Estoy sentada en el suelo de la sala de mi antigua casa, estoy esperando algo pero no se que. Tengo cinco años y mi tía Rosa esta conmigo. Se abre la puerta de mi casa y me levanto esperando ver quien entra a la casa. Es mi madre y mi padre, mi padre trae algo en los brazos, es una cobija con algo dentro. Entonces lo escucho por primera vez. Es el llanto de mi hermano menor. Me siento muy feliz, abrazo a mi madre y ella a mi. Mi padre se sienta en el sillón y mi madre y yo caminamos hacia el.
-Mady, ven- me dice mi padre en tono suave- el es tu hermanito.
Cuando me dice eso me subo al sillón y me recargo en uno de los hombros de mi padre, entonces lo veo. Tiene la piel rojiza y esta muy pequeño, pero al momento siento simpatía por el.
-Es muy guapo- digo, se me dibuja una enorme sonrisa en la cara- se parece a mi- digo inocentemente y todos se echan a reír.
-Claro que si- dice mi madre.
Entonces su voz se hace distorsionada y todo se vuelve muy obscuro, siento pánico de estar en la obscuridad absoluta. Abro los ojos y veo el cielo, es azul intenso y se ve el tenue reflejo del sol, escucho una voz profunda, comienzo a buscarla pero la obscuridad vuelve a invadirme.
Esta vez tengo diez años y estoy en el cuarto de mi hermano jugando con el, tenemos juguetes regados por todo el lugar. No hay otro ruido mas que el sonido de los carritos de mi hermano rozar el suelo de madera.
Me quedo paralizada al escuchar un grito, mi hermano también lo ha escuchado y se queda quieto, comienzo a jugar otra vez para tranquilizar a mi hermano. Se escucha como mi padre y mi madre discuten desde la cocina así que decido ir a ver.
-Voy al baño, no te muevas de aquí ¿está bien?- le pregunto a mi hermano, el solo mueve la cabeza en señal de si y salgo de la recamara. Camino despacio para no hacer ruido y bajo las escaleras hasta la mitad para poder ver que pasa en la cocina. No alcanzo a ver nada importante, solo veo la espalda de mi padre. Trato de poner atención en lo que dicen cuando derrepente mi padre retrocede rápidamente y aparece mi madre tirándole manotazos hacia la cara, me levanto y corro hacia la recamara de mi hermano, entro y enciendo la pequeña grabadora que tenemos. Por suerte tiene un disco dentro así que la enciendo y comienza a sonar música clásica, subo el volumen y sierro la puerta de la recamara, me siento junto a mi hermano y comienzo jugar con el. Sin darme cuenta empiezo a llorar y mi hermano lo nota.
-¿Qué tienes Mady?
-Nada- entonces se levanta y me abraza.
Siento sus pequeños bracitos rodeando mi cuello, cuando trato de devolverle el abrazo no lo encuentro, volteo y no hay nadie y la obscuridad vuelve.
Creo que estoy acostada, trato de moverme pero me duele todo, me siento cansada y adolorida. ~¿Porqué?~ pienso ~¿Porqué me pasa todo esto?~. me quedo acostada sin moverme cuando me llega el recuerdo de mi padre siendo mordido por el zombie, esas simples imágenes me hacen sentir un hueco enorme en el pecho y comienzo a llorar, comienzo a recordar cada buen momento que pase con el y el llanto aumenta. No paro de llorar hasta que me quedo dormida.
Veo a mi padre sentado junto a mi y lo abrazo muy fuerte.
-¿Porqué lo haces?- me pregunta en tono preocupado.
-¿Hacer qué?- entonces levanta mi manga y lo entiendo. Veo mi brazo con al menos veinte cortes no muy antiguos y unas quince cicatrices- solo quería dejar de pensar- digo en tono bajo.
-¿Y te ayudó en algo?- me pregunta y yo me quedo callada. Entonces me abraza y comienzo a llorar- no lo vuelvas a hacer por favor, ¿me lo prometes?.
-Lo prometo- digo pero ya no estoy con el, se ha ido- ¿papá?, !¿papá?¡
Escucho una voz que me habla pero no quiero hacerle caso, quiero ir con mi padre. La voz insiste y empiezo a sentir mi cuerpo de nuevo, siento frío, pero unas cálidas manos toman las mías y la voz se hace firme.
-Mad, despierta- abro los ojos y es Antoni, tiene sus ojos azules atentos en mi y tiene cara de preocupación- ¿qué tienes?, estabas llorando.
Me llevo la mano a la cara y siento los ojos húmedos. Me seco las mejillas y me trato de sentar. Antoni sigue atento en mi.
-Estoy bien, solo tuve una pesadilla, ya paso.
-¿Era sobre tu padre verdad?
-Si, ¿cómo lo sabes?
-Pues estabas hablando y diciendo "papá, no te vallas !no¡" y cosas así- lo dice de una forma exagerada y graciosa de tal manera que me saca una sonrisa, entonces me abraza y le correspondo el abrazo-Mad, dice tu madre que vallamos a comer algo, nos están esperando abajo.
-Esta bien pero... ¿Dónde estamos?, ¿Qué hora es?
-Estamos en un pequeño pueblo cerca de la costa, llegamos ayer después de que te desmayaste, Trevor y yo te trajimos aquí y paramos a descansar pero como no despertabas decidimos pasar la noche aquí.
-Bueno creo que ya dormí suficiente,vallamos a comer, !me muero de hambre¡
-Esta bien, vamos.
Salimos de la habitacion y lo sigo hasta unas escaleras, bajamos las escaleras y llegamos a una cocina bastante amplia donde están todos comiendo. Cuando entro todos me saludan, Jenn tiene vendado el brazo y esta sentada de espaldas así que me acerco a ella y la abrazo, me alejo de ella y me siento a un lado de mi hermano y lo abrazo, el me corresponde el abrazo y me da un beso en la mejilla.
-Por fin decidiste despertar- me dice mi madre poniéndome un plato frente a mi- come algo- me dice y me da un beso en la mejilla.
El olor de la comida hace que me gruña el estomago así que sin pensarlo comienzo a comer. parece que no he comido en días, pues me han servido dos veces el guisado y uno de sopa.
Cuando termino de comer empezamos a empacar las cosas y ponemos en marcha el camión, recorremos unos ochenta kilómetros antes de llegar a la costa, cuando por fin llegamos bajamos del camión y nos quedamos un rato pequeño en la playa.
Siempre me ha gustado el mar, se me hace un lugar tranquilo y me relaja hasta un punto donde ya no pienso solo escucho las olas y me dejo llevar por el hermosos sonido del mar y las gaviotas.
Trevor se acerca a donde estoy y me saca de mis pensamientos.
-¡Mad!, Laura y Antoni han encontrado un barco bastante grande para todos y también para guardar bastante comida y provisiones, incluso hay varios galones de combustible de reserva, estamos listos para partir.
-Esta bien, entonces ya vámonos.
Todos subimos al barco que es bastante grande como para que quepan unas cincuenta personas sin ninguna tipo de problema. Todos se acomodan y Laura y yo nos quedamos en la cabina donde ella mueve varias palancas.
-¿Cuánto tardaremos en llegar a tierra firme?- le pregunto a Laura
-Con suerte llegaremos en un mes o mes y medio
-Esta bien.
Después de eso partimos a un lugar mejor donde podamos vivir sin preocupaciones ni estrés para mi familia.
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Paraíso
ActionMadison ha encontrado un lugar seguro para su familia, pero no por mucho tiempo ya que tendrá que salir del lugar para poner a su familia a salvo. Vera su vida peligrar al igual que la de su familia.