. —Luce se acerca a una vitrina que tiene insectos disecados. —Luce, ya está... —Ella vuelve con nosotros y observamos la pantalla. —wow, miren el nombre, debe ser su pariente —Comienzan a aparecer varias fotos, antiguas, retratos de hace muchos años, donde hay una persona que es igual a Daniel. La última que aparece, también hay una mujer, igual a mi.

—¿Qué?, no puede ser, Thod, imprimelo

—Lo conseguiré —Penn se levanta de la silla y se va hacia la impresora. Yo miro a Luce, entre asustada y sorprendida por lo que estoy viendo. Ella parece estar igual que yo. No entiendo que es lo que está pasando, ni tampoco entiendo por qué me tiene que pasar a mi todo esto. Me hace ver aún más loca de lo que, seguramente, ya me veía.