3~Agusto contigo

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Sara:

Estaba un pelín nerviosa. En menos de una hora Raúl pasaría a buscarme para llevarme a su casa. Andaba dando vueltas por la habitación como una loca, pensando en todo lo que podría suceder. Lo que podría suceder..
¿Qué coño podría suceder?
Cogí el móvil rápidamente y llamé a Abril.

-Tía, ¿por qué no me avisaste antes? -me dijo esta a través del teléfono.

-No sé Abril, no sé. Estoy nerviosa y tampoco sé porqué.

-Estás nerviosa porque te gusta cielo -dijo con un pelín de burla en su voz.

-No digas estupideces, por favor, que apenas lo conozco -le contesté mientras abría mi armario e iba sacando ropa.

-No son estupideces Sara, pero bueno. Yo solo digo que te acaba de invitar a su casa a ver una película, yo solo digo.

-Ya, ya. ¿Algo sencillo? Para ver una peli, no necesito ir formal.

-Pero tampoco vayas como yonki de parque -dijo Abril riéndose.

-Que no tonta, pero un short y un top servirá, ¿no?

-Uhmm, sí, sirve. Tú relájate.

-Fácil decirlo y difícil de hacerlo.

Tras llamar a Abril cogí la ropa del armario, me vestí y me peiné. Seguidamente me miré en el espejo del baño. Perfecto, estaba lista. Raúl no tardó en tocar al portero.

-Bien, Sara, tú tranquila -me dije mirándome al espejo y rápidamente me levanté para coger el bolso, el móvil y las llaves de casa.

Bajé y este se encontraba apoyado el la pared del rellano.

-Hola -me dijo mientras se acercaba a mí y me besaba la mejilla.

No pude evitar sonrojarme un poquito. Seguro hasta parecía boba. Pero es que verlo ahí, en la puerta de mi casa, sonriéndome y esperando para llevarme a su casa junto a él. No sé, siento.. algo. Pero ese algo aún no sé que es, y me gustaría saberlo.

Lo saludé también y me agarró de la mano mientras me acompañaba hasta su coche. No había pensado en que me iba a subir en aquél coche precioso, blanco con la tapicería beis.. Detalles, supongo.
Ambos nos subimos y este arrancó el coche.
El viaje fue agradable. No hacía aire y tampoco íbamos a una gran velocidad ya que no dejábamos de estar por la ciudad. El sol ya prácticamente no calentaba, es más, iba anocheciendo de poquito a poquito. Por el camino hablábamos sobre qué tipo de películas nos gustaba, y lo cierto es que tenemos los mismos gustos. A los dos nos gustaba el género de terror y misterio. No íbamos a tener ningún problema a la hora de elegir que querer ver.

A los pocos minutos aparcó delante de un casa increíble, moderna y preciosa. Tenía pinta de tener un jardín grande. Intentaba procesar que aquella fuera su casa. Y por dentro era maravillosa.

Ahora podía entender algunas cosas, pero solo algunas..

El pasillo era  largo y ancho, las escaleras estaban al fondo, amplias en las que se podía ver un poco del pasillo de la segunda planta.
A la derecha estaba la puerta que me imagino que daba al garaje.

-Tu casa es increíble -me atreví a decirle mientras observaba los alrededores.

-Gracias, todo es cosa de mi padre -dijo este. -Deja que te muestre la casa.

Lo seguí mientras se encaminaba por el pasillo. Me mostró el gran salón con la enorme tele de plasma, la cocina, los baños, el jardín con la piscina..
Su habitación era el triple que la mía por lo menos. La cama grande, el escritorio, el armario.. era muy grande.

-Es.. fascinante -le dije.

Él me sonrió apoyado en la puerta de la habitación. Hubo algunas habitaciones que no me mostró, pero porque decidimos bajar para ver la peli.
Dejé el bolso en una silla y el móvil en la mesita que había delante del sofá.

-Quítate los zapatos para estar más cómoda -me dijo mientras se acomodaba.

Le hice caso y me senté en con las piernas cruzadas. Raúl encendió la tele y buscó una película.

-Esta pinta estar bien.

-Me sirve cualquiera -le dije mirándolo.

¿Realmente me servía cualquiera? Bueno, solo quería verla con él, seguramente ni le acabe prestando atención.

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La película duró unas dos horas diría yo. Serían ya las ocho y algo. Estuvimos comentando la película y riéndonos. No me di cuenta que acabé más pegada a Raúl. Mejor dicho, me encontraba prácticamente acurrucada a él. Este me envolvía con sus brazos. Me sentía.. cómoda. No me sucedía esto desde que tenía novio, lo cual era..

Raúl empezó a acariciarme el pelo mientras yo apoyaba la cabeza en su pecho. Realmente me sentía muy agusto con él. Ambos estábamos consumidos en un silencio absoluto, pero era un silencio agradable.  Levanté la cabeza para poder mirarlo, sus ojos brillaban. Tal vez sentía lo mismo que yo.
Pero, ¿qué sentía yo realmente?

-¿Interrumpo algo?

Los dos nos sobresaltamos y nos separamos. En la puerta del salón estaba Juan, que nos miraba mientras sonreía descaradamente.

-¿Juan?

-Uy, sí, se me olvidó decirte que Juan vive conmigo -dijo Raúl mientras me miraba y se pasaba la mano por la cabeza.

-Yo pensaba que lo sabía -dijo Juan apoyándose en la pared.

Miré a Juan ruborizada por habernos visto así, siendo amigos además.

-Si quieren os dejo solos eh..

-Sara, ¿vienes a mi habitación? -me preguntó Raúl.

¿A su habitación?

Juan nos miró sonriendo, pensaba lo mismo que yo.

No es por malinterpretar, pero, es normal pensar en eso cuando un chico con el cual estabas tremendamente cómoda en el sofá sintiendo su calor y cariño, te dice de subir a su habitación para estar juntos sin ser interrumpidos por personas como Juan.

Y puede que en verdad me empezara a gustar Raúl, aunque sonara totalmente raro. Pero me gustaba la idea de estar a solas con él arriba. Y sí, me gustaría pasar a algo más.

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Estoy aprovechando todo mi tiempo libre para escribir los capítulos. Tenga éxito o no la historia, la hago por diversión y porque mi mente está llena de ideas que ya comenté, las quiero plasmar aquí.

Besitos ^^

♡᯾𝘋𝘪𝘮𝘦𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘣𝘦𝘴𝘰᯾♡ Biyinplay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora