♡᯾𝘋𝘪𝘮𝘦𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘣𝘦𝘴𝘰᯾♡ Biyinplay

9~La fiesta de Aroia

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Raúl:

El sábado por la mañana estuve hablando con mi padre por teléfono. Él la mayor parte del tiempo la pasaba en Barcelona y no me quedaba otra que comunicarme con él a través del teléfono. Le había contado la propuesta que tenía acerca de Sara, diciéndole que se trataba de mi novia y dijo que estaba dispuesto a verla la semana que viene y hablar con ella. Me dijo que se alegraba por mí y que la cuidara. Por supuesto que iba a hacerlo. Mi padre era un hombre bastante ocupado y le agradecí mucho que me hiciera ese favor, pero sobre todo, que le hiciera el favor a ella.

-¿Listo para la party? -dijo una voz que sonaba atrás.

Me giré y vi a Juan hablándome desde la barandilla de las escaleras.

-Sí, pero no sé si tomármelo tanto como "party".

-Se nota que nunca has ido a una celebración de Aro.. o a cualquiera de la uni. La gente del centro hace unas fiestas increíbles tío -dijo bajando las escaleras y acercándose a mí.

-He asistido a muchas galas y fiestas, pero todas formales y elegantes. Además, Aroia parece una chica bastante tranquila.

-Eso es porque no la has visto con un par de copitas encima. Prepárate para la música fuerte, el alcohol y el sexo -me siguió diciendo, y pasó su brazo por mi hombro.

-¿En una fiesta de cumpleaños? -le contesté sonriendo y cruzándome de brazos.

-Bueno, precisamente en esta no. Da por seguro que esto será algo parecido a tus fiestas elegantes. Pero espera a que llegue Halloween en un par de semanas y Navidad, ahí vas a flipar.

-Seguro son las mejores -dije con cierto tono de voz jugón.

-Así me gusta, que ya vayas pillando la idea.

Me dió unas palmaditas en el hombro y se puse enfrente de mí.

-Y que no se te olvide, a las siete hay que ir a por Abril y Sara, recuerda también el regalo-me dijo apuntándome con el dedo.

Se lo aparté y asentí.

-Es difícil que se me olvide, tranquilo.

Me sonrió y fuimos juntos hacia la cocina para preparar la comida. Con Juanito era todo cachondeo, me divertía mucho estando con él. Siempre había un tema interesante del que hablar, aunque la mayor parte del tiempo solo decíamos gilipolleces de las nuestras.

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Sara:

En una hora, Raúl y Juan pasarían por mi piso a buscarnos a Abril y a mí. La había invitado para poder arreglarme con ella y charlar tranquilamente. Además, a ella la hora de maquillarse y peinarse se le daba muy bien.

-Tía, el vestido te queda genial -me dijo nada más salí de mi habitación ya vestida y con los tacones puestos y el bolso que me iba a llevar preparado.

Se lo agradecí con una sonrisa y me senté a su lado en el sofá del salón.
Ella llevaba puesto un top negro con unas magas finas y una falda ajustada también negra. Por no hablar de sus espléndidas botas. Abril tenía muy buen gusto, sin duda.

Las celebraciones en casa de Aroia siempre habían sido muy elegantes. La gente iba bien vestida, todos bien vestidos y arreglados para aquella ocasión. Se podía ver la faceta madura de algunos de los que estudiaban con nosotros. Quién diría que luego son ellos los que montan aquellas fiestas en las que sucede de todo.
Yo quería dar buenas impresiones. Siempre las daba cuando se trataba de Aroia, quienes tenían unos padres muy dulces aún por su formalidad.

-Veamos -me dijo mientras me empezaba a cepillar el pelo con delicadeza-. Resulta que Raúl ayer te dijo que hablaría con su padre para ver si te podía ofrecer trabajo como modelo, ¿no? Es por ahí por donde nos habíamos quedado antes.

Asentí con una sonrisa en mi rostro imposible de ocultar. Ella lo vió por el pequeño espejo que había colocado antes para el tema maquillaje.
Se fijó en la misma revista que le había enseñado a mi novio el día anterior y volvió a mirarme a través del espejo.

-Se parecen mucho -había pensado lo mismo que yo-. Ya tengo ganas de verte en las revistas.

-Abril no te emociones, me tiene que dar antes su punto bueno.

-Sara, solo hay que ver los fotones que tienes en Instagram, tú tranquila -siguió diciéndome mientras cogía mi pelo nuevamente y empezaba a ondularlo despacio.

La miré esperanzada y dejé que siguiera con mi pelo.
Al rato, ambas ya estábamos listas para ir a casa de Aroia.
Gracias a los contactos de Raúl, conseguimos hacerle un regalo que no era sencillo de encontrar y que los cuatro estábamos seguros de que le gustaría.

Los chicos no tardaron mucho en venir. Ambos iban elegantes y muy guapos. Me fijé especialmente en Raúl. Su maravillosa sonrisa estaba siempre presente cuando me veía. Nos subimos al auto después de saludarlos y nos fuimos para la fiesta.

Aro vivía con sus padres en una preciosa urbanización y su casa quedaba de las más apartadas.
Todas aquellas eran iguales. Cada una bastante grande, con unos jardines amplios y tres piscinas distribuidas por el lugar.

Llegamos a la entrada y pude observar a varios compañeros de clase. Con la mayoría no tenía interacción alguna, a otros simplemente los había visto por el pasillo.
Agradecí mucho que Mateo no estuviera invitado.
Aroia nos vio llegar y enseguida se acercó para saludarnos con una gran sonrisa en su precioso rostro. Esa chica era un ser de luz y verla así de contenta me alegraba mucho.

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La fiesta fue de maravilla. Todo tranquilo.. la gente socializando.. Eso era algo que a mí no se me daba especialmente bien y tampoco me terminaba de gustar. Siempre solía estar rodeada de las mismas personas y con eso me sobraba y me bastaba.

Aro parecía estar encantada con el regalo que le habíamos dado y no paraba de darnos las gracias.
No tuvimos más remedio que hablar un poco con la gente e intentar conocerlos mejor. Raúl se movía bastante bien por ese ambiente y sabía que decir en cada momento. Me contó que desde pequeño asistía a galas y fiestas que organizaban sus padres y que siempre le tocaba estar presente para dar una buena imagen.

Todo marchaba genial hasta que sentí que alguien me observaba. Era una sensación extraña, pues me fijé en la gente que había al rededor y el único que me miraba era Raúl. Pero no era su mirada dulce la que me hacía sentir eso. Puede que solo fueran imaginaciones mías. O eso creía yo. Me acerqué a mi bolso para coger mi móvil cuando encontré un pequeño trozo de papel dentro. «¿Qué cojones?» Eso fue lo único que pensé. Me giré a ver a Raúl y vi que se había puesto a hablar con Daniel cómo.. ¿si ya se conociesen?

Dejé el papel y el móvil nuevamente en el bolso sin darle demasiada importancia y me acerqué a ellos.

-¡Sara! -exclamó Daniel nada más verme-. No me habías dicho que estabas saliendo con Raúl.

-Ya, lo cierto es que han sucedido muchas cosas estas dos últimas semanas.. ¿Ya os conocíais vosotros?

Ambos se miraron y asintieron con orgullo. Daniel era un gran amigo mío desde hace años, ver que se llevaba bien con Raúl puesto que yo no tenía ni puta idea, pero que ya se conocían, me parecía increíble por decirlo de algún modo. Al final, siempre me acababa juntando con los mismos, pero así era feliz.

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No tengo mucho que comentar. Ya en varias ocasiones dije que escribía por diversión, entretenimiento y porque realmente me gustaba. Podía crear escenas y plasmarlas lo mejor posible en historias. Historias que aunque tuvieran o no mucho éxito, me llenaban de orgullo a mí misma.

Seguiré con los siguientes capítulos puesto que estoy dispuesta a llevar esta historia lo más lejos posible para darle mucho juego.

Besitos ^^