Tematica: Fantasía. Vampiros.
El olor agradable a sangre y a sudor nauseabundo predominaba en aquel llano. El silencio acaecía después de un día entero de batalla. Ya no se escuchaba ningún quejido, y las banderas por las que todas esas personas habían perdido sus vidas no tenían siquiera fuerzas para batirse en el aire.
Marek observó todo aquello desde la distancia, con notable indiferencia. Jamás entendería por qué los humanos desperdiciaban su corta existencia en absurdas contiendas.
Soltó un gruñido y comenzó a sobrevolar los montones de cadáveres que cubrían el suelo con la esperanza de alimentarse de algun moribundo. Aquel espectáculo le revolvía el estómago de hambre.
Entonces, se percató de que todavía quedaba un corazón latiendo en el llano. Inmediatamente, los colmillos de su boca rompieron la carne que envolvía sus encías, y se dirigió, con una velocidad inusitada, hacia el lugar donde se encontraba aquel desgraciado ser humano.
En el camino, Marek se concentró y escuchó la respiración agitada de la víctima. Supo que se trataba de una presa débil. Una hembra, violada y torturada, que a duras penas conseguía moverse.
Cuando llegó a su lado, el vampiro se quedó un minuto admirando la escena. La pequeña jarra de sangre había sido capaz de matar a tres hombres con sus propias manos. El peso de sus cadáveres caía sobre el cuerpo de ella y la hundían en el barro.
Mientras la mujer hacía vanos intentos por escapar de alli, retorciendose como una serpiente, Marek fue levantando poco a poco los cuerpos de sus agresores hasta que dio con ella.
La mujer estaba tan sucia que parecía que su piel era de ébano, cuando en realidad era blanca como el marfil. Sus ojos, de iris marrón verdoso, se fijaron en los de Marek, y luego en la longitud de los colmillos que sobresalían de su boca. Era delgada y estaba visiblemente desnutrida, deshidratada.
Marek se agachó junto a ella y percibió que el miedo seguía rezumando por cada poro de su piel. Notó la soledad, el dolor, el final. Notó todo lo que la preocupaba y, por eso, emitió un fuerte rugido de placer, anticipándose al momento en que terminaría bebiéndose la vida de aquella hembra humana.
La madurez que le otorgaba su edad, permitió que se lo tomara con más calma, e inició un pequeño diálogo con la víctima de sus atenciones.
- Hola - Saludó Marek, utilizando con habilidad la que suponía que era la lengua madre de aquella desgraciada - Puedo notar que has peleado con valentía ¿Deseas que te ayude?
La mujer no dijo nada. Todavía estaba aturdida por la crueldad de la que había sido objeto. En un momento dado, intentó ponerse en pié, pero volvió a caerse. En el proceso, sendos coágulos de sangre resbalaron del interior de su vagina y dejaron manchados sus blandos muslos de rojo oscuro.
Marek olfateó el aire. Podía oler la gran cantidad de bacterias que se había apoderado del torrente circulatorio de la humana y amenazaban con provocarle una septicemia. La mujer moriría probablemente en cuestión de horas.
- Supongo que no eres un angel.
La desconocida consiguió articular aquellas palabras con sumo esfuerzo.
- Supones bien - Respondió Marek - Soy la muerte.
La victima tragó saliva y sus ojos se humedecieron.
- ¿Como te llamas? - Prosiguió el vampiro.
Marek no solia hablar con sus víctimas. Disfrutaba aterrorizandolas hasta el extremo, antes de devorarlas, pero parecía que la curiosidad por saber un poco más sobre la historia de aquella desconocida era mayor que su instinto por drenarla.
- Marysia.
Inexplicablemente, su nombre pareció complacer al vampiro.
- He venido proporcionarte paz, Marysia. Me acercaré a tu cuello y haré que todo termine sin que te des cuenta - Continuó - Quizás te duela un poco, pero no será más de lo que ya has sufrido en manos de los tuyos.
Marysia gimió, dejando escapar aire a través de sus labios azulados. Se agarró con sus frágiles brazos de la camisa a Marek hasta que consiguió ponerse en pie, y miró con dureza al sediento vampiro.
Aquella hembra humana, tan pequeña. Pálida y moribunda...enfrentándose a la mismísima muerte.
La sonrisa de Marek no tardó en hacer acto de presencia. Era sumamente consciente de que podía arrancar la cabeza de aquella desdichada en un santiamén, y asi terminar con todo ese teatro. Sin embargo, había permitido que aquella ingenua lo usara de soporte ¿Qué le ocurría? ¿Qué tenia de especial aquella humana moribunda, que lo hacía actuar como si no fuera una salvaje bestia?
- No - Declaró la desconocida, rotunda.
Los colmillos de Marek comenzaron a empaparse de saliva y los ojos del vampiro se tornaron negros por completo. El cuerpo de la mujer era un saco de huesos, pero aún desprendía el calor suficiente para acrecentar la tentación de morderla.
- ¿No, qué? - Consiguió decir Marek, haciendo un esfuerzo por dominar su mente nublada por la sed.
- No vas a llevarme contigo - Susurró la mujer, dando su último aliento y dejando caer la cabeza sobre el pecho frio del vampiro.
- ¿Por qué no? Igualmente, morirás - Respondió Marek, bajando la voz.
Un breve temblor sacudió los hombros de Marysia, pero su cuerpo siguió tendido sobre el del vampiro como si ese fuera un buen lugar sobre el que descansar. Por sus piernas seguían resbalando gotas y coagulos de sangre.
Marek no perdió más el tiempo y agachó la cabeza para romper sin miramientos la piel del cuello de la moribunda, justo a la altura de la arteria carótida y la vena yugular, alli donde el caño del liquido exquisito era más abundante.
Al mismo tiempo, y en un movimiento imperceptible salvo para los sentidos de un vampiro, la mujer abrió la tela que cubría su pecho desnudo y extrajo un trozo de madera astillada.
De una vez, Marysia incrustó la estaca en algún lugar entre la barbilla y en el interior de la boca del vampiro, que bebía de ella con desesperación. Después del esfuerzo, se dejó caer contra el suelo para dejarse morir junto a los cadáveres de sus agresores.
A pesar de que la estaca atravesaba su garganta, Marek no experimentó dolor, pero abrió los ojos con sorpresa. Si la estaca hubiera rozado su corazón podrido, aquel hubiera sido el ultimo capitulo de su existencia.
¡Ese ser debilucho, acabando con un ser milenario!
Recuperándose de la impresión, el vampiro sacó la estaca del interior de su boca, e hizo un par de movimientos con la mandíbula para recolocarla, mientras sus tejidos se reparaban. Relamió las gotas de sangre de la desconocida, que ahora se mezclaban con las suyas.
- Marysia, Marysia ¿Qué juego es este?
Marek se agachó de nuevo al lado de la humana moribunda. Los ojos de Marysia miraban hacia la nada, agonizantes, aunque sus pulmones todavía eran capaces retener algo de aire y su corazón, a duras penas, de latir.
Los ojos negros del vampiro se volvieron como la noche y Marek tomó una determinación. Asesinaría a Marysia con la estaca y se alimentaría de ella hasta absorber la última gota de sangre que su cuerpo fuera capaz de ofrecerle. Luego, la llenaría de nuevo con la sangre seca de vampiro milenario.
Marysia sería su compañera. La haría suya para siempre y también ella se convertiría en muerte.
- Te devuelvo el favor, amada mía - Susurró el vampiro al aire que los rodeaba, antes de hundir la lanza en el pecho blanco de la mujer, llegar hasta su corazón y clavar sus colmillos sobre la piel, ya perforada, de aquella desgraciada humana con agallas.
ESTÁS LEYENDO
🟢 Microrrelatos
Short StoryMe encantan los cuentos y escuchar historias. Anotar, inventar. Este apartado de wattpad lo he dedicado a una serie de microrrelatos, de diferente temática, que espero que despierten no solo interés, sino emociones, a todo el que los lea ;)