—¡Son unos tontos!, No pudieron contra nosotros y nos escapamos de la forma más fácil .—Decía un ninja cualquiera subido en una carreta con mercancía recién robada de Konoha.
A su lado iba otro ninja, quien estaba cubierto con una máscara al igual que él. Tenían que proteger su identidad para que los ninjas de la hoja no supieran quienes les robaron.
Ellos iban de lo más tranquilos, sin saber, que detrás, cuatro enmascarados de anbu les pisaban los talones. Se detuvieron en medio camino, escondiéndose entre los árboles. La azabache con máscara de gato arrimó su espalda al grueso tronco de un árbol y le hizo señas al castaño con máscara de ave.
Él entendió, por lo que se dejó caer al piso sin hacer ni el más ligero ruido. Llevó las manos a su pecho y elaboró un jutsu, yéndose así debajo de la tierra.
La enmascarada de gato miró al peli-rojo con máscara de tortuga, y asintió. El chico le devolvió aquel gesto y con suma cautela se prendió debajo de la carreta poniendo chakra en sus manos y en sus pies.
Por último, la azabache se dirigió a la castaña con máscara de perro y juntas cayeron delante de los dos malhechores.
—Vaya, al parecer no nos deshicimos de todos .—Habló el hombre anterior, ganando un asentimiento de su acompañante.
Las Anbus no hablaron, simplemente sacaron kunais y amenazaron.
—¿Con qué quieren pelear, eh?
Sin pudor alguno, la castaña soltó los kunais, colocó chakra en sus manos y corrió a ellos. Ambos ladrones esquivaban ágilmente y con cuidado los puños de la chica, ya que sabían muy bien el riesgo que conllevaban esos ataques o el simple impacto de uno.
La azabache simplemente se quedó atrás, disfrutando del show que su compañera estaba elaborando, pero se puso rígida cuando el otro malhechor empujó a la castaña hacia ella. La atrapó de los brazos y ambas miraron a los dos ladrones nuevamente, sin embargo, esta vez con más acusación que antes.
La castaña, ignorando las señas de la azabache para que se detuviera a pensar en algo, volvió con ellos, pero, en vez de atacarlos directamente, murmuró un inaudible "Ocho Trigramas: Palmas de Retorno al Cielo" y comenzó a dar vueltas, de esta forma soltando chakra de su cuerpo.
Por instinto, la enmascarada de gato se alejó, frunciendo el ceño por debajo de su máscara. ¿Acaso su compañera sabía lo que hacía?
Los malhechores también tomaron su debida distancia, y uno de ellos mostró sorpresa.
¿Acaso ella es del clan Hyūga?
Pensó.
Esa técnica es exclusivas de aquel clan, aparte, muy pocos la pueden hacer, lo que le da mucho que pensar sobre esa chica de castaño cabello.
Mientras aquello pasaba, a unos cuántos metros de ahí, el enmascarado de ave había abierto un agujero en la tierra justo debajo de su compañero con máscara de tortuga.
El peli-rojo abrió la especie de trampilla que había debajo de la carreta con el filo de un kunai, cosa que permitió que la mercancía cayera en el agujero que había abierto el castaño. Cuando las cosas dejaron de caer, el chico se metió dentro de la carreta para verificar si faltaban objetos, lo que significaba que necesitaban más tiempo.
Detente, maldición.
La azabache quiso gritarle aquello a su compañera, pero ella parecía estar en su mundo. Sin embargo, hacer esta técnica consumía más chakra de lo que hubiera querido, por lo que se detuvo lentamente y cayó al piso rendida. Al menos, había logrado lastimar al acompañante del que parecía ser el líder.
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Interviniendo en Naruto [LIBRO 1]
DiversosTodo parecía ser un viaje vacacional normal, con mis tres primos, por las islas Galápagos, Ecuador; para celebrar que el año se acababa. Fuimos el 31 de diciembre en la tarde a la playa de la isla Isabela (Una de las tantas islas de Galápagos) pero...