Aquella mañana de sábado, catorce de febrero, día de San Valentín, Justin paseaba frenético por su habitación incapaz de creer que por fin esto estaba sucediendo, estaba a punto de tener una cita con Frankie, su mejor y más cercano amigo, el único a quién podía confiarle sus más profundos secretos, el chico de sus sueños y al que amaba más que a nada en este mundo. La vida nunca antes había sido más dulce, se encontró un poco entregado a la idea de asegurarse de que Frankie disfrutara de su cita, pero sobre todo, de que pudieran compartir un precioso tiempo juntos.
Mientras daba vueltas por su habitación, Justin comenzó a trabajar en algunas opciones de dónde podía llevar a Frankie en su primera cita, podían ir al centro de la ciudad y quizás ver una película, pero rápidamente la descartó, sintiendo que debía hacer un pequeño esfuerzo extra por él. Además, si iban allí, ambos llamarían la atención de la gente, no solo por el hecho de que ahora eran novios, sino por el hecho de que ambos eran estrellas del espectáculo muy reconocidas y eso sí que sería un gran problema. Tal vez podían ir a otro lugar, uno que les guste a ambos y en el que nadie los juzgaría ni iría a invadir su intimidad solo por ser actores.
No pasó mucho tiempo antes de que su celular comenzara a sonar, sacando a Justin de sus preocupaciones y pensamientos, se dirigió a su mesa de noche, tomó su celular y contestó la llamada.
-Buenos días, amor~-Justin sonrió al escuchar la voz de Frankie en el auricular.
-Buenos días a ti también, cariño-le dijo Justin a su novio quien no pudo evitar soltar una risita ante el saludo-¿sabes cuál es mi parte favorita del día?-
-Hmm... no lo sé ¿cuál es?-preguntó Frankie del otro lado de la línea fingiendo curiosidad mientras intentaba reprimir su risa.
-Bueno, la mejor parte de mi día es despertarme cada mañana para ver tu cara o escuchar tu voz otra vez-dijo Justin para luego escuchar algunas risas de parte de su novio.
-Vamos, amor. No bromees con eso-se molestó Frankie, su rostro se sonrojó mientras quería aparentar como si aquellas palabras no lo hicieran sentirse abrumado.
-¡Pero es la verdad! cada vez que me voy a dormir, lo único que tengo en mente es que no puedo esperar ni un segundo más para despertar y ver tu cara, porque esa siempre fue mi motivación para seguir adelante incluso desde antes de convertirnos en lo que somos ahora-dijo Justin, entonces se percató de lo cursi que sonaba y no pudo evitar sentirse avergonzado de sí mismo-lo siento, no debí haber dicho eso, mi amor-
-Está bien, no hay nada de lo que debas avergonzarte, Justin-contestó Frankie con una sonrisa en la cara mientras sujetaba el teléfono con el hombro mientras terminaba de quitarse la ropa de dormir para poder ir a darse un baño antes de ir a su cita-por cierto ¿estás emocionado por lo que vamos a hacer hoy?-
-¡Claro que lo estoy! solo déjame tomar algunas cosas de mi casa, ir a mi auto e iré a buscarte en unos minutos-dijo Justin mientras colocaba el teléfono sobre la cama para poder tomar su sudadera y colocársela.
-Bien, nos vemos entonces.
-Estaré allí pronto, adiós, te amo~-rápidamente Justin cortó la llamada, guardó su teléfono en el bolsillo de sus jeans, abrió la puerta de su habitación y vio a su alrededor esperando que sus padres o hermano no hayan escuchado la conversación telefónica con su novio. Por suerte no había nadie cerca lo que le hizo dar un suspiro de alivio, con cuidado salió de su habitación y cerró la puerta tras él intentando no hacer ruido, en silencio cruzó el pasillo, fue al recibidor a tomar las llaves de su casa y de su auto, pero cuando estaba a punto de abrir la puerta...
-¿Vas a alguna parte?-Justin detuvo todos sus movimientos al escuchar la voz de su padre justo detrás de él, al parecer se había levantado más temprano que de costumbre ese sábado por la mañana-¿por qué tienes esa cara? Parece que hubieras visto un fantasma o algo así-
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Si tan solo lo supieras... [MITM Real Person Fanfic]
Fanfic"¿Cómo sería tu pareja perfecta?" El corazón no decide de quien te enamoras, amor es amor, simplemente pasa y ya, nadie debería prohibirlo ni juzgarlo. Dentro de su corazón, Frankie Muniz, estrella de cine y televisión, sabía muy bien que él y Just...