Capítulo XXVII: 16 de Noviembre, 2003

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Malcolm y Stevie estaban en las canchas de baloncesto, Malcolm llevaba la pelota mientras Stevie arrastraba su silla de ruedas junto a él mientras caminaba.

-Stevie, por última vez, no voy a hacer equipo contigo para jugar al baloncesto en silla de ruedas-le dijo Malcolm a su amigo mientras salían de la cancha.

-Huelo... a... gallina...-dijo Stevie burlándose de él.

-No tengo silla de ruedas. Es aterrador-dijo Malcolm-es quitarle el puesto a alguien que realmente es inválido ¿por qué no le preguntas a ese chico babeando con la enfermera sexy?-

-Norm es... un cerdo-contestó Stevie.

-Hola, chicos-les saludo Abe una vez salió de su camioneta.

-Sr. Kenarban, ¿no cree que sea éticamente sospechoso que alguien participe en baloncesto en silla de ruedas si no es realmente discapacitado?-le preguntó Malcolm.

-¿Aunque... su mejor amigo... necesite ganar... para su madre?-preguntó también Steve. Abe se ríe nerviosamente ante las preguntas de los chicos.

-Hijo, después de estar fuera dos meses, tu madre estará feliz como un pato solo de verte- respondió Abe sin quitar la sonrisa nerviosa de su cara.

-Sé que ha estado fuera mucho tiempo, Stevie, pero no me parece bien-le explicó Malcolm a su amigo.

-Siempre... he estado ahí... para ti.

-Por favor, no me hagas esto-protestó Malcolm a su amigo.

-Séptimo grado... primer baile... bragueta abierta...-enumeró Stevie.

-Muy bien, de acuerdo-lo detuvo Malcolm accediendo de mala gana a participar en el torneo de baloncesto en silla de ruedas con su amigo-pero estoy harto de que me eches eso en cara todo el tiempo-

-Guárdatelo... para el juego-le dijo Stevie, luego los dos se dirigieron hacia la camioneta de Abe.

En la cocina de la casa Wilkerson, Lois estaba sentada delante de la mesa con su uniforme del Lucky Aide, intentando alimentar con un poco de papilla a un lloriqueante Jamie que no paraba de moverse en su sillita.

-Vamos, Jamie, tengo que ir a trabajar-suplicaba Lois mientras intentaba alimentar al bebé con un poco de la comida con sabor a espinaca sin éxito-come. Te metes una cucaracha en la boca ¿y ni siquiera pruebas esto?-en ese momento, Dewey entró en la cocina y vio a su madre intentando alimentar a Jamie. Hizo como que no le importaba y siguió caminando pero Lois lo tomó del brazo-toma, Dewey, ayúdame. Eres bueno con el bebé-dijo mientras jalaba a su hijo hacia la silla donde ella estaba sentada.

-No, no lo soy-le dijo Dewey a su madre sentado en la silla frente a Jamie-lo dices por decir-

-Oh, de acuerdo, me atrapaste. Tu recompensa es poder alimentar al bebé-dijo Lois mientras señalaba a Jamie que no paraba de llorar, luego empezó a ordenar algunos libros viejos y periódicos que Hal había estado guardando. Y hablando de Hal...

-Tengo que irme-anunció Hal a Lois mientras pasaba por su lado atándose la corbata del trabajo alrededor del cuello.

-¿Por qué guardaste mi diario de la secundaria?-le preguntó Lois a su esposo sosteniendo un viejo cuaderno rosa y amarillo.

-Buscaba un libro que pudiéramos usar para Jamie-se limitó a contestar Hal mientras seguía anudándose la corbata-resulta que ni siquiera le quitamos el celofán al de Dewey...-

-¡Malcolm, Reese, de prisa!-les dijo Lois a sus otros dos hijos mayores. Malcolm llegó a la cocina en una silla de ruedas para desconcierto de Lois-¿qué diablos estás haciendo?-

Si tan solo lo supieras... [MITM Real Person Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora