Ahora sí que sí, un capítulo +18.
Debí haber escrito uno en los primeros capítulos pero no me veía capaz por falta de inspiración.
♡¡¡Recuerda que no estás obligado a leerlo!!
♡¡¡No se hace con la intención de incomodar a nadie!!¨ * ‧₊˚*♡ * *” ♡. ♡
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Raúl:Llegamos a casa de madrugada. Cansados, pero no lo suficiente. Juanito fue el único que iba borracho y se había pasado todo el trayecto haciendo preguntas extrañas, mañana me reiría de él.
Me aseguré de que cada vigilante estaba en su posición mientras el resto entraban a la casa. Luego subí arriba a la habitación donde me encontré con Sara sentada en la cama mirando el móvil. Se había quitado ya el maquillaje y los zapatos. Al verme sonrió, dejó el móvil en la mesita de noche y me indicó que me sentara a su lado.
-¿Recuerdas que el día de la entrevista con tu padre quisiste empezar algo?
-¿Algo cómo qué? -le respondí sabiendo a que se podría referir.
-Querías empezar algo que ambos sabíamos cómo iba a terminar.
-¿Cómo nuestra primera vez?
Ella asintió con la cabeza.
-¿Bebiste mucho para querer hacerlo o te quedaste con las ganas?
-¿Tú qué crees?
-Que estás borracha -dije de broma y desviando mi mirada hacia otra parte.
Lo captó y me dió un suave codazo.
-Bobo, si no quieres está bien. Es solo que que al ser la primera vez estaba nerviosa. Además fue por amor y no placer, y eso solo podía suceder contigo.
-Pienso igual, y en ningún momento dije que no quisiera. Me gustaría acabar aquello que ni siquiera empezamos.
Más bien lo necesitabamos ambos. Tenía a mi lado a la mujer más bonita que había visto en mi vida, cualquier cosas que quisiese hacer, yo estaría dispuesto a aceptarlo, como si era follar, ambos lo disfrutamos y lo volveríamos a hacer ahora mismo sin problema.
No dejé que me contestase a eso y comencé a besar su cuello con pasión. De su boca salían leves gemidos. La primera vez fue ella la que me rogaba más y más, y yo solamente obedecía. ¿Iba a dejar que sucediera lo mismo? Obviamente, soy obediente.
Su cuerpo se fue recostando hacia detrás y el mío se posaba encima. Continúe haciéndolo. En este último tiempo con ella había descubierto muchísimas cosas y una de ellas era que le encantaba que le besara el cuello. Digamos que era como un punto débil. Tampoco iba a alargarlo demasiado, solo lo suficiente hasta que quisiese continuar con algo más.Su mano derecha fue subiéndo lentamente hasta mi entrepierna y con la izquierda me atrajo más. Me miró con ese brillo en los ojos que mostraban seguridad, una seguridad que me impulsaba a seguir con libertad.
Dejé de besarla y pasé a quitarle aquel vestido que amaba en el fondo, pero que al mismo tiempo odiaba en ese instante, puesto que necesitaba verla sin él. Lo dejé de cualquier manera por la habitación.
Contemplé la lencería roja que llevaba. Nunca me cansaré de decir lo bien que le quedaba ese color. Ella aprovechó ese pequeño instante en el que me distraje admirando su cuerpo e hizo que intercambiasemos posiciones, quedando ella arriba. Se sentó encima mía y volvió a atraerme hacia ella. Me dejé llevar. Comenzó a quitarme la ropa dejándome solo en bóxer. Luego, me empezó a dejar suaves besos por distintas zonas de mi cuerpo, eso sí, de arriba a abajo. De mientras, mi mano manoseaba esa parte íntima de ella, haciendo que entre beso y beso soltara algún leve gemido que hacía al mismo tiempo que quisiese seguir así, escuchándola gemir por placer.Volví a quedar acostado en la cama con ella encima mientras seguía besando mi cuerpo hasta llegar nuevamente a mi entrepierna, donde sin pensárselo dos veces bajó por completo la tela que cubría mi erección. Vi deseo en sus ojos, pero no me la chupó, quería ir a por lo mejor.
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Narrador Omnisciente:Ambos sabían que cualquier leve contacto físico que tuvieran podría provocar un calentón de cojones. En ocasiones habían evitado cualquier cosita en público que no fueran más que besos por las consecuencias que podría llegar a haber. Pero ahora se encontraban solos y necesitaban desesperadamente el cuerpo del otro.
-Hagamos que sea igual de maravilloso que la primera vez -le dijo Sara excitada.
-Dímelo con un beso y será incluso mejor -le contestó este.
Y lo hizo, lo besó mientras Raúl le quitaba la parte de abajo y la dejaba semidesnuda.
"Dímelo con un beso", una frase que solo ellos sabían lo significativa que podía llegar a ser. Esa frase había sido la misma que uno de ellos había dicho aquella mañana en la que reconocieron que querían permanecer juntos, que se amaban.
Cuando sus partes rozaron sin ninguna barrera de por medio sus miradas se encontraron, sintiendo así una descarga.
Sara, quién sabía que aquello volvería a ocurrir puesto que ambos lo habían disfrutado, había comprado en su día pastillas para no quedar luego embarazada, no entraba en sus planes, al menos mientras estudiara. Raúl por su parte captó lo que aquellos preciosos ojos de la rubia transmitían.Y ahí empezó a introducirse lentamente dentro de ella para no lastimarla. Estuvieron así unos segundos, dándose besos y caricias hasta que esta se acostumbraró.
Luego, la rubia comenzó a moverse con la ayuda de Raúl, quién la agarraba de la cintura.-Por favor, ve más rápido -le suplicaba Sara entre gemidos.
Cuando Raúl lo vió conveniente la colocó boca arriba en la cama e hizo lo que su novia le pedía, haciendo que los dos se sintieran como en el cielo. Las embestidas eran más rápidas y los gemidos más altos.
De vez en cuando de por medio había algún que otro beso lleno de pasión y cariño.
Para Sara no era suficiente, pues suplicaba más y más.-¿Quieres que te deje mañana sin poder caminar? -le dijo el moreno con la respiración un poco agitada.
-Hazlo, follame de todas las maneras posibles hasta que quede rendida entre tus brazos.
-¿Follar? Eso suena a placer, como bien dijiste antes, esto es por amor.
Sara sonrió. Sabía perfectamente que lo que le acababa de pedir traería consecuencias al día siguiente, pero igualmente en ese momento no importaba.
Y así lo hicieron, en distintas posturas y posiciones, haciendo que ambos se corrieran más de una vez.Cuando sintieron que ya era suficiente se corrieron por última vez juntos, se tumbaron e intercambiaron miradas. Raúl veía a su novia, con el pelo desordenado y las mejillas sonrojadas, pero igual de perfecta que siempre.
Apagó la luz de la mesita de noche e hizo que Sara se recostara junto a él.-Te quiero -dijo Raúl susurrándole mientras la envolvía en sus brazos.
No tardaron más de cinco minutos en dormirse.
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Algo tan sencillo como esto me ha llevado bastante escribirlo, es increíble lo rápido que puede llegar a pasar el tiempo.
¡Intentaré actualizar siempre que pueda!
A esta historia le queda mucho por delante.
Besitos ^^
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♡᯾𝘋𝘪𝘮𝘦𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘣𝘦𝘴𝘰᯾♡ Biyinplay
Fiksi PenggemarSara y Abril conocen al mejor amigo de Juan, Raúl, quién se incorpora a los escasos dias de empezar las clases en la universidad. Este resulta ser el hijo de los reyes de la moda y con una mirada vuelve a cualquier chica completamente loca. Sara, si...