El sexto corazón. (KAKUZU X OC)

ɪᴅᴇᴀ

Tras unas semanas, Nakamura había ya plantado las semillas en el jardín. Las plántulas ya habían brotado, pero ella seguía como alma en pena. Haruna no había conseguido sonsacarle nada de información sobre el tema. Como había seguido haciendo el recorrido por ella, finalmente había dado con el quid de la cuestión. Definitivamente los Akatsuki habían abandonado la aldea.

No podía preguntarle a cerca de eso, pues cada vez que lo intentaba, la chica salía corriendo. Lo único que hacia era rezar, limpiar y regar las plantas. Ni si quiera cocinaba ya, ni leía, era un zombie. Su amiga quería ayudarla, mas ella se había cerrado en banda.

En introspectiva, Nakamura trataba de olvidarse de aquella breve aventura, pensarlo fríamente y aparcarlo en lo más profundo de su memoria. Sin embargo bien parecía que aquel encuentro amoroso con el criminal, había alterado su química cerebral. No podía parar de pensar en él, cuando lo hacía sus palabras hirientes regresaban a su mente y su corazón reventaba las llagas una y otra vez.

Cierto día mientras estaba en una excursión del colegio, a Haruna le vino una idea a la cabeza. Una idea para intentar animar a su compañera. No era algo habitual para las monjas, pero creía que un viaje podía cambiar el ritmo de vida que su amiga llevaba desde hacía ya varias semanas. Se propuso contárselo esa misma noche, además debería convencer también a Lanhua. No sería difícil, pues la madre superiora también había sido testigo esas semanas del desconsuelo de Nakamura.

Al llegar al convento se dirigió al cuarto, primero debía quitarse de encima el convencer a su compañera, era lo más difícil.

Haruna: Hola, Nakamura. Qué tal has estado hoy?

La chica estaba sentada sobre la cama con el rosario entre las manos.

Nakamura: Como siempre... 

Haruna: Vaya... lo siento.

Nakamura: No tienes que sentirlo.

Haruna corrió hacia la cama de su compañera y se sentó a su lado.

Haruna: Oye, tengo algo importante que proponerte.

Nakamura: Si va a ser algún disparate puedes ahorrártelo, estoy bastante cansada emocionalmente.

Haruna: Vámonos de viaje. Unos días de vacaciones te vendrán bien, estás mal Nakamura.

Nakamura: Un viaje? -la miró pensativa- No... no puedo ir de viaje, tengo que cuidar las plantas.

Haruna: Oh por favor... pero si las plantas las puede cuidar cualquiera.

Nakamura: Si... por eso estaba tan bonito el jardín antes de que yo me empezara a ocupar de él...

Haruna se quedó en silencio unos minutos. Ciertamente el resto de compañeras ya tenían asignaciones, todas trabajaban como abejas cada día, en piloto automático acudiendo a sus misiones diarias, que eran cada día las mismas. Era cierto, el jardín estaba lleno de ramas secas y malas hierbas.

Haruna: Pero podemos pedírselo como favor a alguna amiga, serán pocos días.

Nakamura: Haruna... no es una buena idea, lo siento. Si tienes tantas ganas de ir, por qué no vas con otra persona?

Haruna: Porque yo no quiero ir... quiero que tú vuelvas a ser como antes.

Nakamura no dijo nada, simplemente se acostó triste en su colchón. Haruna abandonó la habitación en busca de Lanhua. Quizás si la superiora se lo ordenaba, Nakamura no podría echarse atrás.

Haruna: Lanhua, necesito tu ayuda.

Lanhua: Oh... Haruna... qué ocurre?

Haruna: Es Nakamura... no mejora. Había pensado en llevarla de viaje para que se relajase un poco y volviese a ser como ella es.

Lanhua: Oh... suena como una buena idea.

Haruna: Si... pero ella no quiere venir. Me preguntaba si usted podría... ordenárselo.

Lanhua: Oh... así que es eso.

Haruna: Se que es un poco feo... pero ella no mejorará si sigue como hasta ahora.

Lanhua: Está bien, hablaré con ella. Algo se me ocurrirá.

Haruna: Gracias, es usted la mejor...

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No se porqué esta parte no se subió cuando debía subirse, además de eso no se guardó correctamente. Sin embargo quería publicarla para que la historia se pudiese entender con más facilidad.