Capitulo Dos.

154 19 0
                                    

Sentí algo cálido a mi lado y me moví para atraerlo más a mi en medio del frío de mi habitación, luego de un rato abrí mis ojos teniendo que volver a cerrarlos por la luz del sol que entraba mi habitación, frunci el ceño y observe a lo que abrazaba.

Bruna estaba entre mis brazos aun dormida, me sorprendi, pero no hice algún ruido fuerte ni la desperté, aún así, pocos minutos después empezó a despertar.

—Buenos días.

Murmure y ella se alejo para fregar sus ojos.

—Lamento haber aparecido aquí, es que, me sentía sola en ese enorme lugar en donde me dejaste, asique vine a dormir contigo.

Explicó ella rápidamente.

—Esta bien, ¿dormiste bien?

Pregunte y ella asintió.

—Para nada fue incomodo como dijiste, a mi me gustó.

Confesó ella sonriente.

Asentí sonriendo por la inocencia en sus palabras.

—Iré a preparar el desayuno, ¿que quieres?.

—Mm, lo mismo que hiciste ayer.

Respondió emocionada y asentí para dirigirme al baño.

Me peine, y maquille rápidamente para salir a la cocina.

—¿Ya estas lista?

Pregunte asomando mi cabeza por la puerta de mi habitación.

Ella estaba parada frente a mi mueble, ahí, inclinada levemente, miraba con atención las fotos en donde salgo con mis padres y Tom de pequeño.

—¿Bruna?

La llame y ella me miró enseguida.

Se alejo del y se acercó a mi. Iba a avanzar a la cocina cuando sentí su cálida y delgada mano tomar la mía. Voltee a mirarla y ella parecia pensativa, aún así, me regalo una sonrisa amplia que devolví.

Al bajar, ella se sentó en el taburete de siempre y yo me puse del otro lado de la cocina para empezar a hacer los waffles y el café.

Por largos minutos ella no dijo nada, hasta que la escuche llamarme a mis espaldas.

—¿Si?

Di paso mientras mezclaba la leche, los huevos y la harina.

—¿Quienes son las personas de los cuadrados en tu habitación?

Al parecer se había quedado pensando en las fotos de mi habitación.

—Mis padres, y yo. También esta Tom, el chico que se parece a mi, y los otros dos chicos son nuestros amigos.

—Tom, ¿y el donde está ahora?

Pregunto mirando brevemente a todos lados.

—Seguro con alguna chica, el siempre tiene una novia diferente.

Respondi y ella asintió.

—Tus padres...se ve que se quieren mucho.

—¿Por que lo dices?

—Se ven felices en eso cuadrados.

Jamás lo había pensado así, en realidad jamás me había parado a mirar esas fotos, mamá las puso una vez de las pocas que estuvo aquí y ahí quedaron.

—Supongo que si. ¿Tus padres no son así?

Era mi turno de hacer las preguntas.

—No, en mi planeta no existen esas cosas del amor y quererse entre uno y otro entre padres. Nos crean en laboratorios con adn de un hombre y una mujer y ya, eso es todo.

Respondio con su mentón apoyado en su mano.

—Pero ellos te quieren, ¿no es así?

Pregunte y la mire por cortos segundos en los que se quedó pensando.

—Supongo que si. Son mis padres.

Se alzó de hombros.

—¿Y amigos? ¿Tienes amigos?

Pregunte extrañamente interesado.

—Conozco varios que me agradan, pero nada mas—hizo una pausa— Pero ahora tu eres mi amigo.

Sonrio y asentí de la misma manera.

—Si, ahora somos amigos.

Recorde a los chicos, ¿que pensaran de Bruna? ¿deberían saber que es Alíen? ¿deberían conocerla? ¿que pensara ella de ellos?

—Me alegra haber caído aquí-sonreí ella.

Y una duda me surgió.

—¿Que pasara con tu nave?

Pregunte captando su completa atención.

—Tengo que repararla, pero no tengo las herramientas aquí. Asi que, primero tengo que poder comunicarme con mis parientes, y pedirles ayuda con eso.

Explicó y asentí.

Segui preparando las waffles mientras pensaba, realmente me generaba algo feo pensar en que debe irse. Me gusta su compañía.

—Pero...si necesitas que me vaya o algo solo dilo.

—No claro que no, Bruna, puedes quedarte el tiempo que necesites.

Me apresure en responder para que no se sienta como una molestia.

Sonrio asintiendo.

—Gracias, Bill.

Respondió y giró un rato en el taburete.

No estaba seguro si debía, pero quería preguntarle discretamente sobre si estaba con alguien, realmente me interesaba y no quería incomodarla.

—¿Te espera alguien allá?

Pregunte sin mirarla por la vergüenza.

—Solo mis padres. Aun que tampoco creo que esten muy desesperados por mi desaparición.

Se alzó de hombros.

Un alivio me saco un sutil suspiro y le sonreí complacido.

Aun así me quede pensando en lo que había dicho de sus padres. No puedo entender como pueden no sentir nada por esta personita tan linda como Bruna, ¿o debería decir Alíen?

Da igual, no debe ser muy grato que ni siquiera tus propios padres te demuestren cariño, o simplemente que ella sepa que nisiquera se preocupan por ella.

El ruido de golpes en la puerta me saco de mis pensamientos, y para cuando quise reaccionar, Bruna ya estaba acercandose a la puerta.

Quise detenerla pero ya era demasiado tarde, cuando llegue a la sala principal, ella ya tenía la puerta abierta de par en par y al primero que logre ver frente a ella fue a Tom, mirándola con asombro.

Al parecer había ido a buscar a los chicos por que cuando termine de acercarme a la puerta, Georg y Gustav también la miraban estupefactos.

Es entendible, ellos saben mucho sobre mi, y saben que no me relaciono con más gente que no sea ellos y mis padres. Asique, que aparezca una chica un sábado por la mañana abriéndoles la puerta, es entendible que se sorprendan.

—¿Que hacen aquí?

Pregunte detrás de Bruna, por su baja estatura, podía ver sin problemas a los chicos.

—Vinimos a verte, amigo.

Obvió Georg.

—¿Y quien eres tu, linda?

Tom se recargo en el umbral de la puerta, para quedar más cerca de Bruna.

Tome el brazo de la chica y la aleje.

—Ella es Bruna, es mi amiga. Bruna, ellos son Tom, Georg y Gustav, mis amigos.

Señale a cada uno.

—Oh, ellos son los chicos en los cuadrados.

Comentó y sonreí.

—Si, son ellos. Pasen.

Me hice aun lado y todos fuimos a la cocina.

Este será un día largo.

Una chica de otro planeta-B.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora