Capitulo Tres.

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-Entonces dices que esto es una especie de...¿que? ¿Auto?

Bromeo algo shockeado Tom.

Estábamos los cuatro en el patio trasero, parados justo frente a la esfera gigante de la que Bruna salió.
Le había explicado todo y les había dicho la verdad, por suerte, se que puedo confiar en ellos más que en nadie, incluso mas que en mis padres.

Bruna estaba adentro, comiendo, o mejor dicho, devorando los waffles, no se como puede comer tanto y ser tan delgada.

-Es una nave, dice que tiene que arreglarla para volver a su planeta.

Comente, sintiéndome bastante ridículo por lo que acababa de decir.

Se quedaron callados de nuevo.

-A ver a ver, ¿como estas tan seguro de que esto no es solo un invento de una loca?

Pregunto Gustav.

-La vi, yo mismo la vi con mis propios ojos, se que esto es real, es una locura, pero es real.

Afirmé, depositando toda mi confianza en la chica.

Otra vez silencio.

-Al menos es linda.

Se alzó de hombros Tom y los cuatro reímos.

No se equivoca.

Volvimos adentro, donde Bruna terminaba de comer el último waffle.

-Esto..-dijo con la boca embarrada de mermelada-..es delicioso-termino de masticar y trago.

-Lo es, ¿no?

Pregunto con una gran sonrisa Georg, apoyándose en isla frente a ella.

La pelinegra asintió efusiva y volvió la vista al plato, su sonrisa desapareció y sus hombros cayeron en señal de pena.

-Ya no hay más waffles.

Se lamento.

-Bruna, has comido demasiados, te hará mal seguir comiendo.

Intervine parandome junto a ella para tomar el plato.
Tom se paro junto a Georg y Gustav se paro del otro lado de Bruna.

-Por favor, solo uno más.

Tomo el otro extremo del plato para evitar que me lo llevara.

-Bruna..

-¿Si?

Me miró haciendo ojitos.

Suspire rendido y asentí.

-¡Si! ¡Gracias, gracias, gracias!

Aplaudió y solté una risa mientras buscaba los ingredientes.

-Dime, Bruna, ¿cuantos años tienes?

Pregunto mi hermano con aquella voz, "seductora" que pone cada vez que quiere ligar con una chica.

Me detuve inconscientemente atento a su respuesta, se me había pasado por alto preguntarle aquello, y la verdad si me interesaba.

-Dieciséis.

Escuche su voz luego.

-¿Funciona igual el tiempo en otros planetas?

Pregunto mi amigo Gustav y ella respondió haciendo un ruido de garganta.

-Bueno, aqui el único mayor de edad es el tarado Georg, tiene dieciocho, el resto de nosotros diecisiete.

Comentó Tom.

-¿Que es un "tarado"?

Pregunto y los tres rieron.

-Georg.

Una chica de otro planeta-B.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora