Aventura de Cumpleaños

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David

Fiorella cumplió sus trece años de la mejor manera posible. La llevaron a comer, e, inclusive, le dieron muchos obsequios. El cumpleaños de Kakashi también pasó, días antes que el de mi prima... No lo vimos por ningún lado; él se mantiene aislado. Aún así, cada uno le enviamos un regalo por medio de Minato, quien, aseguró, estaba bien y agradecido por los gestos.

Pero bueno, hoy es un día nuevo, en el cual, me encontraba durmiendo plácidamente en mi camita, cuando en eso, sentí agua helada cayendo sobre mi rostro.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! —gritó mi ahora tía peli-roja con una gran sonrisa en su rostro.

Díganme... ¡¿Quién en su santo juicio levanta al cumpleañero de esta forma?!

— ¡Ay, mi chiquito hermoso! —apegó su mejilla contra la mía y me abrazó con mucho cariño—. ¡Feliz cumpleaños, mi David!

— Gracias, tía —dije sonriendo alegremente.

— ¡Baja a desayunar! Minato hoy está preparando el desayuno para ti junto a Jiraya-San.

Tomó mi mano y ambos bajamos con velocidad.

A este mundo llegamos un diez de septiembre, y hoy estamos trece de octubre.

¡Mi cumpleaños!

¡Sí, por fin cumplí once!

Bueno, aquí, en esta dimensión.

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Shisui

Mi hermana caminaba de aquí para allá y de allá para acá. Se encontraba cargando unas cajas llenas de serpentinas y cosas de fiesta, delante de mi presencia. Enarqué una ceja mientras la miraba curioso.

— ¿Qué haces, hermana? —pregunté extrañado.

— Ah, no es nada —contestó dejando una caja en el piso, y cogiendo otra aún más grande—. Hoy es el cumpleaños de uno de mis mejores amigos, David. Le haremos una fiesta sorpresa en casa de Kushina-San, su tía.

— ¡Eso es genial! —exclamé con energía—. ¿Yo estoy invitado?

— ¡Por supuesto! —afirmó sonriendo animadamente, a lo que yo di un salto en mi mismo eje mientras gritaba un "Sí"—. Y por eso te daré una misión.

— ¡Dímela! ¡Seguro será divertida!

Ella asintió—. Con Santiago tendrán que entretener a David, él no sabe nada de esa fiesta. Deben sacarlo y mantenerlo alejado de la casa del Hokage, y a las siete de la noche volverlo a llevar para la fiesta sorpresa.

Sonreí y asentí con energía.

— ¡Cuenta con que no se enterará de nada! —grité alegre—. ¿En qué lugar debo ver a Santiago-Chan?

— Ohu, él...

Pero fue interrumpida por el timbre, fui a abrir, y ahí, detrás de la puerta, estaban Santiago-Chan y David-Chan.

— ¡Feliz cumpleaños! —felicitamos mi hermana y yo a la vez.

— ¡Gracias! —nos dijo él muy feliz.

— ¿Listo para nuestro día de hombres, Shisui? —preguntó Santiago-Chan con una sonrisa cómplice.

Yo le devolví el gesto al mismo tiempo que asentía.

Interviniendo en Naruto [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora