Al menos, por un día

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—¡Tienes que matarme! Soy una amenaza para la aldea, ¡Perderé el control y podría destruirla!

—¡No haré eso!, ¡Ahora debes estar tranquila, ya estoy aquí!, ¡Resolveremos el resto en casa!

Ninjas de la Niebla organizaron un secuestro en contra de Konoha, raptando a Rin Nohara, para convertirla en la portadora del tres colas, y, que al recatarla y llevarla de vuelta a la aldea, en el momento menos esperado, el monstruo tortuga se desatara de la niña y destruyera a los enemigos.

Rin insistía desesperadamente en ser asesinada, pues creía que su sola presencia en la aldea oculta entre las hojas, traería caos con esa terrible bestia en su interior. Pero Kakashi no iba a permitir que muriera así como así, no después de hacerle una promesa a su mejor amigo y empezar a querer a su compañera de equipo como se lo mereció desde el inicio. No importa lo que ocurra, él protegerá a Rin aunque le cueste su propia vida y cumplirá la última voluntad de Obito.

Sin embargo, más ninjas comenzaron a llegar y a rodear a ambos infantes. Kakashi se lanzó a la pelea con el chidori y, con el sharigan, percibía ataques que eran especialmente dirigidos a su compañera. Daba todo por acabar con la lucha en ese instante y regresar sanos y salvos a Konoha, pero, no contaba con lo siguiente que pasaría:

Rin, delante suyo, siendo tocada con el chidori que él mismo iba a impactar en un enemigo. Bajo su máscara, su boca se abrió con asombro al igual que sus ojos.

—¿Qué? .—Apenas alcanzó a murmura, aterrado. La castaña se había atravesado en medio de su ataque, causando que el chidori se clavara en su pecho—. Rin... .—Su promesa, su responsabilidad, su compañera de equipo, su amiga; ahora mismo estaba al frente de él con un hilo de sangre saliendo de su boca y una mirada triste y destrozada... Y, él, fue la razón de aquello.

Dificultosamente quitó el chidori del cuerpo contrario, permitiendo que éste se fuese hacia adelante y quede arrimado a él. Por unos momentos, sintió, como si antes de morir completamente, Rin le hubiese dado un abrazo de despedida, para, así, caer hacia atrás, inconsciente y con un orificio en su pecho.

Del ojo derecho de Kakashi, inevitablemente salió una lágrima mientras caía al suelo de rodillas, destrozado. ¿Cómo pudo permitirse eso?, ¿Cómo pudo romper de esa manera tan cruel y descarada su promesa a Obito?

Con tantas emociones dentro de sí, su ojo izquierdo, donde mantenía el sharingan, entró en una nueva faceta de poder. A pesar de eso, se sentía una escoria completa. No mantuvo su promesa, no lo hizo... Rin murió... ¡Y a su propias manos, maldición!

Sin si quiera lograr ver algo más, una última lágrima fue suficiente para que su cuerpo cayera al suelo y que su mente dejase de funcionar, desmayándose en los peores momentos.

Los ninjas de la niebla estaban dispuestos a matarlo, pero algo los hizo alertarse: Un chico desconocido y repleto de furia, apareció de la nada y empezó a agredirlos y acribillarlos uno por uno, usando habilidades máximas y sin piedad, o remordimiento alguno. Sus ataques eran pulcros y desesperados, como si estuviera tratando de desahogar su dolor de esa forma.

Finalmente, las únicas dos vidas que quedaron fueron la de aquel chico y Kakashi. El primero se acercó lentamente a Rin, con intenciones de sentirla una vez más, aunque esté muerta, aunque no lo pueda saludar como siempre lo hacía, aunque no pueda escucharla decir su nombre con mucho amor...

Lágrimas mezcladas con sangre se desbordaron de su único ojo, tratando inútilmente de pedirle a la castaña volver con él. Entonces, sintió una luz de esperanza situarse en su ser, cuando la vio mover su dedo índice ligeramente, en señal de vida. Conmocionado se arrodilló, creyendo que lo que veía debía ser algo imposible.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2024 ⏰

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Interviniendo en Naruto [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora