la segunda parte de Sailor Moon la Ultima Batalla: El Sol vs La Luna. El ultimo eclipse se acerca, un antigua profecía esta por cumplirse. Podrán Serenas y las demás enfrentar su ultima batalla antes de Tokio de Crystal?, serán capaces Serena y Dari...
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Los personajes no me pertenecen yo solo jugué con ellos
En la galaxia de Andrómeda se encuentra el planeta Kinmoku, ahí tres Sailor añoran un planeta lejano, donde sus corazones se sintieron vivos...
Tres jóvenes sailor caminan por una vereda llena de flores doradas como el rayo del sol, haciendo recordar a dos de ellas, a dos jóvenes rubias que con su singular personalidad capturaron su corazón.
Me pregunto si estarán bien? – dijo pensativa sailor fighter, mientras tomaba una flor.
Estoy segura que ellas están bien – sonrio sailor healer – son muy fuertes, recuerdas?
Aun así – murmuro sailor maker – no sé porque siento que este ya no es mi lugar.
A mí, me sucede lo mismo – le miro sailor fighter – siento que mi lugar no está aquí si no con ellas.
Pero que tonterías dicen – gruño sailor healer molesta – están locas nuestro lugar es con la princesa Kakyû!
Lo sabemos – dijeron a coro sus hermanas.
Aun así la sensación cada vez es más grande – comento sailor maker.
MINTRAS TANTO EN EL PALACIO.
La princesa Kakyû caminaba de un lado a otro, ese sueño, no mejor dicho ese recuerdo volvía a ella todas noches desde hace unos meses...
Flash back...
Hermanita! – grito su hermano menor mientras corría abrazarla.
Thantos! – le miro sorprendida y correspondió a su abrazo, su hermano menor era el más cercano a ella, siempre cuidaba de ella y le protegía.- pero que hacen aquí Andrómeda les ha dado permiso de venir? O acaso a ocurrido algo malo?- pregunto preocupada mirando a sus otros dos hermanos.
Andrómeda nos mando porque hay indicios que una flor de Kisenian se dirige hacia aqui – explico su hermano Athos mientras se acercaba a saludarle – pero no te preocupes nosotros te protegeremos.
No su deber es proteger al pilar del corazón – les miro molesta – nunca lo olviden hermanos míos.
Eso lo sabemos – sonrio Perseo y le abrazo con fuerza – pero ella manda y nosotros obedecemos.
Por cierto – recordó Athos – Andrómeda te manda esto – entregándole una carta y na vasija color rojo a su hermana – dijo que era importante.
Está bien la leeré – sonrio – vallan a refrescarse el viaje asido largo cuando este la cena os pediré que los llamen.
-los tres jóvenes asintieron y salieron de los aposentos de su hermana mayor, mientras ella con sumo cuidado desdoblaba la carta, que tan cuidadosamente la princesa Andrómeda le había entregado ella, sabía que cuando ella doblaba de tal manera las cartas es por que contenían, algo de suma importancia. Termino de desdoblar y comenzó a leer.
