Capítulo Cinco.

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-¿Ya puedes salir, Bruna?

Pregunte del otro lado de la puerta de su habitación.

-Ah, si, espera.

Hablo del otro lado. Escuche sus pasos y luego la puerta se abrió, reveladome su figura.

Después de desayunar y mirar algo en la televisión, todos decidimos ir a la piscina, por suerte no hacía mucho frío, pero aun así, no era día para hacerlo.

Tom y Bruna insistieron, asique al final todos nos decidimos a ir.

Me quedé helado, ¿como podía lucir tan jodidamente bien solo por llevar un traje de baño? un traje de baño que lo que menos hace es mostrar. Por que la parte de arriba es casi como una remera corta de tiras y ajustada al cuerpo, solo la parte de abajo son como bragas.

Se ajusta a su delgado cuerpo, pero al mismo tiempo le queda algo suelto, es rojo y tiene unas flores anaranjadas y amarillentas.

Su cabello lo había recogido en un rodete despeinado y algunos cabellos más cortos caían al rededor de su cara.

Trate de disimular para no parecer un enfermo, pero es que es imposible no mirarla.

Soltó la manija del la puerta y se agacho a la altura de mi abdomen.

-¿Por que tienes una estrella ahí?

Pregunto tocando con su dedo en el tatuaje de la parte baja de mi abdomen.

-Es un tatuaje.

Respondi con una sonrisa.

-¿Tatuaje?

Repitio confundida.

-Un dibujo en la piel que no se borra.

Explique.

-Oh, que genial, yo también quiero uno. Asi como el tuyo, para que estemos iguales.

Comentó con alegría. Y sonreí por la idea.

-Mhm, aún eres menor de edad, y necesitas un permiso de tus padres para eso.

Respondi y se alejo asintiendo.

-¿Vamos?

Pregunte estirando mi mano.

-Si.

Entrelazo sus dedos con los míos y bajamos juntos.

Los chicos ya estaban abajo con los trajes de baño que les preste, y al llegar a la sala Tom no evito soltar un comentario de esos asquerosos que el hace.

-Que buena idea esto de meternos a la piscina, ¿no?

Tom sonrio mirándo descaradamente a Bruna

Ella lo miro sonriendo.

-Si, que divertido, ¿no creen?

Miró a los otros dos con emoción y ellos asintieron con una sonrisa también.

Claro que Bruna no entendía los comentarios fuera de lugar del tarado de Tom. Asique simplemente tire de su mano para llevarla a la piscina y terminar con el coqueteo de mi hermano.

-Despacio, despacio. Toma mi mano.

Alente mientras ella descendía por las pequeñas escaleras de la piscina.

Sostenía la respiración a medida que su torso se sumergia y apretaba mi mano con impresión.
Llegamos a la parte media, en donde no es ni muy alto ni muy bajo, el agua a mi me llegaba por sobre el abdomen, mientras que a Bruna casi al cuello, por lo que no detuvimos ahí.

Una chica de otro planeta-B.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora