No puedo perder...
No la dejaré ganar...
Mi oponente, mi madre se fue contra mí, logré esquivarla a tiempo, así que logree darle un golpe en el costado del abdomen. La armadura chirrió un poco. Sonreí, el golpe había sido lo suficientemente fuerte. Ella gruñó. Volteó a verme y sonrió de forma espeluznante.
Rayos.
Volvió a irse contra mí y su espada casi me corta un brazo, pero logré detenerla con ayuda de la mía, pero entonces, ella puso una de sus piernas detrás de las mías, empujó su espada hacia adelante y me hizo caer de espaldas.
Luego me apuntó con la espada, mientras sonreía triunfal.
— ¿Te rindes? —me dijo.
—No había necesidad de ser tan ruda ¿sabes? —Le gruñí.
—Ay, perdón, ¿Te rompí una uña? —Se burló.
No le dije nada. Es frustrante, llevo años entrenando y siempre logra derrotarme. Incluso he llegado a pensar que intenta matarme.
Me tendió una mano, la tomé, luego me levantó y me dio un abrazo.
—Ay, no te enfades. Algún día lograras derribarme, serás el mejor guerrero de esta isla.
—Lo dudo. No puedo ni hacerte un rasguño —me quejé. Odio decir que me escuché más infantil de lo que esperaba.
Mamá era muy musculosa y hábil. Por algún motivo su cabello siempre estaba en perfectas condiciones, incluso después de una pelea... Supongo que usa magia. Así funcionan gran parte de las cosas aquí en Temiscira, magia mezclada con algo de tecnología.
Nos fuimos a caminar, vi al resto de las amazonas entrenando, en el muro de escalada, los simuladores, etc... Algunas me sonrieron mientras caminaba con mamá, otras me saludaron. Vi que entre las casas, enormes cabañas de mármol y piedra, esculpidas con tanto detalle que cualquiera pensaría que el mismísimo Apolo las hizo. Las amazonas más jóvenes jugaban con las Aero-bicis, otras estaban charlando entre ellas y algunas leían.
— ¿Puedo ir a mi laboratorio? —le pregunté a mamá.
—Sí, de todas formas hay una junta con el consejo en unas horas —me respondió, suspirando.
—Cosas de reina ¿No?
— Si... —sonrió, se veía algo triste.
Es raro, siempre la veo decaída en este día específicamente, pero cuando le pregunto por ello cambia el tema rápidamente.
— ¿Interrumpo algo? —La tía Kinzie llegó.
—Para nada —dijo mamá.
Ambas no dijeron nada durante nos segundos.
— ¿Ya le dijiste? —Su mirada se volvió más seria, de lo que normalmente es.
—No es el momento, Kinzie—mamá se puso tensa.
— ¿Y cuándo lo será?
—¿Decirme que? —no pude evitar preguntar.
—¡Nada! —Espetó Mamá—Kinzie, no le puedo decir aun...
La tía Kinzie suspiró frustrada.
—Entiendo que estés asustada, desde lo que pasó con Elilia...
—No digas su nombre— mamá apretó los puños.
—Las dejaré solas...— dije.
Caminé lo más rápido que pude mientras las oía discutir. Si, tenía curiosidad por el tema, pero lo último que quiero es quedar en medio de una discusión de hermanas.
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Artemis: Semidioses Y Espíritus (1) [Editado]
FantasyEn una isla habitada por excepcionales mujeres, mejor conocidas como las Amazonas, cubren bajo su protección a un joven que no conoce su origen, y que un día despierta su interés por el mundo exterior cuando conoce al fabuloso hijo de Percy Jackson...