Capitulo Doce

61 12 1
                                    

Después de comer la pizza que Bruna y Gustav cocinaron, todos nos quedamos en el sillón viendo películas y comiendo waffles que Bruna me pidió que prepare.

-¿Se quedarán?

Pregunto mi hermano a los chicos.

-Solo si me dejas dormir contigo mi amor.

Respondió Georg mientras se mordía el labio y Gustav reía diciendo que no podía ser más gay.

-Tu no tienes que preguntar.

Respondió igual y ahora Bruna también empezó a reír junto a Gustav.

-Bueno ya saben donde dormir.

Hable mientras terminaba de guardar los platos que Bruna había secado.

-Con Tom voy a dormir.

Siguió bromeando Georg mientras Gustav se quejaba y ambos subían las escaleras.

-Iré a buscar algo al auto.

Aviso mi hermano mientras se iba de la cocina.
Bruna termino de secar y se quedó un rato parada en su lugar, mirándome.

-¿Que? ¿Tengo algo?

Pregunte riendo mientras guardaba los vasos, al levantar los brazos sentí como los suyos rodeaban mi cintura, y su cabeza descansaba en mi pecho.

Solté una risa que pareció más una exhalación y rodee sus hombros con mis brazos mientras la abrazaba con cariño.

Realmente no termino de entender como es que una personita tan nueva en mi vida me haga sentir tantas cosas hermosas como Bruna a logrado hacerlo, me alegra saber que se quedará.

-Te extrañe mucho.

Murmuro contra mi cuello cusandome escalofríos.
Me separe un poco de ella para mirarla.

-También yo.

Sonreí acariciando su cabeza.
Y entonces pareció recordar algo.

-Hoy vino alguien. Un hombre vestido como el de "el extraño mundo de Jack" , estaba parado en la puerta. Pero no le abrí, como tu me dijiste.

Aclaro al notar mi expresión. ¿Un hombre de traje? ¿Quien podrá ser?

Le sonreí.

-Esta bien, podría ser peligroso que le abras a alguien desconocido.

Acaricie sus mejillas con suavidad. El brillo en sus ojos y su sonrisa eran tan cautivadores que me quitaban el habla.

-Me gusta el color de tus ojos.

Dijo ella de repente mirándome fijamente.

-A mi me gustas tu.

Respondi sin pensar y note como su expresión de alegraba, sus ojitos achinados se iluminaban y si sonrisa se expandía mostrándome sus hermoso dientes separados. Su sonrisa es única, definitivamente

Justo entonces Tom interrumpió.

-Mira Bruna, traje comida para Gato.

Informo levantando la bolsa.
Ella volteo contenta.

-Gracias Tom! Gato, ven, ven Gato.

Se agacho mientras abría la bolsa y servía comida en el platito vacio, de inmediato el felino blanco se acercó mientras ronroneaba.

-De nada, linda.

Respondió el mientras le sonreía como tonto, pero fueron sus ojos los que llamaron mi atención,...su mirada, el la miraba de una forma que jamás creí que Tom vería a una chica...con amor.

Bruna.

Acaricie a Gato con una sonrisa, realmente me alegraba que ahora si tenga para comer, odiaría hacerle faltar algo.

Sentí la mirada de los hermanos detrás mi y en un suspiro me levante.

-Iré a bañarme. ¿Puedo dormir contigo, Bill?

Lo mire atenta y el sonrio asintiendome, note la mala mirada de Tom sobre nosotros pero no le tome demasiada importancia, asique me dirigí al baño en la habitación de Bill y al salir rápidamente me cambie cuando sentí el frío envolver mi cuerpo.

Justo entonces Bill entró a la habitación bastante enojado.

-¿Estas bien?

Lo mire sacándome el pelo con una toalla negra.
Al parecer no sabía que estaba parada ahí, por que se sobresalto al escucharme hablar.

-Si, si. Todo bien. Iré a bañarme.

Sin decir nada más se metió al baño.
Frunci el ceño algo confundida por su comportamiento, pero ignore aquello y simplemente me acoste bajo las enormes sábanas blancas y negras que le dieron calor a mi cuerpo al instante.

Espere un rato mientras acariciaba a Gato hasta que Bill salió, su cuerpo y cabello estaban húmedos, y únicamente una toalla cubría desde sus caderas para abajo dejando al descubierto la estrella a la derecha.

Sentí el calor subirme a la cara y el corazón se me aceleró al verlo así, realmente Bill causaba cosas en mi que jamás creí experimentar con nadie. Cosas nuevas y hermosas que espero jamas terminen.

El pareció notarlo pero por suerte no dijo nada, y solo siguió su camino desapareciendo por la puerta del vestidor.

Nerviosa, deje a Gato en el pequeño sillón a los pies de la cama y me acoste de nuevo tapandome hasta arriba para evitar mirarlo cuando vuelva.

Escuche los ruidos que hizo al vestirse y apago las luces antes de acostarse junto a mi.

Sentí su cuerpo acomodarse y cerré los ojos fingiendo estar dormida mientras ajustaba las sábanas sobre mis hombros.

-¿Bonita?

Escuche su voz detrás de mi y sentí su aliento caliente chocar contra mi oreja haciéndome temblar.

Tome coraje y voltee lentamente mirándolo con una sonrisa.
El me sonrío también, y sus lindo ojitos marrones brillaron.

-¿Si?

Pregunte acomodando mi cabeza sobre mis manos en la almohada.

-¿Puedes prometerme algo?

Pregunto acariciando mi cabello con una mano.

-Claro que si.

Respondí asintiendo.

-Si vuelve a pasar algo con Tom, vendrás a decírmelo enseguida, ¿si?

Pregunto deteniendo su mano en mi mejilla.

-Claro que si, jamás te ocultaria algo.

Prometí con una sonrisa.

-Bien. Tom no se detendrá hasta conseguir lo que quiere, lo conozco.

Sentí algo extraño al escucharlo decir aquello, como si para Tom yo solo fuera un objeto.

-¿El es así con todas las chicas?

Pregunte con curiosidad sobre el comportamiento del gemelo mayor. Realmente me sorprende lo diferentes que Tom y Bill llegan a ser en varias cosas.

-Si, son solo cosas de las que el puede aprovecharse. Tu no puedes permitir que pase, Bonita, no dejes que sus lindas palabras te afecten. No siempre voy a estar junto a ti para evitarlo, asique debes saber hacerlo tu. ¿Crees que podrás?

Pregunto con notable insistencia en aquellos lindos ojos.

-Si, no te preocupes por mi. Nadie hará que deje de amarte.

Murmure empezando a adormecer con sus caricias.
Sentí sus besos en mi mejillas y labios antes de caer completamente dormida entre sus brazos.

Una chica de otro planeta-B.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora