CAPÍTULO I

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Esto es alucinante, jamás había ligado con un desconocido de este modo. Su imponente cuerpo, sus enormes manos, sus palabras aduladoras y ese aroma varonil sobre su piel, hicieron que me rindiera a sus encantos.

La cabecera de la cama hacía ruido en la pared cada vez que su cuerpo me golpeaba en cada embestida. Sus ojos estaban clavados en los míos, ver su rostro al tiempo que me penetraba, era una locura.

Esta es una lucha de cuerpos, gemidos y placer. En un momento, las envestidas son pausadas, me toma con fuerza de las caderas y me levanta para recargarme sobre la pared que está a un lado de un gran espejo. Besa mi cuello y me atrae a su pecho para sostenerme en el aire. Arremete contra mí, duro y preciso. La imagen en el espejo es muy caliente y morbosa. No puedo parar de gemir y mirar el espejo, esto parece una película porno y me fascina. Su penetración se vuelve más intensa y yo estoy a nada de explotar.

—¡Más duro! —suplico en una exhalación con mi boca abierta y mis labios temblando.


—¡Heeeeey, Jimin!


Logro escuchar un susurro que me llama, pero no puedo concentrarme en él. Lo ignoro y continuo con los ojos cerrados, mientras abro más las piernas para que entre más profundo en mí.


—¡Jimin! despiertaaaaa.


Abro los ojos asustado. Me doy cuenta que solo fue un sueño y que he regresado a la maldita realidad. No, corrección, me han forzado a regresar. Rayos, estaba a nada de tener un delicioso orgasmo. Mi respiración es irregular, todo era tan real, que me hace sentir escalofríos. Respiro profundo y trato de bajar mi erección lo más pronto posible.

—¿Otra vez dormido? —pregunta mi amigo mientras se acerca al escritorio.

—Taeeeeee —protesto por la interrupción.

—¿Qué?, no me digas que estabas soñando con sexo otra vez. No, ni me lo confirmes, lo veo en tu cara, eres un goloso Park Jimin.

Deshago la erótica escena de mi cabeza y abro los ojos regalándole una sonrisa boba, al tiempo que mis manos sostienen la barbilla con los codos apoyados en el escritorio.

Siempre sueño con encontrar un príncipe azul. Ya sé, no existen, pero soy un ferviente admirador de los kdramas y quiero mi propia historia de amor y pasión.

—No sabes cómo deseo poder enamorarme —digo en suspiro mientras me recargo en la silla.

—Es que en serio, no puedo creer que ni una sola vez en tus 26 años hayas sentido mariposas en la panza por alguien —pone sus manos en la cintura haciendo una cara de incredulidad.

—Pues créelo, solo me he topado con idiotas que han jugado con mis sentimientos, tal vez por eso mi corazón está cerrado y no se ha enamorado —hago un puchero.

—Ya, ya, en algún momento aparecerá ese príncipe tuyo, por lo pronto tenemos una invitación de Hobi y Jungkook para ir al bar que tanto nos gusta —levanta sus cejas como muñeco de feria.

—Hoy no tengo ganas de salir, solo quiero llegar al departamento y tomarme una copa de vino tinto para descansar.

—Sí y usar tus vibradores, goloso, ya me lo sé.

—Taeeee —me quejo.

—Anda, no seas malo, es fin de semana y tengo ganas de estar con Hobi, hace mucho que estoy en abstinencia y takito ya me está reclamando —apunta su entrepierna.

PRINCIPE AZUL [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora