Serendipia

Capítulo 6

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2 de septiembre de 2024

Londres, Inglaterra

Melody

—Lo haré —hablo en cuanto entro a mi departamento y, mi mejor amigo que estaba sentado en el sofá, cae de sentón por mi repentina aparición.

—¿El qué? —Max se soba el trasero mientras se levanta y se vuelve a sentar en el sofá con cuidado.

—Haré esa audición —hablo segura de misma. Toda la noche estuve pensando en lo que me había dicho el chico misterioso, y luego de salir a correr para despejarme lo decidí. Audicionaría pase lo que pase.

—Es el cinco de septiembre —muerdo mi labio, si mis cálculos son ciertos la audición es en tres días.

Tres. Jodidos. Días.

—Mierda, no he practicado no he hecho nada —empiezo a caminar de un lado a otro, pensando en que canción elegir y que tipo de baile sería, en ensayar lo más posible para que salga perfecto. Y claramente, empezar a hacer ejercicio. 

No me considero una persona con sobrepeso, pero en el mundo del baile tienes que seguir una dieta, y mas si te empiezas a dedicar profesionalmente. Tienes que seguir dietas y hacer bastante ejercicio para gastar peso y ganar flexibilidad. 

—Mel, mel, tranquila —me agarra de los dos hombros y lo miro con ojos cristalinos.

—¿Y si fallo?

Y ya empezamos.

—No fallaras, eres de las personas más talentosas que he visto y nunca muestras tu talento al mundo. Ya va siendo hora que vayas a una audición, vas a ser famosas Mel recuérdalo.

Lo abrazo y luego de unos segundos me dirijo a mi habitación a ponerme una pijama de cuerpo completo de spiderman.

[...]

3 de septiembre 2024

Melody.

Odio despertarme temprano, siempre amanezco de mal humor.

Me desperte ya que, alguien llamado Maxim se decidió por aporrear mi puerta a las siete de la mañana como si estuviera loco.

Bostezo y me dirijo a la puerta de mi habitación, cuando salgo me encuentro a Max cruzado de brazos frente de mi puerta.

—¿Ahora qué? —cuestiono, cómo dije, de mal humor.

—Me acompañarás al supermercado —frunzo el ceño y murmuró un claro que no, trato de esquivarlo para ir hacereme un café pero Max me tapa alguna salida—, tu me hiciste acompañarte la otra vez, ahora te toca, he perdido mi desodorante y dependo de el —me mira con ojos de perrito.

—Ve cómo estoy —bostezo y me miró a mi misma, mi pijama de cuerpo completo de spiderman. Así que me dirijo a cambiarme y me pongo un pantalón y una sudadera. Y después salgo de mi habitación.

—Como si alguien te fuera a ver —me jala del brazo y me saca de mi apartamento, me arreglo lo más posible mi cabello y trato de seguirle el paso.

Vuelvo a bostezar y me rasco el ojo derecho quitando mis lagañas.
Salimos del edificio en dónde se encuentra mi apartamento y luego de cinco minutos caminando nos encontramos de frente con el supermercado.

El sol empieza a salir poco a poco y el bullicio de Londres empieza a escucharse.  Max y yo nos miramos y como si nos hablaramos telepáticamente entramos los dos al supermercado, yo murmuro que tengo que comprar algunas cosas para comer y me dirijo somnolienta al pasillo de las sopas instantáneas y busco con ojos entrecerrados mi sopa instantánea favorita.

No me juzgen, casi nunca estoy en mi departamento, y ahora que tengo que ensayar para la audicion menos tengo tiempo de hacer comida. Además, las sopas instantaneas son rapidas, ricas y especialmente baratas.

Despues de unos minutos encuentro mi soppa favorita, la de pollo y cuando la tengo en mis manos una voz a mis espaldas me sobresalta.

—Bonita pijama —la sopa instantánea cae al suelo y todo el sueño que tenía se desvanece al momento de voltear al ver quién está detrás de mi.

—¿Pijama? —murmuro con voz ronca. Y luego caigo en cuenta que estoy con mi pijama de spiderman, y la ropa que me puse fue un pequeño sueño producto de mi somnoliencia.

Me sonrojo ya que, una yo recién levantada no es una muy bonita imagen que digamos.

—Hola Melody —el chico misteriso me escanea con la mirada y luego me da una sonrisa arrogante—, el rojo te queda bien.

Un escalofrío recorre mi cuerpo y derrepente el calor invade de nuevo mis mejillas. Mierda.

Y lo único que hago es huir.

Dejó a mi pobre comida tirada en medio del pasillo y corro lo más rápido que mis pies me permiten, encuentro a mi mejor amigo en l pasillo de desodorantes que se encuentras con las manos a la cadera buscando que desodorante llevar, lo jalo del brazo y corro con el fuera del supermercado y aún con la respiración agitada le gritó antes de que el me reclamé:

—¡Me he encontrado al chico misterioso y estoy en una jodida pijama de niño pequeño! —mi mejor amigo se suelta riendo y yo le espeto—: ¡No es gracioso maxim!

—Oye porque estés enojada no te da derecho de nombrar mi nombre completo, sabes que lo odio —se cruza de brazos.

—Mierda, me vio en pijama, mierda, mierda.

—Oye, oye, tranquila —Max me agarra por los hombros y yo solo me le quedo mirando—:¿Por qué te preocupa tanto?

Oh, pues mira el chico que me atrae me acaba de ver en mi momento más vergonzoso pero, no debería de preocuparme.

—No lo sé ¿okey?, solo, mierda que vergüenza.

—Bien bien, bueno tendré que comprar después mi desodorante —mira con ojos lastimoso el supermercado y nos dirigimos a mi apartamento, el con ningún desodorante y yo con una cara más roja que un tomate.

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Bueeeeno, hey everybody ¿Cómo están? Espero que bien.

Pues he aquí un nuevo capítulo, espero que les haya gustado.

En fin, no se olviden de votar y comentar.

Se les quiere,

-Sam

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