FALLEN |cameron|

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CAPÍTULO 9: La maldición.

—Entonces, ¿cómo se relaciona eso con el ángel rebelde?, ¿no fue su orgullo?, ¿no fue su obstinada búsqueda del amor por Dios que llevó a que los caidos estuvieran atrapados en la tierra? —Un suspiro se escucha. —, ¿Arriane?

—Estoy cansada de oir hablar de estas fábulas religiosas para probar sus propias creencias, ¡usted dice esta historia como si el amor fuera una opción! —La muchacha, que está en la mesa detrás de mi, parece enojada he incluso cansada de esta clase.

—No me gusta su tono —Arriane da un golpe en la mesa.

—¡Tal vez está enojada por que el ángel rebelde eligió a la chica equivocada!

—Sal de aquí —La señorita Sophia señala la puerta.

—¡Claro!... —Arriane cierra su libro y toma sus cosas. —prefiero arder en el infierno por toda la eternidad que tener que escuchar otra vez sus delirios complacientes y fanáticos —Se va de la biblioteca. Veinte minutos después, la clase termina y salimos todos de allí.

—Eso fue genial. —Penn menciona, me alejo un poco de ella que se va por el pasillo, con Luce y otro muchacho.

Me doy la vuelta hacia la biblioteca, había olvidado mi libreta sobre la mesa. Abro la puerta y camino hacia la mesa que había a mi lado en la clase, allí veo lo que había olvidado. Antes de irme, escucho voces que vienen desde el piso de arriba.

—Escuchame, tienes que vigilar a Cam

—¿De qué estás hablando?

—No creo que lo de la estatua haya sido un accidente, ella está en peligro, lo vi en el piso superior justo antes de que sucediera

—¿Por qué el haría eso? —Me acerco a la papelera y tomo el papel arrugado que hay allí, sabía que lo había tirado Daniel en la clase, el siempre está dibujando.

—Escuchaste, ella no está bautizada, necesita nuestra protección, ella es... —Dos cabezas se asoman por las escaleras y me ven allí.

—Oh, lo siento, olvidé mi libreta —Sin más nada que decir, salí rápido de la biblioteca.

Camino fuera de la academia, hacia la fuente de agua que está apagada y algo abandonada. En el centro de un círculo de setos, decorando el lugar, dando la ilusión de laberinto.

Abro la hoja arrugada, veo unos edificios a cada lado de una mujer que se encuentra de espaldas, del otro lado de la hoja, hay un rostro, una chica. Quizá me estaba volviendo loca del todo, pero era idéntica a mi. Parpadeo un par de veces en un mismo segundo, escucho sonido, caballos, gente hablando, niños riendo.

—¡Oye, Lucy!... —Alguien grita detrás de mi, me doy la vuelta y veo a Daniel. —espera —El llega corriendo hasta mi.

—¿Qué?, ¿pasa algo?

—No, nada, pensé que podríamos caminar juntos

—Amm, claro —Asiento. El empieza a caminar y lo sigo, confundida por lo que escuché antes, su dibujo, y sus repentinos acercamientos. Entonces tomo valor para preguntar.

—Te vi en clase, ¿qué dibujabas?

—Ah, es una especie de... novela grafica

—¿Ah, si?, ¿qué tipo de novela?

—Se podría decir que de romance —Sólo estamos caminando al rededor de la fuente.

—¿Tiene un final feliz?

—No lo sé

—¿No sabes como termina tu propia novela?

—No, aún no —Se detiene. —, estoy bloqueado, la verdad

—Te ayudo si quieres, cuentame

—No, no creo que sea buena idea

—Yo si lo creo, soy buena con las historias —Levanto los hombros y me siento en la fuente. El suspira y se sienta a mi lado.

—Está bien, es acerca de un chico y una chica que se aman, pero no pueden estar juntos

—¿Por qué?

—Por que hay una maldición... cada diecisiete años se encuentran, se enamoran y justo cuando son más felices, ella muere

—Entonces, ¿es una historia triste? —El suspira. —, ¿qué pasa con el?.

—Sólo espera, no envejece ni cambia... y sigue enamorado, pasan los años y ella vuelve

—¿La misma chica?

—Ella cambia, tiene nuevo nombre, nueva familia, no tiene memoria de el, pero el sabe que es ella, es su alma reencarnada

—Y... ¿se enamoran? —Lo miro a los ojos, el aparta la mirada.

—Siempre, es decir, cada vez es un poco diferente, hay versiones infinitas pero el final es el mismo, sólo hace falta un beso y ella muere —En ese momento, recuerdo el casi beso entre nosotros, en la piscina.

—¿Ella tiene la maldición?, ¿quién podría hacerle eso?

—Fue el mismo diablo, estaba celoso de su amor, así que trató de impedirlo

—¿Y no se puede hacer nada?

—Lo ha intentado todo, trata de buscarla, trata de evitarla, trata de huir de la desgracia inevitable, pero la maldición siempre encuentra un camino

—La chica de tu historia... ¿es la que mencionaste en la piscina?, ¿a la que todavía amas?

—Ella es la inspiración, si

—¿Esta chica? —Le muestro el papel, el me lo quita, bastante nervioso.

—Me atrapaste, yo... estaba usándote para que seas su imagen, es para que sea en París, en 1723, es estúpido

—¿Por qué yo? —El por fin me mira a los ojos.

—Por que eres hermosa... pero arruine los ojos. —El comienza a acercarse mientras susurra. —Siempre ha habido algo en tus ojos —Suspira y vuelve a alejarse, como en la piscina.

—¿Qué pasa?

—Nada

—Bueno, háblame de ese lugar, ¿has estado ahí antes? —Mi mente estaba explotando, por que jamás estuve allí y sabía como era ese lugar.

—¿Importa?

—A mi si

—¿Por qué?

—Nunca he ido a París antes, ni siquiera he salido de este país, pero sé que hay un café justo a la derecha y sé que huele a jazmín después de que llueve... y sé que el señor que dirige el café es amable con su perro y es cruel con su esposa y sé estas cosas por que he estado ahí y... ¿he estado ahí contigo?.

—Lucy, no lo hagas, por favor

—¿Acaso crees que estoy loca?

—¡Lucy!, es un dibujo, ¿si?, es una historia, ¡eso es todo!

—Bien, sigue mintiendo si eso quieres —Me levanto de allí y camino, casi corriendo, hacia el edificio.