¿Cuándo empezamos?

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Santiago

Pasaron cinco días desde que Shisui nos invitó a su entrenamiento con Itachi, pero nos tuvimos que ir rápido por la cena que tenían. Al llegar a casa de Itachi, pues... Mikoto nos dijo que pasáramos adentro y que nos daría comida.

Mh, esta Uchiha es una de las pocas que caen bien.

Pero bueno, después de eso, hemos entrenado mucho. Como se ha recalcado, no sabemos muy bien cuáles son nuestras habilidades...

Okey, las de Camila ya sabemos... más o menos, al igual que las de Fiorella y David. Mis habilidades son las desconocidas todavía.

Me harta que casi todos conocen sus técnicas menos yo. Y lo peor, es que nadie en este mundo parece saber de ellas, o de lo que soy especialista, etc, etc.

Nadie de afuera...

Esperen...

Nadie de afuera conoce mis habilidades...

¡Pero nunca le pregunté a la persona que me crió como su hijo!

Con ese pensamiento, bajé las escaleras emocionando, encontrándome a Hiruzen junto a dos hombres en la mesa, jugando cartas. Luego de rato, el tercero sonrió orgullo y cruzó sus brazos por encima de su pecho al percatarse de su victoria, cosa que sorprendió a los otros dos.

Entonces, y al notar que los desconocidos ya se fueron, me acerqué a Hiruzen, quien, de manera calmada, recogía las cartas de la mesa y acomodada el mantel.

—Hiruzen-San... .—Hablé.

Su mirada cayó en mí instantáneamente.

—¿Sucede algo? .—Preguntó, mostrándome una sonrisa.

—Quiero hablar contigo...

—Bien .—Dijo dejando las cartas a un lado. Se sentó en la silla de madera que se encontraba delante suyo, y apuntó la silla a su diagonal, invitando a sentarme. Sonreí e hice una corta reverencia, antes de tomar asiento y sonreír un poco—. Ahora sí, dime.

Suspiré y miré a un punto fijo, buscando las palabras correctas para expresarme sin sonar raro.

—¿Cuáles son mis habilidades? .—Pregunté, notando el como él se asombró.

Mmmm, ¿fui muy directo?

—¿No las sabes ya? .—Fue su respuesta.

Empecé a jugar con mis manos un poco nervioso, para después arreglar mis lentes redondos.

—Te voy a ser sincero .—Dije cuando de la nada una idea vino a mi mente—: En la misión que tuve, me golpeé con una roca en la parte inferior de la cabeza. Creo que un pedazo de mi memoria resultó afectada debido a esto.

Sonreí nervioso, esperando que me creyera.

—¿En serio? .—Preguntó, abriendo sus ojos sorprendido—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Tenías muchas cosas en la cabeza y no quería preocuparte.

Él me inspeccionó con la mirada, antes de suspirar.

—¿Y quieres saber de eso?, ¿De tus habilidades?

Moví mi cabeza de arriba abajo, en afirmación.

— Bueno .—Dijo juntando sus manos y apoyando sus codos en la mesa—. Como sabes, tu abuelo es Hashirama Senju...

—Sí... .—Dije, dándole paso a que continuara:

—Para empezar, en tu cuerpo están sus células; por lo tanto, tienes el estilo madera, sólo que no lo haz aprendido a controlar del todo...

Bueno, eso no me ayudo mucho, porque ya lo sabía.

Interviniendo en Naruto [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora