ɴᴏᴄʜᴇ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴀʟᴀʙᴏᴢᴏ

106 12 9
                                    



Kakuzu: Cómo hemos terminado aquí...

Kisame: No lo se... pero hemos debido de bajar la guardia.

Los dos miembros de Akatsuki habían sido capturados por la policía del país del fuego. Pronto serían enviados a Takigakure y Kirigakure respectivamente. Habían pedido refuerzos, pero lamentablemente no habían venido a tiempo. 

Kakuzu: Y ahora que vamos a hacer?

Kisame: No lo se... podríamos haber comido algo antes de la misión. Me estoy muriendo de hambre.

Kakuzu: Eso es lo de menos, hay que encontrar una manera de salir.

Kisame: Itachi y Hidan deben estar en camino ya para salvarnos.

Kakuzu: Y serán competentes para sacarnos de aquí?

Kisame: El resto estaban ocupados. Además creo... que no le importamos a nadie más.

Kakuzu: Habla por tí... esos dos que vienen, vienen a salvarte a tí... yo no le importo a nadie. Y mejor así.

Kisame: Se te oyen las tripas desde aquí, viejo gruñón. Qué vas a hacer ahora? Comerte tu dinero?

Kakuzu le miró con odio, no le caían en gracia esas bromas. Kisame parecía bastante confiado, a pesar de haber pasado una mala época en conflicto consigo mismo, la realidad es que había logrado rodearse de gente que le apreciaba. Kakuzu en cambio, no tenía a nadie. Es muy duro no tener a nadie cuando llegas a esta situación. Porque alguien debe sacarte de la cárcel, y si te quedas, el dinero, no te servirá de mucho.

Kakuzu: Yo no necesito comer, soy inmortal. -en ese instante, sus tripas rugieron sonoramente pidiendo comida urgentemente.- Ni caso...

De fuera de las celdas se escucharon murmullos.

Funcionario de prisión: Hoy vienes más tarde, Nakamura.

Nakamura: Sí... perdone, es que he tenido muchas cosas que hacer.

Funcionario: Pasa, anda. Y ten mucho cuidado, hoy hemos encerrado a dos de Akatsuki, a esos no hace falta que les des nada.

Nakamura: Por dios, hombre. No sea insensible.

La joven caminó por los pasillos del calabozo con una cesta en los brazos. Fue pasando celda a celda, ofreciéndole bocadillos a los presidiarios que los recibieron con ansias.

Nakamura: No os amontonéis, hay para todos.

Funcionario: Se lo estás diciendo a unos criminales, probablemente muchos de ellos ladrones. Crees que acaso te escucharán?

Nakamura: Por supuesto que sí...

Finalmente caminó hasta la última celda del bloque, la de la pareja de Akatsuki. Se acercó a los barrotes y un poco intimidada se agachó frente a la celda. Colocó un pañuelo en el suelo y allí puso los dos últimos bocadillos. Les miro a los ojos sin expresión. Ellos la miraban atentamente sin moverse demasiado. Kakuzu hizo un amago de levantarse intentado asustarla, sin embargo ella no reaccionó. Simplemente se levantó y caminó hasta la salida.

Funcionario: Gracias, Nakamura.

Nakamura: De nada, señor. Es un placer.

La joven abandonó el lugar. Kisame se acercó a por los bocadillos y le tendió uno a Kakuzu. 

Kisame: Aquí tienes compañero... nos ha salvado la vida, eh?

Kakuzu: Yo no me fiaría... puede que estén envenenados.

El sexto corazón. (KAKUZU X OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora