❝Vivo a base de mis recuerdos, porque no confío en mis ojos pero sí en mi cabeza.❞ —13/04.
Las sirenas aturdían a los infelices oídos que debían morir con ello. Cuando esa casa en plena oscuridad pareció incendiarse con más fuerza, él ya sabía que era demasiado tarde.
Siempre lo era.
Cuando Rampo había llegado, sus oídos debieron perdurar concentrados ante las sirenas. Sus ojos, abiertos de par en par, se obligaron a ver su panorama en busca de un cuerpo más importante que cualquier otro. Pero su cabeza parecía repetir ese momento todo el tiempo, porque todo el tiempo recuerda que llegó tarde.
Cuando vio el cuerpo de Yosano Akiko ser rescatado de las llamas del infierno, era tarde para ayudarla. Su mano ya se encontraba colgando con una palidez no propia de esa pequeña mujer, y la silla de ruedas que fue la única que realmente quiso resguardar a Yosano no pudo con ello y finalmente pereció con su dueña. No había cuerpo rescatado que estuviera acompañado y abrazado de algún mínimo calor propio. Nada. Era tan invisible, tan incapaz de ello, que Rampo volvió a quedarse ahí, dejando de pelear con aquellos hombres que no lo dejaban entrar a la escena del crimen.
Era una fila de personas, todas ellas que se mostraban aterradas con rostros invisibles, que veían cada cuerpo siendo transportado en camilla y llegando a las ambulancias. No era un tiempo real, ni tampoco era un sueño.
Era un recuerdo.
Y estaba en su cama, en su casa, siendo muy de madrugada y con un dolor de cabeza que le vino de golpe por justamente despertarse de golpe. Sus ojos entrecerrados querían mirar su alrededor, que estaba oscuro, y vio su reloj.
3 AM.
Eran las tres de la mañana, en Mayo.
Se levantó perezoso de su cama y prendió la luz de su cuarto cuya puerta se encontraba cerrada. Su vista se colgó a una carta que le había escrito a Poe, queriendo cometer una locura tan repentina como posiblemente fugaz.
Solamente eran las tres de la mañana después de todo, ¿no?
Tomó sus abrigos, su teléfono y sus cosas. Cuando llegó a la cocina, vio a Fukuzawa dormitar en el sofá de la sala de estar y con la televisión encendida. Su silencio quiso regalarse propiamente y, a pesar de todo lo difícil, Rampo logró salir de su hogar, pensando que no había despertado a nadie, pensando que esos ojos abiertos de ese hombre mayor no lo habían mirado salir por la puerta.
Cruzó Yokohama, siendo ya las cinco de la mañana de un día Lunes. No le importaba, ni siquiera notó ese detalle de tener que ir a clases ese día. Simplemente llegó a ese hospital, saludando como acostumbraba a hacer a todos los que estaban ahí, con una mano deteniéndolo por medio de su hombro y dándose cuenta que era Mori y su cara de sorpresa.
—Rampo-kun, ¿qué haces aquí? —Preguntó Mori—. Es Lunes.
—Sí... —Afirmó, rascándose la nuca, solo quería saber de...
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September to October - Rampoe
Fanfiction❝𝔒𝔫𝔩𝔶 𝔱𝔥𝔢 𝔞𝔲𝔱𝔲𝔪𝔫 𝔩𝔢𝔞𝔳𝔢𝔰 𝔨𝔫𝔬𝔴 𝔴𝔥𝔞𝔱 ℑ'𝔳𝔢 𝔣𝔬𝔲𝔫𝔡❞ Aquellos que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan de aquellos que solo sueñan por la noche. -Angst -Historia corta -Empezada: 03/03/2023 -Terminada:...